Ahora hay que sumar a Squid y este maravilloso monumento al post punk, a la especulación guitarrera, a la melodía en plan himno que encontramos en temas como ese brutal "Narrator". Ya con "G.S.K." ponen el mundo a los pies de una juventud airada, repleta de luchas y electricidad a borbotones.
Y es que la banda del sur de Londres no se anda por las ramas cuando nos hacen mover todo el cuerpo con esa concatenación de ritmos que es "Boy racers", o ese monumento a la narración anárquica de una sonido que atrapa que es "Paddling" o ese torrente de melodía colosal que compone "Documentary filmmaker", todo una osadía repleta de arrojo y bendita solidez.
"2010" es atrayente, te envuelve con esas sombras que se vislumbran en el tragaluz del atardecer que viene, y donde el quinteto se muestra retador, consumiendo todas sus influencias en un increíble sonido repleto de espasmos y distorsión. Sin duda, una de las canciones del año cuando los meses avancen y hagamos el necesario resumen de todo lo acontecido.
O "Peel St." y esa esquizofrénica desbocada que da paso a "Global groove" y su tranquilidad incomoda. Para terminar, "Pamphlets", la mejor excusa para volver a poner el cd, la mejor manera de confiar en que esta hornada de bandas vienen para quedarse, para dar la vuelta a todo, para agitar la coctelera y que salga una bomba que arrase con todo. Bien por Squid. Bien por todos ellos.
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