domingo, 31 de julio de 2016

SCOTT WALKER & SUNN O))). "Soused" (2014)


¿Qué puede pasar si se junta un taumaturgo de las obsesiones más negras como Scott Walker (discos como "Bish Bosch", asi lo atestiguan), junto a unos cenobitas de Satán como Sunn o))), los maestros del drone?

En la primera canción de este "Soused", queda todo dicho. "Brando" y sus ocho minutos de flagelaciones minimalistas, de guitarras que amenazan, de latigos que parecen perforar los cielos. Scott a lo suyo. Se hace preguntas, vive hacia dentro, perorata para cuando le viene en gana, hacer de tenor de una ópera donde él pone el drama y Sunn o))) el apocalipsis.

"Soused" es un ejercicio brillante de valentía oscura, una manera más que tiene Scott Walker de sentar cátedra desde la más profunda oscuridad. Y Sunn o))) se ajusta perfectamente al mensaje de Scott, teloneando la misa negra del dolor con burradas sónicas como "Herod 2014", drones y brujas, Walker que mira el vacío antes de tirar por el acantilado arrastradas palabras que se quedan en la bronca de un eco. Miedo. La noche del fin, y el mundo visto desde la negritud de la portada de "Soused".

Más de 70 años Scott Walker y aun le aguanta el cuerpo para destrozarnos el ánimo con la explosiva "Bull", casi un hit de la desolación, un canto de cisne negro, con la voz teatral que llama a Sunn o))) para vivir en una catarsis colectiva, industrial, plegarias que se detienen entre credos sin fe, ganglios en el sol, la mano que mece la cuna no tiene dedos, empiezan los lobos a aullar....

5 largas canciones componen esta radiografía de la exaltación de la noche, de los desvaríos imprecisos de un alma que no se conforma con el silencio, que necesita expresar su caos interior. "Fetish" es decadente, se arrastra entre secuencias de bombas íntimas, se yergue como un barco que no suelta el ancla, que navega entre el frío y el dolor.

Para terminar, "Lullaby". Una fuente de agua corrompida. Una amenaza. Como para poner banda sonora a un film de terror aun sin construir. Repica Scott, repica su goznes mientras los chicos de la capucha miran para otro lugar, se tatúan en sus calvas cabezas estrellas de muchas puntas mientras Walker no deja de plantar rosas negras en su jardín particular de las delicias. Oscuridad divino tesoro, Walker canta, el mundo se para.... No perderse el vídeo.



viernes, 29 de julio de 2016

STANDSTILL. "Standstill" (2004)


Este disco fue importante en la carrera de Standstill. Si desde sus inicios fueron unos de los propagadores del idiario del sello Bcore (una especie de Dischord a su manera), con explosiones sónicas como "The Ionic spell", o "Memories collector", fue en este lp homónimo, primero cantado enteramente en castellano, en donde a la banda se la intuye el presente tan portentoso que tienen ahora.

"Feliz en tu dia" es un diamante en bruto, con un toque melódico que arrebata, como la contundencia guitarrera de "G.M.", emocore para llorar mientras el sol quema la piel antes de que la lluvia llame a la puerta de la desolación.

El grupo de Enric Montefusco se estaba guardando un as en la manga cuando saco este artefacto. Y los temas van cayendo como una oleada, ensamblados por la mecánica de la catarsis, por un tormentosa marea de enjambre como "Por todas las cosas", pacto de fuego que colina arriba se cuela entre nanas corrompidas ("Si me levanto") o sacudidas de rock casi progresivo como "Poema 3".

Standstill trazaron el cielo con sus bengalas eléctricas, la manera más idónea para catapultar sus pasiones más íntimas, sus puños al cielo mientras la llama no se apaga, no se quiebra ni con el viento más feroz.

Me encanta el inicio suave, tenue, de "Cuando", ortografía para soñar, sonarte las lágrimas y rendirte a la evidencia de que estamos ante una enorme banda. La canción va cobrando brío. La batería redobla sus vítores, la catarsis es un continuo tobogán exprimidor. También "Gafas de buzos" comparte esta amapola de pétalos electrocutados.

Las guitarras que dan comienzo a "Un gran final", me hacen pensar en la última época de King Crimson, y para acabar "88:88", juglares porciones de pasteles envenenados, sofisma de ritmos imposibles.

Después vendría "Adelante Bonaparte" o "Viva la guerra". Pero este "Standstill" es un trallazo combativo y con mucho arte. Enorme combo Standstill.


martes, 26 de julio de 2016

FUTURE OF THE LEFT. "The Peace & truce" (2016)


Vale, estamos en julio, a últimos y aun falta un tiempo para acabar el año. Aun así, dudo que se publique un disco como esta burrada de Future of the Left. Si, es complicado que alguien pueda conseguir que en cuarenta minutos no pares de botar, de gozar, de moverte como un poseso como cuando empieza "If AT&T drank tea what would BP do?" mientras el bajo se rompe, y el ritmo te vuelve orate.

La ostia. Los de Gales han engrasado su maquinaria, (más todavía), haciendo que este disco, sea el culmen de una carrera de 10. Desde "Curses" (1997) les he seguido la pista, y con este cd han llegado a lo más alto, a la cima de la bestialidad. "In a former life"  es una secuencia programada de post hardcore ordenado, de gritos y eyaculación eléctrica, una bomba sin contener.

Las canciones de Future of the Left se te clavan, se te adosan al sedimento de tu psique, vuelas con ellos, te llenas de migrañas y luego empiezas a gritar. "Running all over the wicket" es un hit antihit. La guitarra repta, y como no recordar a Mclusky, la banda embrión de este pedazo de grupo que si hubiera salido en los 90, hubiera llenado las paredes con su nombre y su detonación.

Me gustan porque no se casan con nadie. Van a su aire. Te vacilan en "Miner's cruel" con sus voces que casi rapean y su gusto por la bestialidad con gotas de sudor de ángel. Pero la cosa tiene su miga.Las dos siguientes, a su manera, "The limits of battleships" y "Back when i was brilliant" son dos petardazos para no dormir, una secuencia programada de ritmo y frenesí. Todo un placer vamos.

Y lo que me apasiona del album es que no es posible coger aire, soplar y hacer una paradita. Imposible. "Eating for none" es una calentura de esputos y difamación, una rotura en el rock, una hemorragia que sutura espasmos.

¿Como no acordarnos de Shellac cuando nos enfrentamos a "White privilege blues"? Y como no parar de bailar cuando suena "50 days before the hun". Goznes que chirrian, palmas al viento, atalaya de luces y delirio. Para acabar un guiño a Dead Kennedys, "No son will ease their solitude". Si, me reafirmo, el mejor disco del año. La reostia.


domingo, 24 de julio de 2016

THE BIG PINK. "A brief distopy of love" (2009)


El disco de debut de esta banda inglesa fue la ostia. Basta con pararse en las dos primeras tracks del cd, "Crystial visions" y "Too young too love" para caer rendido en este bálsamo de electro rock con patillas y voltaje máximo. Si, la primera impresión es la que vale, y los chicos hacen de brit pop una excusa para sacudirnos con baile y frenesí.

Hay motivos suficientes para creer en este duo londinense, formado por Robbertson Furze y Vicky Jean Smith. Su música se te enreda en la cadena y te pide marcha. "Dominos" es chula, predomina en ella el recuerdo de Madchester, las largas horas de baile mientras tentabamos a la suerte con noches sin fin.

"Love in vain" es romanticismo brit, ojos rasgados por las tristeza que dan paso a "At war with the sun", un single en toda regla, unos minutos de colapso para llenar tu coche de marcha, de olores a The Charlatans o The Stone Roses. La cosa funciona.

Hasta la electrónica "Velvet" tiene su gracia sumergida en una vaho de ternura y envueltos ritmos que te dejan en silencio. La nota bailongo la pone "Goldel pendulum" para no parar de tensar cuerdas, neones y un par de tragos y todo bien. El club del baile y yo con ganas de soñar...

Como "Frisk" y su elegante coartada para que sintamos sobre la piel el tacto del hielo cuando se quiere hacer agua sobre nuestros antojos. Si, aunque solo sacaron un lp más en el año 2012, "Future this", este "A brief distopy of love" es toda una máquina de baile compungido, un ariete de electro rock, una bacanal de máquinas locas. Para seguir sudando en este verano que nos presiona.



jueves, 21 de julio de 2016

ROWLAND S.HOWARD. "Pop crimes" (2009)


El australiano Rowland S. Howard, colegita de Nick Cave, sacó este pedazo de disco, en el año 2009, puro pegamento para el sentir, destripando letanías como la sobrecogedora "Shut me down", un paseo por el lado más chungo de la vida, cosiendo nubes, respirando cieno y locura.

En su haber esta haber militado en las mejores bandas de la isla de los canguros: The Birthday Party, The Boys Next Soors, Crime in the City Solution o These Inmortals Souls. Una vida en el filo de la aguja, su muerte en el mismo año de edición del disco, nos dejó este testamento como una gran estela para que le recordemos.

"Lifes what you make it" es puro Cave, blues arrastrado, como su voz de pantera, como sus ojos  que miran desde el exceso, desde la condenación. La que titula el cd, bien pudiera estar en cualquier disco de Gallon Drunk, pero sin elevar el tono, A Rowland la bastaba sacar a pasear su garganta entre rosas rociadas de gasolina para convertirnos sin piedad en acólitos de su desdicha.

Mola la versión que hace de Townes Van Zandt, en "Nothin", y en "Wayward man" saca el cuchillo de cocina del post punk para llevarnos a su faceta más íntima en "Ave Maria", De esas canciones que te erizan los colmillos.

"The golden age of bloodshed" pone el punto final a un disco y a una vida aullando a la luna de los bandidos, de los que siempre han estado en el lado salvaje. Valga pues este artículo como recuerdo a uno más que se fue por la puerta de los malditos. Con la mirada perdida, con el arte del guerrero que no decae. Un australiano enamorado de la zona oscura.



martes, 19 de julio de 2016

BOB MOULD. "Patch the sky" (2016)


Vuelve el guerrillero de Bob. vuelve uno de los padres del hardcore melódico, padrino de los 90, unos de los artistas que con Sugar llegó a una cumbre que a mantenido en su carrera en solitario y con este "Patch the sky" se ha elevado a la cúspide total.

Tan solo con escuchar la contudencia de "The ends of things" está todo dicho. Acero en las guitarras, su voz a borbotones y la melodia siempre como eje principal, basalto y voltaje que te emociona y enerva.

Si "Beauty & Ruin" era bueno, este "Patch the sky" es mejor. Los 90 en una cápsula espacio tiempo de recuerdos buenos. No paro de tararear "Hold on", el disco ya me lo meti en el mobil, suena en casa como disparos certeros mientras el calor arrea fuera y el aire acondionado se mezcla con la voz de Bob, barítono de los desgarros.

"You say you" es desde ya una de mis canciones favoritas de este bochornoso verano. Lo mismo que con Sugar, ardiendo con una estructura que te pide subida de volumen, minutos de pasión desaforada mientras a kilos recibes el sofoco de una de las mejores generaciones musicales de la historia de la música.

Baja la caña con la sensual "Losing sleep", pero la electrocución sigue con "Pray for rain" una quimera hecha realidad, la contudencia y el fantasma de Sugar mientras Bob sigue con su poderosa garganta desgañitádose entre luceros de fuel y abrasión.

No me canso de escuchar "Lucifer and God". Sé que si en vez de cuarenta y tantos años tuviera 20, ahora mismo estaría encerrado en la habitación, pensando en romper con todo, moviéndome con espasmos, hasta llegar al sudor de la juventud que arde, dislocando la voz mientras noto que la ventana se mueve y baila al compás de este motín sónico que cada vez que lo escucho me gusta más.

Esta claro que la madurez le viene bien al ex-Husker Du. Hasta suena rock pesado en "Daddyâs favorite". Una de mis preferidas, casi al final, "Black Confetti", medio tiempo que reparte estopa, luciérnagas con mascaras de gas, lujuria indie, ostias de tormentas.... Bestial. Melodía made in Mould.

Y para terminar "Monument", pausada y ritmica, efectiva y medicinal. Creo para nuestro bien, que tenemos Bob Mould para rato. Se aconseja darle caña a tu equipo en la escucha de este pedazo de lp.


viernes, 15 de julio de 2016

THE CHURCH. "Under the milky way" (1999)


¿Qué decir de The Church sin que la emoción no empiece a correr a raudales desde el inicio del artículo? Es empezar a sonar "Almost with you", canción emblema que me acompañó en los 90, y que ahora vuelve a reverberar mientras el tiempo no se detiene, y el disfrute nace de una manera espontánea.

No se las veces que grabé este pedazo de canción en esas cintas que pasaban de mano en mano con los colegas. Queriamos hacerles partícipe de nuestros secretos. Suena el punteo en el minuto 2,50 y me voy rápido al espejo. Parece que la sombra de ayer se ha pegado al cristal. Jóven, una leve coleta, ojos provocadores, un cigarro en la boca, siempre el negro como color de ropaje de guerra. Es un fantasma del pasado. Han pasado muchos años, queda el negro y la voracidad de conocer.

The Church, australianos, nacidos en los 80, forjaron un sonido propio, repleto de melodías y guitarras, de deseos e incontención. Este recopilatorio de 1999 viene como anillo al dedo para recuperar sus primeros trabajos, ("The Blurred Crusade", "Strarfish", "Of skins and heart", entre otros). Y joder como se te queda el cuerpo cuando suena "When you were wine", y esa psicodelia de mares ignotos, y esas voces que se clavaron en el ayer.

Steve Kilbey y sus chicos supieron llevarnos rápido al huerto. Delicadeza, canciones que dejan huella, amargura dulce para tus ojos abanicos. "A month of sundays" de "Remote luxury", es otro prueba más de ese pop de ensueño que fabricaban al por mayor, garantía para perderse entre toneladas de alegria sin domesticar.

Cuántos recuerdos y todos buenos. "The Blurred crusade" es uno de los vinilos que tengo más rallados. Sufrio el ansia que tenía por emociones fuertes, y The Church siempre nos regaló momentos especiales repletos de confetís y escozores sentimentales. Las 17 canciones de esta compilación recrean ese micromundo que crearon cuando nos vimos imbuidos por el espiritu de esta iglesia tan sin dios ("Shadow cabinet").

"Myrrh" de "Hedyday" (1985), el disco donde salian las fotos de los 4 con esas camisas alfombras persas, es otro de esos hit que oyéndolo ahora pasa la prueba de los años con nota de matricula. Vaya sonido. La que da titulo a la recopilación, es quizás una de las mejores canciones de la carrera de The Church. Conjuga la perfección sensibilidad, dream pop, en un disco, "Starfish" que también es una de las cimas de su carrera.

De ese mismo album "Reptile", un pedazo más de confort pop, de melaza para los corazones. Y "Metropolis", del disco "Gold afternoon fix" (1990)  es otra pieza clave de orfebreria pop, kilates de sensaciones, rumores ensalzadores.

No hay nada como cerrar los ojos y soñar. Volar planeando a sitios y momentos donde pusimos sonrisas, donde hicimos amigos. The Church estaban allí. Como tantos otros. Testigos nuestra agitación,  voceros de nuestra sonrisa.


miércoles, 13 de julio de 2016

RETRIBUTION GOSPEL CHOIR. "2" (2010)


Alan Sparhawk, miembro de Low, uno de los grupos que ha convertido los lamentos en un arma de doble filo, que ha hecho del slowcore un estilo para hablar de nuestras tristezas, se quito el traje de los silencios para embarcarse en esta aventura, llamada Retribution Gospel Choir.

Si el disco homónimo que sacaron en el año 2008 era bueno, éste "2" es aun mejor. Desde que suena "Hide it away" y sobre todo la galvánica y electrificante "Your bird", no puedes dejar de subir el volumen, con esa dosis de furia, de tormenta que descarga y no se apaga, el rugir de los cielos, la indisciplina del pavor.

El comienzo de "Workin' hard", nos trae a la mente a Neil Young, descarga abrasiva de luceros que encienden cielos, colina en llamas, mientras Alan canta como un poseso. Acompañado a la bateria por Eric Pollard y al bajo por Steve Garrington, acunan tensión, se mecen con veneno. "Poor man's daughter" son casi seis minutos de un martilleante rugir, donde la guitarra es una jabalina asesina, expansión total de rock visceral, cañaveral de caos, con un final de esos de época. Joder, pedazo de disco.

Mi preferida, "Something's going to break", una autentica bestialidad que empieza en una anarquía sónica brutal para acabar en un volcán melódico que te deja sin palabras."Electric guitar" es otro tambor de guerra, otra estampida de decibelios que piden guerra. Para terminar, bajando el pistón, un murmullo al cielo, una mano que saluda a Low, "Bless us all", delicada, balada de mal rollo, tristeza garantizada.

A los que nos sentimos como en casa cuando escuchamos a Low y sus perpetuos slogans de dramas íntimos, recibimos a Retribution Gospel Choir como una sacudida que no se acaba, un electroschock de llamas y amenazas. Cuando la fe se convierte en detonación.


lunes, 11 de julio de 2016

CHUCHO. "Los años luz" (2016)


Cuánto tiempo ha pasado desde que "Koniec" se nos clavara en las entrañas. 12 años. 12 largos años con Chucho en la perrera de nuestro recuerdo, en el hogar de los canes meditabundos que se pasan las horas aullando al cielo en busca de alguna estrella fugaz descarriada, hollando la tierra para descubrir tesoros que se olvidan al instante de tenerlos.

La espera ha merecido la pena. "Los años luz" ya se ha instalado en nuestras vida. Desde el comienzo con "Esto es un error" con ese aire juguetón que solo Alfaro puede dar a las canciones, introducción de un abanico de tonadas que nos servirán para calentarnos el verano. Para lamernos las heridas en el otoño.

Juan Carlos Rodriguez y Javi Milla acompañan a Fernando en este trayecto, aventura jalonada por hits inmarchitos, como la potente "Flores sobre el estiercol", oscura, extraña, repleta de aristas, como diciendo aqui estoy yo, el cánido más singular de la camada indie, rabia y bilis, catarsis radioactiva.

Porque si hay una cosa que define el sonido de "Los años luz" es la energía, siempre acompañada de unas letras cuidadas, ritmos febriles. Pero cuando más me emociona Alfaro es cuando baja el pistón para construir escenas cotidianas de pop helecho, de suspiros que son enjambre. Una de mis favoritas, "Cosas hermosas", es de esas que puedes repetir día tras día.

Este quinto disco como Chucho desde que salio en el ya lejano 1997, "78", es una forma magnifica de comprobar la salud musical de este tahur del pop revoltoso, de las leyendas con trasfondo de rebelión. Me gusta "Oso bipolar" porque transmite delicadeza, carga razones para que no olvidemos jamás a Surfin Bichos y todo lo que vino después.

"Predicar en el desierto" suena retadora, angulosa, recordando los tiempos cuando empezó todo. Como "Desidia" y ese rictus declamatorio de sonidos que se te clavan como una serpiente al cuello del querer.  Y la rabia sin contener, con las guitarras ardiendo aparece en "Fuego fatuo" la más bestia del disco, añagazas que van y vienen, profecías de un mal día, adrenalina venenosa. Bestial.

También hay hueco para la ironia fina en "Viva Peret!" y como colofón y adiós, "Las chicas del calendario", los meses que pasan, la espera, las voces del cha, cha, cha, el fin de un disco amigo, de esos que te acompañan susurrando. Divino retorno. Albacete tiene playa, en sus mar se escucha los lamentos de los perros abandonados al azar....



viernes, 8 de julio de 2016

RACHID TAHA. "Bonjour" (2009)


"Bonjour" fue el octavo disco de este argelino afincado en Francia. Y como todo los trabajos de Taha, el disco es una mezcolanza de sonidos árabes, con dejes sin cosméticos de pop, fusión en perfecto engranaje para gozar de este francotirador festivo.

"Je t'aime mon amour" está dedicada a un colega y en "Mokhtar" con sonidos sintetizados, habla sobre la vida de un vagabundo. Taha siempre ha sido un artista comprometido, repartiendo mandobles ante las injusticias que salpican la vida de los más débiles. "Bonjour", no podia ser menos, y es un altavoz donde se alivia su voz de denuncia.

Hasta se acerca a una especie de country de arenas movedizas en "Ha baby", para en la que titula el disco con Gaëtan Roussel, escurrirnos con motivos sinuosos entre grados de agitación y desmesura. Taha utiliza "Mabrouk Aalik", para hablar de sobre la mala relación de los árabes con los judios.

El que en su dia nos aluzinó con esa pedazo versión de The Clash, "Rock El Casbah", sigue en plena forma, captando esencias. El compromiso de Taha es total. No es la primera vez que ha criticado a Francia, su pais de adopción, por sus politicas en las barriadas, o sobre el auge de la extrema derecha. El rock aparece en "It's an arabain song", sobre la actuación gala en Argelia cuando ésta era colonia.

"Sélu", con toques de flamenco, y la canción de amor "Agi",  pone el punto final a un disco entrañable, de lucha, de convinción. Que la lucha continue.


miércoles, 6 de julio de 2016

THE KONKI DUET. "Il fait tout gris" (2005)


Kumi, Zoe, y Tamara. Japón, Rusia y Francia. Las tres chicas, desde su base de operaciones en París, se lanzaron a la aventura con este "Il fait tout gris", una colección de canciones pop divertidas, matemáticas, extrañas, con capacidad para evocar.

No se cortan en cantar en japonés, francés y ruso. Y la verdad es parecen hadas descarriadas por un mundo demasiado serio para ellas. "Slow sex" tiene un punto de electrónica juguetona, y "Tu vas partir sans moi" juega al escondite con ramalazos de chanson mientras hacen del enigma  pasión.

Hasta se atreven con una versión de Visage, la que titula el disco, con vientos y aleteos de mariposas confabulando salmos de luz y sedación. "Melody", en japonés es una corriente de agua que te asea las manos de melancolía, muérdago y a volar pestañas.

Tienen un aire de medievo y romance en "On dort mieux quand il pleut", nana exquisita para que un juglar aventurero en un minuto recite tonadas de amor eterno. Como "In the trees" y su rumor de brisa fresca, amalgama de poesía, catapulta de sedacción.

Vuelven a tirar confetis de chanson con "Le mariage dans les nuages" para prepararse a ese haiku tan personal que se llama "Hokago". The Konki Duet tiene ecos de Cocorosie y de The Blonde Redhead última etapa. Lo suyo son las ensimismaciones afectivas, los gladiolos reflexivos.

Se aceleran las chicas con "Cindy", sacudidas controladas de tensión, para terminar con "Do! Family" fabula de resistencia interior. Asi son The Konki Duet, leves y concisas, fantasmales y sugestivas. Para sobremesas de calor reclamadoras de sueño.




lunes, 4 de julio de 2016

THE MONOCHROME SET. "Volume, contrast, brilliance: unreleased & rare vol. 2 (Demos 1978-1991) (2016)


Todo un lujazo el volumen 2 repleto de rarezas y primeras grabaciones de este gran banda que apareció a finales de los 70 pergeñando unas buenas sacudidas de rock independiente, sin casarse con nadie, abanico de pop, guitarras de porcelana, con Bid y Lester Square llevando la batuta con acierto.

The Monochrome Set nunca tuvo la suerte de The Smiths. Ni falta que les hace. Los londinenses se forjaron su leyenda a hurtadillas con temas como "Something about you" (aquí versión 1985), o canciones de proto post punk, como "I wanna be your man".

Este volumen de rarezas, que sigue a uno que sacaron en 1983, tira de la generosa cantidad de discos que atesora el grupo para perdernos en lozanías tan chulas como "Cilla black" (1983), donde seguro que Morrisey miró mil veces para dar el empuje definitivo a The Smiths.

Nadie como The Monochrome Set para jugar con las melodías,para garabatear signos en el aire con sus escozores de fiesta sin acabar, ("Reach for the gun"), o ordalías de garage psicodélico como "Fly me to the moon" (versión 1978).

Cuando más me gustan The Monochrome Set son cuando se hacen dandys sin escrupulos, ("Love"-1985). No me extraña que combos como The Divine Comedy o Pulp les tengan como grupo de referencia. Hay veces que parece un grupo de rock con guiños a los 70, "I want your skin",  y otras como "White lightning" donde son pura new wave.

16 canciones donde regodearse y vitorear las multiples caras de una banda genuina, sin la que es dificil comprender la situación de la musica independiente de los 80-90. "Bella Morte" es pura adrenalina, y "Swing" (año 1986), un pegote de pop con marchamo de hit imperecedero.

Para el final las dos más recientes, año 1991, "Black are the flowers" y "Jack", donde se ve ya una depuración en el sonido, un paso más en la evolución natural del grupo. Sirva pues este disco de rarezas para sacar del baul de los recuerdos discos tan recomendables como "Love Zombies" (1980) o "Dante's casino" (1990). 




viernes, 1 de julio de 2016

PONY BRAVO. "De palmas y cacerías" (2013)


Pony Bravo ha sido una de las noticias más refrescantes que ha dado la música independiente de este país. Los sevillanos desde que salió "Si bajo de espaldas no me da miedo y otras historias", han sabido con su singularidad hacer algo que nadie había hecho hasta la fecha.

Un batiburrillo de krautflamenco, de rock psicodélico con rumbas de palmas que sueñan langostinos. Este "De palmas y cacería" tras el indispensable "Un gramo de fe" (2010), vino a decir que estamos ante un huracán de aire fresco.

Las dos primeras del disco, "Turista ven a Sevilla" y "Político neoliberal" son confecciones de retales por todos oídos pero con un cachondeo inusitado, con una gracia singular, atávica, paradoja del sur. "Cheney", dedicado al político yankie es una inusitada paradoja espacio tiempo de rock que fuma burbujas, mientras el trío de sevillanos se arremangan las mangas para coplearnos verdades como puños.

Hasta parecen los Doors en "Mi DNI", cambiando la gravedaz de aquellos por una perorata que se parte el culo de todos aquellos bobos que se creen los amos del cotarro, los más indies del orbe nacional. Me parto con estos chicos.

"Eurovegas" es frenética, es un colapso de rubor y mandobles que van y vienen, minimal, germánica del Nervión, manzanilla y tornillos, jocosidad que te hace saltar y saltar.  Me pasó en su día con Pony Bravo, lo mismo que hace poco con el Niño de Elche. Ambos han abierto camino, han puesto sus migas para detonar campos y andares.

Y "Zambra de Guantánamo" es todo un elixir que te hace danzar como un orate para con "Ibizta" perder el norte definitivamente. Y para el final de este éxtasis que no se acaba, "El mundo se enfrenta a grandes peligros", afterpunk de plastelina. Si, Pony Bravo, son la irreverencia personificada, el do de pecho total. Maravillosos como sus canciones, un grupo a vitorear.