Me podía esperar cualquier cosa menos esto en el segundo disco del Pulp, Jarvis Cocker. Alucinado me tiene por el voltaje del disco, por el predominio de los sonidos abruptos, lejos del romanticismo de la banda madre, alojado en la fiebre, en la sintaxis del ruido.
Desde el inicio con la que titula el cd, donde lo que mas se oyen son el crujir de las guitarras, esta bien claro que Cocker quiere alejarse de la sombra de Pulp. Y hace bien. Si se decide por una carrera en solitario, que nos ofrezca algo distinto es lo menos que se le puede pedir a este totem del indie británico.
Y es que eligió ni más ni menos que a Steve Albini para que llevara la batuta, el control del sonido, el desparrame del rock. "Pilchard" es una instrumental jugada a todo o nada. Amenazante y obsesivo, rechinan el bajo y la batería se hace polvo de ángel en una maraña abrumadora de notas que se disuelven en un confeti de dulce caos.
Y cuando Jarvis se pone en plan soul, se sale. "Leftlovers" es una caricia de terciopelo, una excusa para subir el volumen de tu equipo y bailar con la parienta mientras las velas se reproducen en el ocaso del techo. Joder con el bueno de Jarvis.
Tras un primer disco correcto, esta continuación es un petardazo de ritmo, una calcamonía de serpientes venenosas, un galimatías para resolver entre ruido y agitación. Y "I never sad i was deep" parar romper el glam molde que abunda en el trabajo, nos escuece con el contoneo vocal de Jarvis, sensualidad y afectación, mientras el sonido es cada vez más potente, y los vientos echan a correr por cada minuto de la canción.
Pero cuando más me apasiona Cocker es cuando le salen bombas del calibre de "Homewrecker!" con el saxo echando fuego mientras la banda reparte mamporros punksoul. "Hold still", con piano incluido, es otra vesanía encantadora.
Y "Fuckingsong",a lo Jon Spener que te deja loco, aturdido, dulce catatonía de rock enjambre. Joder Jarvis, repito, Joder. A la mierda todo el britpop de ahora, con sus banditas blandas e insípidas. Tomate un "Caucasian blues", y olvídate de todo. Mala leche es lo que hace falta y Albini sabe un huevo de eso.
De los discos que más he disfrutado en su escucha en este año que va remando hacia su ocaso. Y es que Jarvis, es mucho Jarvis. Que no pare de sonar jamás la música. "Slush" y gasolina al por mayor.
2 comentarios:
Tengo que escucharlo ya que me gusta Pulp. Espero que defraude el señor Jarvis como hizo en el SOS.
Guitarras, romanticismo, el bruto de Albini en la sala de maquinas.... Brutal
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