domingo, 27 de enero de 2019

DAVID BOWIE. "Reality" (2003)


Ahora que se acaba de cumplir tres años del fallecimiento del artista total, del mas grande icono mundial de la música rock, pop, precursor de tantas modas e ismos, es el momento de recuperar uno de los discos más potentes e interesantes del duque. Y es que le echamos tanto de menos, que tenemos como deber gustoso atacar su discografía por todos los flancos posibles.

"Reality" que vino después de ese otro gran trabajo llamado "Heathen" (2002), se grabó en los EEUU, y es un puntazo donde David desde el principio asume que desde la sencillez se pueden construir monstruosidades como "New kill star", o la versión de Jonathan Richman, "Pablo Picasso".

En "Never get old" divaga sobre la condición de mortalidad que a todos nos persigue y "The Loneliest guy" lenta y suave, nos engatusa como sólo el sabia hacerlo, con el piano en medio de una sala donde los grandes ojos de David hacían de faro y pulso para no perdernos en el mar de la mediocridad.

Grande son "Looking for water" y "She'll drive the big car", viaje por las turbulencias del arte, por ese mundo creado por Bowie donde pernoctaba la necesidad de romper moldes, y la actitud siempre firme de no caer en eufemismos ni en repeticiones aburridas.

"Days" tira de guitarras acústicas para llamarnos a subir más el volumen y en "Fall dog bombs the moon", parece un trasunto de Neil Young and Crazy Horse. Rock eléctrico para no tomarlo a guasa, potente y sideral.

El disco termina con la canción estrella. "Bring me the disco king", un portento de jazz para nightclubs donde el almasólo se pueden curar con gemas como ésta. Sobrecogedor. Después de "Reality" , Bowie tuvo una parada de 10 años hasta su siguientes disco ("The next Day" ). En 2004, tras una actuación en Hamburgo, tuvieron que operarle con urgencia de corazón. El guerrero tuvo que parar su combate contra las medianías. Se paró, se bajó de su nave espacial, y nos dejó 10 años sin noticias discográficas.

"Reality" forma parte pues, de lo más brillante de su última etapa, donde vemos a un artista en perfecto estado, regalándonos dosis y dosis de arte con la única condición de escucharle y dejarte llevar. Grande Bowie, su ausencia sigue presente, sus discos que son su legado, artificios para no perder la pista al más grande músico de toda la historia.


No hay comentarios: