"Circuses and bread" fue el séptimo disco de la columna de Durutti, de la mano de su factótum Vini Really, sacaron odas musicales para proveernos de un montón de nociones de como dibujar la calma, la belleza, la candidez partiendo de la particular manera de tocar la guitarra de Vini, acompañado por todo un elenco orquestal que quita el hipo ("Pauline").
Aquí nos encontramos ante uno de los grandes temas de The Durutti Column, "Tomorrow", con la voz de Vini en un mar de tranquilidad perpetua, en un sonoro equilibrio de dicha y bienestar. De Manchester, ficharon pronto por Factory, pero lo de The Durutti Column no tiene parangón ni tampoco se puede asociar a nada de lo que se hacia por esa época. Vivían una historia paralela.
Instrumentación que se dejaba llevar por ritmos a veces levemente electrónicos, ("Dance II"), y sobre todo cantos a una tristeza creativa que te llenaba de confort como vemos en la maravillosa "Hilary". El piano se hace fuerte en "Street fight", y "Royal infirmary" marca del casa, es para enmarcar. Luego suenan las cuerdas como una tormenta sin ruido como vemos en "Black horse" hasta que llegamos a la mas larga del disco, "Blind elevator girl (Osaka)", especial y llena de suave a catarsis.
Así eran The Durutti Column, una banda que la podías reconocer desde el primer minuto, con una identidad tan particular que viajar con ellos siempre es un placer, como ir en coche buscando acantilados, mientras el sonido de mar rompe rocas, como ver el cielo empezar a nublarse mientras piensas que va a ser de tu vida ("The afternath"). Música para gozar.
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