jueves, 23 de marzo de 2017

CARMEN VILLAIN. "Sleeper" (2013)


Carmen Maria Hillestad lo tenía fácil. Se ganaba la vida paseando trajes, vestidos, como modelo de pasarela. La noruega-mexicana era una asidua visitante de las más importantes ciudades de moda. Pero Carmen Maria, parece que estaba un poco hasta los mismisimos de tanto tacón y hipocresia.

Se cambió el apellido, ahora Villain, formó una banda, y construyó "Sleeper", una de las mejores aproximaciones que se ha hecho jamás al espíritu de Sonic Youth, desde una vertiente oscura, densa, rutilante.

Bastan las dos primeras piezas, "Two towns" y "Easy", para comprobar que Carmen va en serio, que lo suyo  va directo al hígado, que su fortaleza musical es todo músculo, energía que te hechiza, parones de tensión galvánica mientras el torrente de su fuerza te sacude y te mece a la vez.

Adios a Vogue y a sus artificios y hola a las revistas indies que se fijaron en ella, en su amenazante propuesta ("Lifeissin" casi parece no wave). Todo "Sleeper" conlleva elevar el volumen, compartir su grave voz con un buen artificio de colores que hagan deblaces en cielos demasiados claros.

La más extrema del disco es "Obedience" puro caos instrumental que se da el lujo de dar la señal de salida a "Made a shell", épica de la insolación instrumental, garganta ceñida a un grito contenido, balada devoradora para despertar estrellas malsanas.

En "How much", entre palmadas y aullidos juega con nosotros al escondite, para en "Dreamo" componer otro de los espacios físicos fuerte de un rugoso cd donde descansan pilares básicos para comprender la urgencia devastadora de una artista que en "Kingwoman", hace el mejor homenaje posible a las juventudes sónicas con una eléctrica y desasosegante reflexión de buen ruido.

Para terminar, "Demon lover" un fascinante reflexión medio acústica medio feddback para confirmar que Carmen Villain no ha venido para perderse en sofismas. Desde "Sleeper" solo hemos sabido de ella por un single en 2015. Esperemos que no vuelva a la Moda. Confiemos en ello.



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