"Margerine eclipse", fue el primer disco que sacó Stereolab después de la desaparición de Mary Hansen, y sus canciones parecen una loa dedicatoria a la que con tanto talento formó parte de esta maravillosa banda de pop electrónico.
Desde que suena la inicial "Vonal declosion", con el francés como idioma para atarnos a sus reflexiones naif, queda claro que estamos ante uno de los trabajos más interesantes de Stereolab. "Need to be" es juguetona, espacial, y "Sudden strars" con esa dulzura que nunca empalaga, con esos lugares comunes que desde descubrí "Emperor Tomato Ketchup", he ido encontrando en cada disco suyo.
Laetitie Sadier sigue cantando como un querubín alojado en un reino de parabienes, algarabía grácil, rumbo hacia la epopeya definitiva. Y como no, si queremos hallar el lado kraut que siempre acompañó a Stereolab, también lo podemos encontrar en perfecciones del tipo de "Margerine Rock", con esos teclados que parecen escupir antiguedad, con ese soniquete tan perfecto para fabricar melancolía.
Y luego tenemos cuando con embaucan con sonoridades vintage del tipo de "The man with 100 cells", pura orfrebría para oídos tratados con efluvios de arpas marinas. Un prodigio. Como la casi tecno "Margarine melodie" y la increible y melosa "Feel and triple".
Estoy seguro que esté donde esté Mary Hansen, pasará unas tardes agradables sentada en una terraza, viendo la puesta de sol, tomando a sorbos un puzzle de té, escuchando "Bop scoth" y cerrando los ojos otra vez....
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