El término post rock nació con ellos. Simon Reynolds fue el que con su crítica del primer disco de Bark Psychosis, "Hex" (1994), definió como post rock lo que la banda realizaba en un pedazo de disco, para mi quizás el mejor jamás grabado del género.
Diez años después de ese maravilloso sobresalto, su líder Graham Sutton, ya sin sus compañeros, sacó este segundo y último disco del proyecto, donde aunque queda lejos el impacto de "Hex", nos encontramos con temas de grandes hechuras como "From what is said to when it's read" y sobre todo el inquietante "The Black Meat" que parece una evolución natural de lo que hacían hace 10 años.
"Miss abuse" también conserva esa inquietante magia que te envuelve desde que empieza asomar el tema, pero aquí cambiando el lirismo antiguo por notas de experimentación. Envolventes suenan en "400 winter", con la tecnología tomando el mando de un crisol de susurros en medio de una niebla que impacta y te seduce.
Quizás el disco adolezca de la redondez de "Hex" en su conjunto, que caiga algo más en lo disperso, pero siguen siendo valiosa la aportación de Bark Psychosis al género ("Burning the city" es otra muestra de ello). Es sin embargo en otras canciones como "INQB8TR" donde la faceta más experimental resta pegada a un trabajo que se nota que quiso continuar por la senda de "Hex" pero no termina de engancharnos con la poesía que tenía aquel.
"Shapeshifiting" levanta el vuelo con su casi noise suave para terminar el viaje con "Rose". En resumen, unos clásicos inolvidables, donde siempre tendrán a "Hex" como máxima referencia.
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