Tres años han pasado desde que se editó el monumental "New Bermuda". Deafheaven están de nuevo ante nosotros. Black metal con corazón. Metal avanzado. Post rock con rosas de acero. Gritos con cláxones de lilas.... Se me agotan las palabras para definir a esta maravillosa banda.
"Ordinary corrupt human love" sea quizás el disco menos violento de su carrera. También el que más cromatismo tiene. El que más se rodea de épica y sensaciones de himnos inacabables. Valga "You without end" como principal ariete en esta emocional contienda de ruido y flores.
Los 11 minutos de "Honeycomb" nos los muestran en plena forma, con George Clarke sacando sarampión de su garganta, urgando como un enfermo en lo visceral, en el drama, en la despensa de los despojos del amor mientras las guitarras arropan ese fondo bestial gutural que casa a la perfección con un extraño metal amorfo.
La explosión de postrock viene con "Canary Yellow", y su proclama definitiva de pasajes donde las guitarras se solazan entre mares de calma, y para dar rienda suelta a tu corazón subes el volumen para acallar este verano de temperaturas desérticas. Solemnes y expansivos, raudos y definitivos.
En "Near" se atreven hasta jugar con el dream pop, en un jardín de recreo de voces que son sirenas en una marejada de sentimientos febriles y "Glint", mi favorita es una delicada canción con un ojo en Mono, donde se recrean en calmas que no lo son, en vítores de esparcimiento mientras la noche cae sobre la demolición de los sueños.
Hasta Chelsea Wolfe aparece en "Night people", quizás la mas floja del lote, para terminar con "Worthless animal" una sacudida nerviosa de épica y de voces demenciales. Deafheaven, de nuevo con nosotros para revivir el post metal, para expresar a su manera nuevas maneras de afrontar el dolor. Bello.
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