martes, 11 de marzo de 2025

BARRY ADAMSON. "Oedipus schmoedipus" (1996)

 

Como la mayoría de discos del ex-Magazine, Barry Adamson, el concepto de banda sonora imaginaria parece creado para él, donde abundan en su discografía, como en este "Oedipus schmoedipus" canciones nacidas para poner música a películas que nunca existirán. Y vaya nivelazo el que se gasta Barry. 

En "Set the controls for the heart of the pelvis" cuenta con Jarvis Cocker, para dar al tema ese toque de sensualidad y glamour que la ocasión merece. ¿Quién no ha escuchado alguna vez ese himno casi de cine negro que es "Something wiked this way comes"? Se te pone la piel de gallina. Hasta David Lynch la acogió y la hizo sonar en "Lost highway". 

"The vibes ain't nothin' but the vibes", es triste y radiante, música para poner después de una de esas resaca que hacen historia, con el vozarrón de Adamson narrando entre la bruma volcánica. En "It's business as usual", Carla Bozulich presta su voz a un barullo caótico, donde la tensión va creciendo a cada instante. 

En "Miles" recupera como no al gran Davis es un homenaje de esos de nota alta. "Dirty Barry" es oscura y retadora. Me encanta el jazz suave e hipnótico de "In a moment of clarity", un paseo de calmas entre el baile de un saxo que te deja sin aire. Brutal. En "Achieved in the valley in the dolls" es Billy Mackenzie la que lleva el mando en la más digamos soul electrónica de este lote tan disfrutable. 

Que delicadeza tiene "State of contraction", parece una pieza neoclásica repleta de susurros y lamentos, para rematar con su amigo Cave en la romántica "The sweetest embrace". Qué placer escuchar a Adamson y sus peculiares juegos sónicos. A disfrutar toca pues. 


domingo, 9 de marzo de 2025

OK WAIT. "Signal" (2023)

 

Si hay un género que no anda digamos entre sus mejores momentos (a parte del post rock), ese es el post metal. Lejos ya las aportaciones brillantes de bandas como Isis, Neurosis o más recientemente Russian Circles, la verdad es que no hallo muchas oportunidades para el disfrute. 

Y Ok Wait, el trío de Hamburgo, la verdad es que no ofrece tampoco muchas garantías para que podamos salir del dique seco al que nos enfrentamos cuando te topas como ocurre con "Escape" y "Letter" con dos casi miméticas canciones donde las disgresiones de guitarras rozan el metal con aristas de post rock, sin llegar a percutir en ningún momento. 

La cosa parece que se intenta reflotar con "Damage", precisamente por la inclusión de momentos épicos que por lo menos visten al tema de una sonoridad distinta. "Return" parece querer ser intensa, pero naufraga por su reiteración en crear paisajes que no dicen nada, que viven con luz apagada. 

"Horses" es redundante y "Switch" continua por la senda de una instrumentación que a veces resulta monótona y hasta pesada. La cosa parece que quiere remontar con la delicada "Mantra", pero "Dejavu" deja constancia que la cosa no funciona. 

Causa fallida la de OK Wait, la verdad es que no ofrece las suficientes garantías para que pueda aportar a su favor dilemas favorables para su recomendación. 


ACOUSTIC LADYLAND. "Last chance disco" (2005)

 


El mismo año que Acoustic Ladyland sacó este disco, fue elegida como la mejor banda de jazz, con el premio BBC Jazz Award. La cosa es que hablar sólo de jazz cuando nos referimos a Acoustic Ladyland se queda corto. Jazz punk. Si, eso es lo que eran este grupazo liderado por el saxofonista Peter Wareham". 

Escuchas "Iggy" y es como una explosión nuclear. O "Om konz", con ese aire de psicodelia atravesada por ese saxo infernal. Lo de  Acoustic Ladyland es de nota alta. En "Deckchair" parece que se ajustan más a los cánones en una pasada rítmica brutal, para a continuación con "Remember" , mi favorita con ese aire melancólico que se quiebra con una explosión rítmica de una banda que en directo tenía que ser todo una experiencia. 

En "Perfect bitch" parecen punks, y la vacilada de "Ludwig van Ramone" es para encumbrarlos, con esa capacidad de fiesta eterna y a la vez una técnica feroz que hace que caigas bajo su hechizo de manera inmediata. 

¿Quieres descoyuntarte? Ponte "High heel blues" y ese aire casi grindcore, y veras tu salud como recupera los años perdidos. Menos mal que luego viene "Trial and error" para relajar un poco tus vísceras trastocadas con tanto movimiento. 

Pero no hay tiempo para el descanso. La brutal "Thing" con su caos disonante es rápida y demoledora, para en "Of you" volver al jazz de enjundia, con ínfulas siempre de transgresión. En resumen, no aptos para personas con problema de corazón. La releche.


viernes, 7 de marzo de 2025

VELCROS. "Strange news from the vault" (2024)

 


Quién pudiera decir que Velcros son alemanes. Escuchando la primera canción del disco, "Starting now", parece que no encontráramos con una banda de power pop de los 80.  Vaya sonido el que se gastan en el que es su primer trabajo. 

Energéticos, repletos de buenas melodías, de fuerza y estridencia siempre comedida,  el trio germano en apenas media hora consiguen con temas como "Hollowed", llenarte los oídos de nostalgia. "Troubled mind" y ese aire de pop envenenado te contagia desde la primera escucha, como hit inmediato para no parar de ponerlo, como "Avalanche" donde manda más la distorsión. 

"Devotion" es otro chute de adrenalina cargada de alta dosis de encantamiento, como "Sooner later" y ese preciosismo instrumental de otros tiempo, y esa delicadeza que supura cada instante de escucha. "Bitter lake" es quizás la más punk del lote, aquí agitados, cercanos a los primeros Weezer, propagando altas dosis de energía interna. 

Se muestran más reflexivos y tranquilos en "Fading too", pero sin apenas recuperar el aliento, siguen a lo suyo con "Floater", otro de los puntos fuertes de este buenísimo disco. Con "Default parody" acaba un disco que se pasa en un suspiro. Apuntamos el grupo.  


martes, 4 de marzo de 2025

BARK PSYCHOSIS. "///Codoneme:dustsucker" (2004)

 


El término post rock nació con ellos. Simon Reynolds fue el que con su crítica del primer disco de Bark Psychosis, "Hex" (1994), definió como post rock lo que la banda realizaba en un pedazo de disco, para mi quizás el mejor jamás grabado del género. 

Diez años después de ese maravilloso sobresalto, su líder Graham Sutton, ya sin sus compañeros, sacó este segundo y último disco del proyecto, donde aunque queda lejos el impacto de "Hex", nos encontramos con temas de grandes hechuras como "From what is said to when it's read" y sobre todo el inquietante "The Black Meat" que parece una evolución natural de lo que hacían hace 10 años. 

"Miss abuse" también conserva esa inquietante magia que te envuelve desde que empieza asomar el tema, pero aquí cambiando el lirismo antiguo por notas de experimentación. Envolventes suenan en "400 winter", con la tecnología tomando el mando de un crisol de susurros en medio de una niebla que impacta y te seduce. 

Quizás el disco adolezca de la redondez de "Hex" en su conjunto, que caiga algo más en lo disperso, pero siguen siendo valiosa la aportación de Bark Psychosis al género ("Burning the city" es otra muestra de ello). Es sin embargo en otras canciones como "INQB8TR" donde la faceta más experimental resta pegada a un trabajo que se nota que quiso continuar por la senda de "Hex" pero no termina de engancharnos con la poesía que tenía aquel.

"Shapeshifiting" levanta el vuelo con su casi noise suave para terminar el viaje con "Rose". En resumen, unos clásicos inolvidables, donde siempre tendrán a "Hex" como máxima referencia.


domingo, 2 de marzo de 2025

A.R. KANE. "69" (1988)

 


En el año 1988, este disco fue número 1 de las listas independientes del Reino Unido. No es de extrañar dada la calidad de la propuesta del grupo comandado por Alex Ayuli y Rudy Tambala. El que fuera el primer disco del grupo, es todo un cóctel estilístico donde se puede ya sondear apuntes de dream pop, de post rock, de shoegazing, de dub.... En fin un no parar. 

El comienzo con "Crazy blue" y sobre todo "Suicide kiss", con ese enjambre de distorsión temeraria, con esa sacudida sónica de ruido revoloteando en un mar de placer sónico, da paso en "Baby milk snatcher" a una experimentación dub sofocadora. 

No es de extrañar que Simon Reynolds regara elogios hacia ellos.  De esa época nadie suena como ellos. Incluidos en la primera hornada de bandas de post rock, cuando el género estaba en pañales, la necesidad vital del grupo de expandir sus coordenadas musicales, les llegaba a volar por minimales mundos devastadores ("Scab"), o acercarse a túneles de noise expansivo ("Sulliday"). 

Escuchar el disco de A.R. Kane hoy en el año 2025, después de tantos años, es algo reconfortante por la vigencia y actualidad de un sonido que desarma por su poder transgresor ("Spermhale trip over"). Volver al pasado para entrar en su laberinto poblado de sombras y aristas ("The Madonna is with child"), es todo un paseo por el lado mas inquieto de una época poblada de grupos a seguir. 


viernes, 28 de febrero de 2025

ARAB STRAP. "The red thread" (2001)


 
Partiendo de la idea oriental de que existe un hilo rojo invisible que vincula a los enamorados hasta el fin de los tiempos, el grupo formado por Aidan Moffat y Malcolm Middleton, construyó en el que fuera su cuarto disco, toda una biografía de lo que es ser un ser doliente. 

Desde el inicio con "Amor veneris" y "Last orders" con su melancólica compungida, nos sumergimos en una senda repleta de agujeros en cielos particulares de desasosiego, acompañados por reflexiones de tecnología siempre tenue ("Scenery"). 

"The devil-tips" es casi una experiencia de minimal post punk para en "The long sea" elevarse en la canción más experimental de disco, catarsis de post rock. "Love detective" es la manera que tienen Arab Strap de acercarse a un antihit y en "Screaming in the trees" caminan por senderos donde se voz a todas las obsesiones que ha marcado el devenir de la carrera de este duo de bohemios de la decadencia. 

Ya en la recta final de "The red thread", "Haunt me" y "Turbulence", ponen el punto final a este viaje por la desolación, entre pasajes de luces líricas y rugosidades suaves de un un grupo con una voz propia que hará las delicias de los insomnes de corazón.