lunes, 13 de mayo de 2024

THE AUTEURS "How i learned to love the bootboys" (1999)

 


Con este monumental disco se despidió Luke Haines, con sus The Auteurs. Y vaya final. El barroco personaje, el músico díscolo seguía en plena forma, produciendo canciones como caramelos envenenados ("The Rubettes"). 

Y lógicamente los que seguimos  toda la trayectoria de este lanzador de flechas a tu corazón, disfrutamos con su epílogo con tonadas tan transcendentes como "1967", o la que titula el disco, un auténtico baile rítmico de guitarras para la discoteca. 

"Your gang, our gang" es casi punk, para que en "Some changes", nos secuestre con uno de esos himnos decadentes que te dejan rendido a la primera escucha. Luego "School" se retuerce en un pop de esos que te deja sin aliento, como "Johnny & The Hurricanes" y su fabrica masiva de psicodelia extraña. 

Puntazo de disco, puntazo de canciones. "Asti spumante" es una detonación controlada de melodías para correrte una juerga en silencio, como "Sick of Hare Krisna" y su meloso y crujiente pop de dormitorio. Grande Haines, este donde esté, haga lo que haga, siempre ofreciendo su maestría para nuestro regocijo.

 

sábado, 11 de mayo de 2024

POP CRIMES. "Gathered together" (2023)


 Lujazo en toda regla el primer disco de esta banda gala, tras un ep que venía a introducir el sabor melódico de un grupo que la verdad te deja un regusto vibrante, con sus melodías artesanales, con su pop de guitarras que duelen ("Ends and begins"). 

Melódicos y urgentes, casi parecen una banda neozelandesa ("No more cryin'), con huecos suficientes en su haber para tararear y pasar un feliz día con himnos del tamaño de "My friends". Cuando meten teclados por medio, les sale "Orange juice", para destapar el polvorín de las esencias. 

"Please come back in the game" es otra joya que hace que tus oídos claudiquen, y "What you loved" parece acercarse a una psicodelia amable. Y luego esta el arsenal de canciones redondas para nota superlativa como la emocional "Do color last?" o "All that time" y su sonajero de guitarras que suenan a un mar que acecha. 

Mi favorita, la que da ocaso al disco, "Nothing has changed", pura armonía para festejar que aun se pueden hacer grandes canciones de pop para ponerte la carne de gallina. Apuntamos a Pop Crimes. Seguro se que hablará mucho de ellos. 


jueves, 9 de mayo de 2024

SHIPPING NEWS. "Very soon, and in pleasant company" (2001)


 Mathrock, post hardcore, slowcore.... La banda de Lousville (con miembros que en algún momento estuvieron en Rodan y The For Carnation), certificó en este que fuera su mejor disco, que lo suyo se defendía por sí solo, como lo muestra ese inicio rompedor llamado "The March song", donde el mathrock es predominante. 

Juegan y se divierten con la calmosa y efectiva "Actual blood", para nubarrones internos, para géiser del alma, vibrando en letanías, esperando que llueva para imaginar melancolías. "Simple halo" y "Nine bodies, nine states" son dos perforaciones marca de la casa, donde las disgresiones instrumentales se elevan a través de un magma sónico que hará las delicias a los que nos gusta este tipo de afrentas musicales. 

Sin embargo, cuando más los disfruto es cuando pedalean pétalos de slowcore otoñal, agazapados en torrentes de silencios que se convierten al rato en pequeñas explosiones de andar por casa para quitar de las paredes las telarañas del ayer ("Quiet victories"). 

"Contents of a landfill", es otra de las gemas que esconde este trabajo tallado con mimo huyendo de especulaciones, y viajando entre claros pasajes de amaneceres envueltos en luces que no se apagan. Para terminar, "How to draw horses", certificando la naturaleza reflexiva y a la vez catártica de una banda que nos regaló muy buenos momentos.


martes, 7 de mayo de 2024

KINSKI. "Airs above your station" (2003)


 En algún lugar entre Mogwai y Sonic Youth. En ese sitio es en el que se movían a sus anchas este grupo de Seattle, siempre de la mano de un aire cercano a una psicodelia con ramalazos divagadores como lo que vemos con el inicio de este cd con "Steve's  Basement". 

Con una discografía sin ningún paso en falso, su pegada refleja a las claras la sintonía de un grupo comandado por Matthew Reid, donde la distorsión se divertía con proclamas de ruido ("Semaphore"), o interludios de esos que te dejan sin palabras, como esa colosal "Rhode island freakout!". 

Mi preferida es "Schedule for using....." con sus casi 12 minutos de cohabitación con los sonidos de Mogwai, templados, emocionales, resistentes a la apatía y a la conformidad, puro disparo o "I think i blew it" con su tristeza a pruebas de días cálidos. 

"Your lights are (out or) burning badly" es otra proeza sónica que va creciendo cada segundo que pasa, desde una calma frenética a una furia desbocada cercana a Explosions in the Sky. Para terminar, "I think i blew it (again)" pone la guinda a un viaje alucinante por sonoridades de esas que emocionan. 



domingo, 5 de mayo de 2024

IDAHO. "Hearts of palm" (2000)

 


Sonidos calmosos los que producen Idaho, banda de California liderada por Jeff Martin, afiliados al slowcore desde sus inicios, y que tienen a este "Hearts of Palm", como uno de sus discos más brillantes. El inicio con "To be the one", ya pone las cosas  en el camino de la seducción íntima. 

Vale, no son American Music Club ni Red House Painters, (los dos grupos más afines estilísticamente hablando), pero la garra suave de canciones como la que titula el disco, bien sirve para posicionar su actitud.

Y es que el binomio formado por Jeff Martin y John K Berry, te hacía sumergir en la candidez de un buen trago de silencio ("Down in waves"),  aunque también hay pestañeos de distorsión como "Happy times" y "This cloud we're on".

Pero lo que predomina son las sombras tristes como "Dum Dum", o las cadencias donde el drama se vislumbra de hurtadillas ("Evolution is cold"). "Alte dena" parece nacer de una sombra que se hace luz, repleta de íntimos motivos para encadenarte a esa sensación  placentera donde es fácil caer en una necesaria apatía. Brillante.

En resumen, un disco repleto de sabiduría íntima, para gozarlo en días fríos de otoño, arropados por el calor de algún recuerdo.


jueves, 2 de mayo de 2024

LISABÖ. "Lorategui izoztuan hezur huts bilakatu arte" (2023)

 


Ni más ni menos que 25 años llevan Lisabö nadando entre el ruido y la furia, con espacios de parón para reponerse de tanto enjambre sónico, de esa batidora de post hardcore que no deja a nadie indemne, porque la música de este grupo va directamente al alma, te perfora, te deja ko. 

"Lorategui izoztuan hezur huts bilakatu arte", es la segunda parte de su anterior "Eta edertasunaren lorratzetan bilutzu ginen" (2018), forjando en la unión de ambos discos una frase que sobrecoge: "Y tras el rastro de la belleza, nos desnudamos hasta transformarnos en mero hueso en el jardín helado". 

Desde que suenan las introducción del álbum con "Sarraila", pasando por ese escalofrío que la sigue, "Urpekaritza baso kiskalian", la tensión que crean, como una amenaza constante, no deja de retumbar en tus oídos como una pulsión que todo lo devora. 

Las dos baterías, las guitarras, la tormenta desatada, el aire vencido por la inclemencia, el fragor de una demolición programada que amenaza llegar antes de los previsto. Así es el enfrentamiento con la música de Lisabö. "Kristalezko begiei so" te seduce por su voracidad y "Gauak gure ametsak baino luzeagoak dira" es un remanso de calma que te prepara para la mayor explosión del disco, "Gutariko bakoitza gara denok", donde con sus constantes cambios de ritmos crean un frenesí sónico de esos que quitan el hipo. 

"Hosto zehargarriak" es otro mazacote de post hardcore altamente emocional, inflamable, retador, que da pie a terminar el disco con la solvente y tremenda "Zeru arrosaren guraizeak", donde dejan a las claras el poderío inflamable que tienen. 

Contando los días que ando para verlos en directo por primera vez en unas semanas. A este gran grupo no hay que perdérselo.  


martes, 30 de abril de 2024

SEAFOOD. "When do we start fighting" (2001)

 


Cinco discos sacaron esta banda londinense comandada por su cantante David Line. En todos ellos se nota la querencia por los sonidos de Sonic Youth, siempre suavizados por una actitud inclinada hacia el indie rock como nos muestra la inicial "Cloaking". 

No tuvieron mucho éxito, pero hay que reconocer que sabían afrontar con eficacia el reto de hacer buenas canciones ("Western battle"). El disco fue producido por el miembro de Girls Against Boys Eli Janney, y también se dejan caer por aquí Mary Lorson de Madder Rose y el mismísimo Scott McCloud de los GAB. 

Hits inmediatos como "Pleasure head" con esos arreones de guitarras saturadas, se dan la mano con estribillos de esos correosos, ágiles, de pegada inmediata, donde la cantante de Madder Rose, ofrece todo su poderío melódico ("What may be the oldest"). 

"People are underestimated" es la parte más moderada de una banda que consigue en temas como "Splinter" elaborar una perfecta pegada de ruido y baja tensión. Luego tienen también la vertiente que les funciona menos, como en "In this light will you fight me" donde quieren pasar por una banda de slowcore y donde la cosa resiste a medias. 

Tampoco aporta mucho la balada "Desert stretched before the sun", donde parecen sin fuelle, perdidos en sonidos demasiados calmosos. Así que un trabajo que empezó como una bala, se acaba diluyendo en una parte final que sobra ("Similar assassins"). 

Nos quedamos con la parte más furiosa de su repertorio, donde sacan a relucir sus intrincados vaivenes de electricidad.