Estos chicos de Illinois te dejan perplejos desde la primera escucha. He puesto al play y suena "Integration". Y me encuentro de golpe con una amalgama de rock oscuro, minimal, post punk que vive en las mismas habitaciones donde sonaron los primeros discos de Sonic Youth.
Te machacan sin compasión, pero te dejan abierta la persiana para que puedas ver rayos de luz. Pocos, pero algo es algo. Con decir que Steve Shelley, de la juventud sónica, formó parte de la banda lo dice todo. "Irreal" es un disco que cuesta, pero que engancha. "I_O", es la segunda bala de este quinto disco de Disappears, puro vicio para los que seguimos a Swans, una intrincada trama de sonidos que nacen como fragmentos para revivir el peligro del rock.
Con Disappears tenemos otra oportunidad para poner musica al Apocalipsis. "Another thought" es criminal, una claustrofóbica sereneta de ultratumba, que te pone los nervios palpitando cuevas. La batería es peligrosa por su constancia de lo que se intuye, la voz es gangrena, y la linea recta de su sonido edifica un museo de los horrores. Dulce horrores.
La que titula el cd es la más devastadora. Se intuye las influencia de Michal Gira y sus cisnes asesinos. Siete minutos de catástrofes naturales, desollinando tu cerebro con la catarsis del peligro. "Halcyon days" es una lenta caminata por un sendero de clavos. Parece que no pasa nada, que todo se reduce a dejarse llevar, pero se presiente el mar asesino, la garganta de la desaparición. Killing Joke sería un buen padrino de esta enorme banda.
"Navigating the void" la que termina la pesadilla, es una voluta al viento de ácido, una corrosiva agitación de instrumentos que viven en la depravación musitando bailes de agonía. Disappears cumple con creces como sinfonía de la devastación. Grandiosos.
1 comentario:
Y mira que si escuchas su primer disco, lo que han cambiado estos chicos. Siempre evolutivos como los buenos vinos, cambiantes.
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