lunes, 31 de julio de 2023

SHAPES AND SIZES. "Split lips, winning hips, a shiner" (2007)

 


Qué buenos que eran estos canadienses, con tres discos en su haber, (el último en 2010). Este fue su segundo largo, y en todo un compendio de indie rock en forma de remolino belicoso, de guitarras que hieren y de melodías que supuran ("Alone/Alive",  "Head' movin"). 

La voz de Caila Thompson resalta en este amasijo donde a veces asoma la cabeza un art pop bien manufacturado ("Geese"), y otras los tenemos en plan extraviados en un folk de origen desconocido repleto de trombones y duendes malos ("The taste in my mouth"). 

Pero cuando resultan impactantes de verdad es cuando se ponen a musicar discordia ("Teller/seller"), o hacer nanas punks ("Grassy corner, a sunset).  Mi favorita, un himno de esos que te quiebran la cabeza, "Highlife (i had been duped),  algo así como hallarse a una Bjork nada coñazo, extraviada en el ruido. 

"The horse's mouthy mouth" y "The long indifference" son las más experimentales de un disco que se pasa en un pis pas, y donde se atreven hasta a jugar con la samba en esa bellaquería llamada "Victory in war". 

Para terminar un homenaje a las riot girl con "Piggy". En fin, para estos calores que nos matan, no hay nada como esta música que reproduce las altas temperaturas. Que más da. El caso es que lo pasemos bien!!!!!


sábado, 29 de julio de 2023

TH DA FREAK. "Indie rock" (2023)

 


La verdad es que esperaba algo más de éste el que es ya quinto disco de esta banda de Burdeos, con un nombre tan explícito que ya parece haberte ganado. Y más si antes has escuchado ese pelotazo de indie rock con guitarras como fuentes manando a todo trapo y potente melodía llamado "Serie A".

Pero no es oro todo lo que reluce, y se pasan de vueltas con un engranaje musical que les acerca al lofi más previsible, y a bandas como The Dodos ("Feel animal"). Cuando aceleran, la cosa funciona ("Young bro"), cuando se hacen psicodélicos la cosa se queda a medio camino ("I was around"). 

Luego están excentricidades como "Somewhere", que se queda en tierra de nadie. Prefiero la luminosa y adictiva "Say say", con sus melodía y sus ganas de juerga. "Keep it" es aburrida y "Flies" que iba para himno se queda en un vano intento. 

Ya justo cuando está a punto de terminar "Indie rock", nos encontramos con la mejor del lote, "Let me see the sun", medio tiempo y arreón incluido. Lo dicho, mejor quedarse con sus anteriores ediciones. Este "Indie rock" son solo buenas intenciones. 


jueves, 27 de julio de 2023

KAYO DOT. "Choirs of the eye" (2003)


 Con este disco empezó su exitosa carrera esTa banda  norteamericana de avant garde metal, alojada en el sello del John Zorn, Tzadik Records. Y los de Avant garde metal no es una boutade. Las cinco canciones que conforman este "Choirs of the eye" son una miscelánea que bucea en espacios que podíamos llamar post rock, como partes del tema que inicia este aventura, "Marathon", y que al poco se va convirtiendo en una marejada de un metal repleto de esquinas, de sueños extraños.

Temas de mas de diez minutos, menos esa transición de 5 que es "A pitcher of summer", repleto de un lirismo acariciador, de un montón de sonidos apaciguados, en medio de lo que sabes que se va a avecinar. Porque la paz no puede durar mucho tiempo. 

Porque aunque la cosa empiece para bailar entre panderetas y vientos, ("The manifold curiosity"), al poco se va convirtiendo en una salmodia de voces rudas, de susurros que son gritos, de una agitación que te perfora y te excita. 

Porque hay espacio para la reflexión ("Wayfarer"), pero siempre llega la tormenta, con su bramido, con sus goznes que da miedo, para poner las cosas en su sitio ("The Antique"). Lo que hace a Kayo Dot distintos de todos esos grupos de post metal es su ambición por traspasar estilos, por no quedarse fijados ni parados en un solo estadio musical. Y este disco, es eso y mucho mas. 


martes, 25 de julio de 2023

PROTOMARTYR. "Formal growth in the desert" (2023)


 Con ellos cuando los vi hace casi uno año, empezó de nuevo ese gusanillo olvidado de ir con asiduidad a conciertos (este año ya van 8). Porque la verdad es que verlos fue pura catarsis, con su líder Joe Casey en pleno estado de forma, llevando al post punk a unos niveles de esos que parecían ya irrecuperables.

Los norteamericanos vuelven con "Formal growth in the desert", un disco que si bien tienen buenos temas, es algo continuista con lo que ya llevábamos escuchando de ellos. No, no es un disco malo, pero si quizás el más flojo de su carrera. 

"Make way" y "For tomorrow" parece que ya lo hemos oído antes,  y aunque "Elimination dances" y "Let's tip the creator" son un pasote de esos remarcables, tirando de épica y de distorsión, tras múltiples escuchas, lo he disfrutado pero menos que sus otras grandes obras. 

Siguen siendo de todas formas en lo suyo uno baluarte. El post punk como ellos lo miran, que tira de Pere Ubu y de todos nuestros queridos recuerdos, lo rejuvenecen a base de himnos ("Graft vs host") y dentelladas de distorsión ("3800 tigers"). 

A mi cuando mas me gustan es cuando se ralentizan ("Polacrilex kid"), o cuando nos traen a los The Fall a la memoria ("Fulfillmenter center"). Otro de los puntos álgidos del trabajo, "We know the rats" da paso a "The autor", afilada y feroz. 

Si, los adoro, disfruto con ellos, pero dado la maestría de su saber, me gustaría haber encontrado un disco más enfocado a precipicios varios. Aun así. Todo un lujo. 


sábado, 22 de julio de 2023

KARATE. "Unsolved" (2000)

 


Hace poco más de un mes tuve la suerte de verlos en directo, y la verdad es que es de esas cosas imborrables que perduran largo tiempo en tu memoria. El grupo de Geoff Farina, que desde mediados de los 90 vienen construyendo un edificio con materiales de indie rock, de jazz amable, con una serenidad que apabulla, con una elegancia que hechiza. 

"Unsolved" fue su cuarto disco, y el que contiene más temas de esos rompedores, que dejan huella (el inicio es brutal con la delicadeza de "Small fires"),  sugestivos y radiantes, siempre con una voz propia, porque nadie suena a Karate. Acompañado por unos músicos competentes, "Unsolved" navega entre bucolismo ("The lived-but-yet-named") y ese desgarro eléctrico de "Sever" con Farina tocando la guitarra como un querubín enrabietado. Soberbio. 

"The roots and the ruins" es una jam sessions interminable, un sofoco que se enreda en una ola balsámica de electricidad sabia. "One less blues", es otro de los puntos fuertes, de un pedazo de obra para regalar a los oídos. 

Después te topas con "The angels just have to show", una especie de slowcore con cloroformo de arcilla, y tu cuerpo pide sentarse, esperar el final con ese colofón llamado "This day next year". donde se acaba este pedazo de artefacto que visto lo visto,  es como una dulce medicina para tiempos de depresión. 



sábado, 15 de julio de 2023

JOHNNY MAFIA. "Sentimental" (2021)

 


La cosa empieza con brío con ese torbellino que es puro Pixies primera época llamado "Split tongue". Lástima que poco a poco el globo de esta banda gala se vaya desinflando, porque lo que se prometía con temas como "I'm sentimental", se va convertido con el paso de la escucha en un batiburrillo de sonidos indie rock más amaestrado. 

"Sentimental" sería un disco más interesante si se despegasen de ese sonido tan cercano a a Weezer ("Aria"), y la sensación de que sus canciones adolecen de algo más de mala leche. Los gritos en plan Black Francis de "Phone number", están bien si antes no lo hubiéramos escuchado mil veces, como "Trevor Philippe" y sus melodías que no funcionan. 

"Refused" es otro petardo sin pólvora, donde dejan todo el peso de la canción en una distorsión que no inflama. "Love me love me" se reviste de los mismos oropeles del resto del disco. Se sumergen en los 90 pero su traducción viene dañada por esa intención de ser excesivamente complacientes. 

Así lo que empezó como un cohete, con el paso del disco, se va convirtiendo en una lineal propuesta fabricada con el eco de esas bandas que nos engatusaron en los 90. Y eso que a veces la cosa promete ("Nail gun"), pero es solo un espejismo. Una pena.


martes, 11 de julio de 2023

JESU. "Ascension" (2011)

 


De todos los proyectos en el que se ha visto envuelto Justin Broadrick, (el principal Godflesh, pero también Tecno Animal, Scorn, God, Napalm Death entre otros), mi favorito es Jesu, donde deja de lado su parte mas industrial, para adentrarse en terrenos cercanos a un slowcore acelerado ("Fools") con gotas de shoegazing y siempre el post metal como faro iluminador. 

"Ascension" fue su segundo disco, y para mi el mejor de su carrera, un compendio de pasiones que suben y bajan, de guitarras que son melancolía y truenos que se acicalan ("Birth day"). Sobrecogen los murmullos silenciosos que espantan y te llenan de suspiros, la tensión que crean con esas distorsiones como nubarrones que recitan salmos de luces internas ("Sedatives"). 

La verdad es que podemos considerar a Jesu la parte más amable de un carrera, la de Broadrick, siempre al lado del peligro, sobre acantilados que se asoman entre telarañas de recuerdos, reflejos rotos por hachazos melódicos, por una incontinente capacidad para crear lugares donde residir entre penumbras de silencios ("Broken home"). 

Terciopelo sónico soplando entre arranques de guitarras que te hacen emocionar hasta resoplar tormentas ("Brave new world"). No se las veces que he escuchado el disco esta semana. Incontables. Cada una de ella se vio acompañada de un estimulante viaje de rubores y salmos de tensión que no se detiene en todo un álbum que contiene un buen arsenal de borrascas internas ("Black lies"). 

Ahora que tenemos en el mercado nuevo disco de Godflesh con su característico sonido apocalíptico, no está mal sacar de nuestra discografía este pedazo de disco, islote de tragedias cotidianas, de música para volver a soñar.


domingo, 9 de julio de 2023

TEKE::TEKE. "Hagata" (2023)

 


Escuchando la primera canción del disco "Garakuta", parece que nos encontramos de lleno con una bizarra formación japonesa. Pues no, el grupo viene de Montreal, son 7, y eso si, con dos japonesas que aportan a la cuestión la magia que el experimento merece. 

Porque lo que nos encontramos en "Hagata" es psicodelia, surf, garaje. folk japonés.... Y merito tiene que todo suene como suena: hipnótico. "Gotoku lemon" es minimal y festiva, vientos a los cielos y cicatrices en las nubes, flauta lagartija y sonidos extraños por doquier. 

"Hoppe" es otro festín de fanfarrias y de sonidos que parecen querer ser progresivos pero vuelan libres en un desenfreno de esos que hechiza. "Onaji heya" tiene un espíritu punk que te atrapa desde el primer minuto y "Me no heya" con ese principio con la flauta como protagonista te lleva a bosques con manantiales de agua salvaje, a lugares donde el rocío hace barbacoas. 

"Doppelganger" es puro 70 y "Setagaya koya" es una reliquia de música tradicional japonesa con un componente psicótico que es todo un placer para los oídos. En resumen, un portentoso disco que se defiende solo, repleto de matices, de abruptas formaciones sónicas, todas ellas sugestivas que resultan reconfortantes. 


jueves, 6 de julio de 2023

PRETENDERS. "II" (1981)

 


Quién iba a decir a la buena de Chrissie Hynde cuando trabajaba en la tienda de ropa donde el payaso de Malcolm Mclaren pergeñó el nacimiento de los Sex Pistols. que iba a ser la protagonista de esta aventura llamada Pretenders. En la última serie sobre los Pistols, se ve que Hynde era la más sensata dentro de un mundo repleto de genes engreídos y soberbios, que si bien pasaron a la historia como participes de una época dorada y necesaria, dejaron por doquier cadáveres de todo tipo a su paso. 

Este segundo trabajo de Pretenders empieza como un clavo con esas dos pedazos de canciones iniciales, "The adultress" y "Bad boys get spanked". "Pretenders II" fue la última vez que la formación original grabaron juntos (dos de sus componentes fallecieron) , y fue la continuación de un primer trabajo repleto de rabia, nacido del punk pero siempre con el lenguaje propio que creo Hynde con su voz, y su inclinación al rock. 

"Message of love" es uno de esos hits atemporales que te sigue poniendo la carne de gallina aunque haya pasado tiempo sin escucharlo. Como ese vendaval de sensualidad que te deshace cada vez que la escuchas, "I go to sleep", para radiarlas mientras amas, mientras te dejan, mientras archivas nostalgias, mientras cierras los ojos y sueñas. 

Y como este disco esta repleto de hits, te chocas de golpe con las caricias de "Birds of paradise", o ese estribillo tan rutilante en "Talk of the town". En "Pack it up" recuperan la rabia punk que tan bien les sentó en su primer lp para en "Waste not want not" engancharse al reggae.

"Day after day" y "Louie Louie" son otras más de las joyas que nos encontramos de un trabajo que visto los años pasados es una delicia su escucha. Porque la verdad, es que Pretenders eran muy buenos. 



martes, 4 de julio de 2023

JAPANDROIDS. "Celebration rock" (2012)


Japandroids es un grupo de dos discos. Los dos primeros. Ya nos dejaron noqueados con "Post-nothing" (2009), y este, su segundo, es otro mar de aullidos punks, de rock para romperte la crisma ("This nights of wine and roses"). Y digo esto porque lo que vino después es mejor no pararse en ellos, convirtiéndose en  un grupo bastante predecible (sobre todo el aburrido "Near to the wild heart of life"). 

Pero "Celebration rock" es otra cosa. Contiene una de las canciones más explosivas que ha salido estos últimos años, ese pedazo de hit llamado "Fire's highway", urgente, indie rock, visceral, catarsis por vena. Tremendo. La pareja que forman Japandroids, Brian King y David Prowse, hicieron de la rabia su leitmotiv, arañándonos con goces sonoros como "Evil's sway" o escupitajos punks como ese desenfreno llamado "For the love of Ivy". 

Ocho canciones en 35 minutos de desenfreno, donde el cuerpo te pide subir el volumen y gritar cuando suena ese huracán titulado "Adrenaline nightshift". Lo repito, es una pena que se olvidasen de la distorsión en sus posteriores producciones, porque sin ella son un grupo más sin pena ni gloria ("Younger us"). 

Escuchas "Continuous thunder", el tema que cierra el álbum, y no te queda más que volver a ponerlo para que el goce siga intacto. Qué buenos que eran Japandroids. 



domingo, 2 de julio de 2023

MOONLIGHT BENJAMIN. "Wayo" (2023)

 


La canción que titula el disco nos pone los pelos de punta. Como el resto del lp. Y es que lo de esta artista haitiana es un huracanado seísmo de blues, vudú y guitarras electrificadas. Ya van tres trabajos con este, y cada disco es un compendio de tradición y fiesta, de sonidos que te hacen moverte y emocionar ("Haut la haut"). 

Momentos que casi recuerdan a PJ Harvey ("Taye banda"), junto a reflexiones blues de esas que son para degustar en un club con las luces iluminadas con el sudor que nace de una expresión artística que te hace volar ("Ouve lespri"). 

En "Pe" vuelve a revolucionar los sentidos para en "Freedom fire" conseguir un rutilante himno de esos que te provoca carne de gallina de forma inmediata. "Limye" es juguetona y brutal. Como ese puzzle de sonidos cuyos ecos vienen de África, como vemos en la desgarradora "Bafon". 

"Lile" y "Ale" quizás sean mi favoritas de un repertorio que a cada escucha triunfa por su descarada manera de afrontar el blues con sus diversas raíces. Para terminar, "Pwenn fe", una carantoña a festejar por su determinación y jolgorio. 

En conclusión, Monnlight Benjamin es un decorado perfecto donde poner tus oídos a remojo. Un festival sin fin, el blues y una mujer en cuyo pecho habita un león. 


sábado, 1 de julio de 2023

THE MAGNETIC FIELDS. "I" (2004)

 


Asi es el irredento Stephen Merritt. Solo a él se le podía ocurrir titular un álbum como "I", con todas las canciones empezando por esa letra. El séptimo disco de este delicado grupo, sigue siendo un portento de melodías perfectas (I don't believe you"), de canciones que te sacaran de la apatía (I don't really love you anymore"), con su frescor barroco, con su pop de seda. 

Estos campos magnéticos siempre han funcionado a la perfección. Y este "I" es otra pieza de una discografía donde es imposible aburrirse ("I looked all over town"), donde buscamos la repatriación de playas con cocoteros tristes y daiquiris de color a juguete para enjuagarnos el calor que nos condena como ese pedazo de hit llamado "I thought you were my boyfriend" en clave New Order lofi. 

"I was born" es delicada, una nana de pereza y sueños, un letargo que amaina con un abrazo, una dulce sensación de paz que no se va. Luego nos topamos con "I wish i had an evil twin" y se abren los cielos, y se colapsa el lenguaje. 

Merritt, siempre Merritt. El buhonero que nos vende canciones en las esquinas ("I'm tongue-tied"), que realiza saltos sin red como esa divinidad llamada "Irma". ¿Quién puede no sentirse sobrecogido ante ese cantor de pasiones al por mayor?. Puro Indie Pop como vermut para días que prometen ser muy felices.