Recuerdo cuando caí rendido con The Wedding Present. Me compré "Seamonsters" y todo cambió. Las guitarras lacerantes, la voz rota de David Gedge, la producción malsana de Steve Albini. Me tiraba las tardes de escucha encerrado en mi cuarto, con el volumen a reventar, tocando una guitarra imposible, rodando entre los aullidos electrificados de una banda y un disco insuperables.
Cloud Nothings no son los Wedding, pero estos 8 temas que componen su cuarta larga duración son todo un entramado de fiebre y caos, delirios y melodías locas, que parten de un tipo, Dylan baldi y su troupe, un grupo hermanado cínicamente con Japandroids, con unos Superchunk extremos, con el indie rompe seseras.
"Now here in" tiene todos los alicientes para ser tu personal canción de buen rollo. Las guitarras te aprisionan, los coros son demoledores, la máquina no deja supervivientes, todo es un puto y lozano páramo donde vivir feliz con esas guitarras que de siempre me han vuelto majara.
"Quieter today" es la que continua la replica, el esfuerzo por sacar petróleo de unas composiciones que viven del punk, que se acercan al sonido de Chapell Hill, que te hacen gritar como una hiena cuando estos zarpazos sónicos te dejan en colapso total.
En "Psychic Trauma" comienzas melodiosos para convertir el paseo a los pocos minutos en un terrorífico y bestial volcán donde el ruido se convierte en aliado, sofocando tristezas a ostiazos sin remisión. No les había prestado demasiado atención. Ahora, no me hago sin los rayos que despiden espasmos como "No troughts".
Mi preferida, casi al final. "Pattern Walk", y sus rupturas de ritmo, el bajo criminal, el grupo elevando el listón en una desmesura musical que entra como una tromba, que mira despistada a los Pixies cuando comenzaron su carrera.
Uno de los discos del año. Veremos quien puede superar esta revolución tan especial, esta vacación a lomos de la devastación. Cloud Nothings, ya uno de mis bandas favoritas.
2 comentarios:
Si Steve Albini ha metido mano en el disco, tiene que molar, como el adelanto que has puesto. Así me gusta, Carlos: educando oídos desde tiempos inmemoriales. Un abrazo.
Amigo crimsoniano, Albini estuvo detras de los Wedding en el poderoso Seamonster. Esucha esta bomba y disfruta
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