martes, 22 de enero de 2013

SCOTT WALKER. "Bish bosch" (2012)


Concepción artística radical sobre el concepto musical. Con esta frase me quedo así de ancho para definir la locura de obra que ha elaborado este outsider premeditado que nos quedó sin respiración con su monumental "The Drift".

"Bish bosch" es otra vuelta de tuerca, es otro pistón en tu cerebro que sin más quedará reducido a escombros si osas introducirte sin garantías defensivas en este auténtico laberinto sónico, difícil pero atrapador, frío pero infernalmente necesario. "Bish bosch" es llevar a la Música a estadios superiores de conciencia, es riesgo, dificultad, cargarse de un disparo lo cómodo del asunto creador y oyente. Esta es la obra de un visionario encerrado con sus pócimas para que bebamos veneno hasta el paroxismo del alma.

Desde la inicial "See you don't bump his head" con sus guitarras amenazantes y su minimalismo cardiaco, nos vemos inmersos en un laberinto de sonidos reptantes y apocalípticos, obras de un pintor de oscuridades que nos carga la cabeza de pistones de lobotomia.  "Corps de blah" es una loa al exceso de los esfinteres, tiro a la sien de pedos cargados de secos espasmos de rabia.

"Phrasing" es quizás la única que se acerca algo, y repito algo, al formato canción como todos las conocemos. Ritmos sincopados, electricidad trotona en medio del spoken de Walker, todo dentro de la misa negra que es "Bish bosch".

Luego vas y te pones "Epizootics" y compruebas que en esto de la creación, es necesario que existan francotiradores como Scott Walker para dinamitar las compuertas de todo ese entramado musical que ha olvidado hace tiempo la función de abrir los sentidos que debe de tener quien quiera ofrecernos sus legajos musicales. Las trompetas del averno suenan, son epifanias, cargamento de bestias que se desloman para llevarnos a ver al verdugo como se lo pasa pipa afilando su hacha de hierro.

Y cuando escuchas a Walker cantando en danés en "Dimple", cualquier cosa puede pasar en tus oidos que ya se han acostumbrados a este run run obtuso pero bello y doblegador. Despues empiezan a sonar los cuchillos afilandose en "Tar" y ya no te queda más opción que meterte debajo de la cama y quedarte en silencio a la espera de que el matarife pase de largo.

Esto es musica sin gobernar, catarsis, mala baba, jurisprudencia del caos, alevosia premeditada para que sintamos que la música puede ser una bella amenaza.

En casa, intento estar sólo para escuchar este cd. Dejo también que los auriculares hagan bien su trabajo de transmisores del caos primigenio.  "Bish bosch", las campanas del fin de mundo, el arte desmontado la coartada de vehículo transmisor de buen rollo. Cuidado pues con la oscuridad, cuidado que esto es para temblar....

2 comentarios:

Little Bastard dijo...

Me encanta Scott Walker y me gustó mucho un disco tan enfermizo y enrevesado como "The drift", pero en estos momentos de mi vida no necesito algo como "Bish Bosch", aunque seguro que, viniendo de quien viene, es un gran disco. Un saludo

Carlos dijo...

Tengo un amigo, mi mejor amigo, aficionado como yo a esto de la música. Ahora no esta atravesando una buena época. Ni siquiera se me ocurre recomendarle este disco. Aun asi, el valor artistico que posee es de una colosal importancia. Saludos