El primer disco de Algiers, ("Algiers" 2015), lo recibí con alboroto y alegría. Los americanos consiguieron contagiarnos gracias a su gospel post punk, a sus intrincados ritmos oscuros, a sus voces de mil almas. Así que este segundo trabajo es el que debería apuntalar más aun la sorpresa inicial o dejarlos como una anomalía pasajera.
Pues bien, "The Underside of power" es una bomba rítmica desde que suena la inicial "Walk like a panther". La voz de Franklyn James Fisher cada vez es más precisa, acompañada de una banda que en "Cry of the martyrs" se escora con las guitarras frenéticas en una danza de soul marciano, palmas, distorsión y fiebre, mucha fiebre.
Manteniendo el discurso de lucha y rebelión que les acompañó en su primer largo, haciendo suyas proclamas de los Panteras Negras, el sonido de Algiers es una dulce y bella vesanía, original y catártica. A veces como en la que titula el cd, parece una recreación salvaje de The The.
Y cuando suenan post punk nadie les gana; como en "Death march", un auténtico festival de oscuridad salpicada de pasos de baile. Adrian Utley, de Portishead, es el encargado de los controles, el que lleva la sala de máquinas de este festín de rubores y olas de decadencia sónica.
La balada "Mme.Rieux" es uno de los puntos más hermosos de un álbum que no tiene desperdicio. Luego viene "Cleveland", gospel de romper cristales y gritar, tribulación del aullido, pánico en la voz que a fuerza de expandirse rompe nubes. "Animals", representa otro de los puntos fuertes de "The underside of power". Una patada al espejo, la más bruta, como volver a toparse después de tantos años con el fantasma de Gallon Drunk.
Minimal es "Plague years" y "Hymn for an average man" te mece con sus teclados confeccionando una melodia que de nuevo recuerda a Matt Johnson y sus chicos. Casi al final, la tenebrosa "Bury me standing", para recordarnos que con Algiers tenemos que tener cuidado. Ellos no van de farol como muchos compañeros de generación. Altamente recomendable pues la escucha masiva de este portentoso trabajo.
2 comentarios:
Su primer disco lo escuchaba en bucle. Sorprendente descubrir algo así, revolucionario. Post punk, góspel, soul, música y política.
Sólo quería que no me decepcionara lo siguiente.
Este disco supera al primero, más radical, más experimental.
No sé cual me gusta más, pero probablemente la que más he escuchado es la que da nombre al disco.
Discazo.
Saludos.
Si, la verdad es que es un punto este grupo. Sus dos discos representan un alarido de frescor y energía. Disfrutable y excesivo. Todo un punto. Saludos!
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