"One beat", fue el sexto trabajo de Corin Tucker y sus colegas. Un disco de esos que ha envejecido bien, desde que el dedo presiona el play y suena la canción que titula el disco, rock aguerrido, himno minimal con las voces siempre coreando batalla.
Me gustan Sleater-Kinney, esa forma tan suya de jugar con el frenesí vocal, (Carrie Brownstein, es una acompañante ideal para la tenor Corin), y en temas como "Far away", sientes que el riot girl tuvo un buen estandarte con las Sleater.
No se cortan ni un momento en construir pequeños guiños de pop con teclados juguetones, "Oh!", o acercarse al post punk con guitarras crujientes, como en "The remainder". La verdad es que la banda suena como un tiro.
Y lo bueno de todo es que nunca dejan de lado junto con la pesadez sónica, una muy buena elaborada ración melódica que inunca todo "One beat" ("Light rail coyote"), o que se cuele un buen vendaval de vientos como en la sugestiva "Step aside".
"Combat of rock" es compulsiva y feroz, y "02" destaca por su mazacote de distorsión que en "Funeral song" se convierte en otra andanada de crujidos eléctricos. Sleater-Kinney siguen en la actualidad a lo suyo. El año pasado editaron "Live in Paris", y según lo ofrecido parece que tienen cuerda para rato.
1 comentario:
Lo que más me gusta es que evolucionaron más allá del movimiento Riot Grrrl.No se han quedado ahí.
One beat, la canción, es como una obsesión
Publicar un comentario