El ya desaparecido Rowland S.Howard (falleció en 2009), antiguo compinche de correrías malsanas de Nick Cave en The Birthday Party, guitarrista socio de Cave, al que ayudó para que el misal negro se expandiera desde su Australia natal.
These Inmmortal Souls tuvieron una vida efímera, este primer disco y "I'm never gonna die again" (1992), compagino su proyecto con la militancia en Crime & The City Solution. Rowland llevó una vida de excesos, y su música es un resumen de ello, un cabaret en ruta donde dar que hablar con sus canciones brumosas y ácidas ("Hide").
La música de These Immortal Souls suena a unos The Birthday Party sin la esencia punk, aquí Roland se dedicó a canturrear decadencia y caos entre pianos y distorsiones intrancendentales ("Hey, little child"), y baladas de corazones escozidos como "These immortal souls".
Me imaginó algún concierto de la banda, con Cave entre el público, sonriendo maliciosamente a su colega, mientras recuerda viejas cicatrices. "I ate the knife" es otra minimal y venenosa canción, donde la batería marca los tiempos de las diatribas feroces del ex-Birthday.
En ocasiones los teclados suenan ceremonía satánica ("Blood and sand'she said"), con las guitarras estrujadas, como rotas, en un baile descabezado, en una orgía de cirrosis anímica. Sucio, muy sucios que eran los colegas.
"Open up and bleed", es cruda y visceral, el resumen de un disco que rezuma veneno y rabia. Un disco soberbio de esos que provocan amnesia en la tensión, de un artista que se fue como vivió.
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