miércoles, 28 de febrero de 2024

TEENAGE FANCLUB. "Nothing lasts forever" (2023)

Quién me iba a decir a mi que esos melenudos chicos que vi en los 90 en una sala de Madrid junto a The Posies (concierto memorable por cierto), con el paso de los años se iban a convertir en unos forjadores de melodías del tipo de "Tired of being alone", dulzura a raudales, ruptura emocional escapando por el desagüe del corazón. Sin palabras. 

Y es que Teenage Fanclub a lo largo de los años han ido forjando a su manera una espectacular colección de canciones de esas que perduran y perduran. Norman Blake y sus chicos a pesar de los cambios de formación que han tenido, continúan en la senda de los temas redondos ("I left a light on"). 

"See the light" es otro almanaque de melodías perfectas que da paso a "It's alright" donde se muestra la elocuencia musical de una banda que pertenece desde hace tiempo a ese elenco de grupos que sabes que no te defraudarán ("Falling into the sun"). 

Pop que mira a los sesenta con nostalgia y pétalos de sonrisa como esa maravilla que se llama "Self- sedation" o caricias soleadas del calibre de "Middle of my mind" donde se vislumbra la verdadera capacidad del grupo para dejarte sin palabras. 

Lo mejor viene al final, con uno de sus mejores temas de su carrera, "I will love you", desde ya un clásico de esos que perdurará seguro a pesar de la agitación de los tiempos. Muy grandes Teenage Fanclub. 




lunes, 26 de febrero de 2024

PIANO MAGIC. "Life has not finished with me yet" (2012)

 


"Life  has not finished with me yet", fue el penúltimo disco de la carrera de esta brillante banda inglesa comandada por Glen Johnson desde últimos de los 90. Y como no podía ser de otro manera, y como en su dilatada discografía, este trabajo es otra obra de esas tejida con elegancia y una cantidad de registros musicales que hacen que caigamos rendidos desde la primera escucha. 

Comenzando por "Judas" y ese aire que recuerda a unos Dead Can Dance inflados de tecnología y versos sueltos, o "The slightest of threads" con su gótico aire a mansalva de misterio sobrecogedor con una abrupta distorsión que te deja ko, todo es belleza a raudales, todo es dinamita para el corazón. 

Ya lejos de ese indie pop electrónico (muy particular siempre eso sí) de sus inicios, este lp puede resumir la capacidad de sorprendernos de un grupo que siempre nos cautivó. "Chemical" es minimal y radiante, y "Lost antiphony" es una tristeza que embauca y te aprieta fuerte. 

La que titula este portento de viaje, es otra sucesión de versos sueltos de confort, que radian y tejen láminas de sabor a un folk oscuro de historias, tristes. Apabullante. Como "(The way we treat) the animals" y esas cuerdas volátiles, o la sugestión que provoca "Jar of echoes".

En "Higher definition" se escoran más a la electrónica, y  "You don't need me to tell you" es una pieza de orfebrería rebosante de encanto y que da la voz a "A secret never told" otra daga sentimental. Lo dicho Glen y sus chicos, siempre abrazando el misterio. Una delicia. 


sábado, 24 de febrero de 2024

THE BEVIS FROND. "London stone" (1992)


 Ni más ni menos que desde últimos de los 80, la banda liderada por Nick Saloman sigue en activo. Años y años elaborando discos donde se juntan la psicodelia, el indie rock, el power pop, el rock..... Grupo con discos de esos que hay que meterse con paciencia pero que al poco recibimos el gratificante beneficio de las cosas bien hechas. 

"London Stone", año 1992, con una edición especial ampliada en 2005 hasta los 18 temas, empieza con una introducción de violines en un tema de tonada tradicional "Stonedance", para en "Coming round" meternos de lleno con esas melodías de la casa que tanto recuerdan a Dinosaur Jr. Sensibilidad a flor de piel.

"That same morning" otro hit marca de la casa, da su paso a "Living Soul", donde sale la vertiente que más se acerca a Jimi Hendrix, a la psicodelia más tumultuosa. Unas bizarría brutal. Como "Still trying" y esos arranques de distorsión que abruman, como esa roquera "Well out of it". 

"Freedom falling" es otro pelotazo con aires setentero que da paso a la que titula el disco, que es donde verdaderamente más me gustan, con la melodía aflorando desde cada guitarrazo. También hay momentos para la calma y la reflexión ("Lord of Nothing"), pero la chicha está en temas como "And now she's gone", rabiosa y casi rozando el punk. 

Así es Saloman, jefe de orquesta de un concepto musical que bebe de muchas copas, y donde es imposible hallar apatía. "On a liquid wheel" tiene cierto toque soul cautivador, y la versión demo de "Coming round", la mejor track del disco, es otra replica sísmica contenida de este agitado cóctel. 

El folk de "Scavenger" certifica la multiplicidad de registros de un autor que veremos en un par de meses por Madrid, presentando disco. The Bevis Frond, un grupo a recuperar. 


jueves, 22 de febrero de 2024

SPRINTS. "Letter to self" (2024)

 


De momento es el disco de este año que está solo balbuceando. Y es que lo de este grupo irlandés es para enmarcar. No solo por su furia, que la pillamos a las primeras de cambio cuando empieza a escupir "Ticking", sino por el sonido que tienen. No parece que fuese el primer disco. 

Gotas de riot girl, de indie rock, mala leche, unos clips confeccionados con mimo para que nos deleitemos con este fragor de batalla ("Heavy"), y una actitud que augura un futuro de esos para disfrutar, si la cosa no se tuerce como la de los malditos Idles. 

La cantante y guitarrista Karla Chubb, es un torbellino sin fin que no para, un terremoto que arremete y te deja ko como esa punk song llamada "Cathedral". Himnos a raudales ("Shaking their hands"), acercamientos a sonidos noventeros, ("Adore, adore, adore") y explosiones nucleares del calibre de "Shadow of a doubt", dicen mucho de una banda correosa, repleta de fundamentos y aristas. 

"Can't get enough of it"  suena a Siouxsie y "Literaty mind" es otra de esas canciones de enganche rápido. Con "A wreck (a mess)" te rompen las caderas y en "Up and comer" dejan claro que la distorsión es su lenguaje. Para terminar "Letter to self" otro templo para la batalla. 

Las verdes tierras de Irlanda, nos siguen proveyendo de grupos para entonar himnos para nuestro goce. Sprints, estaremos atentos a ellos. 


martes, 20 de febrero de 2024

MORRISSEY. "You are the quarry" (2004)

 


Sin duda que nos encontramos ante uno de los mejores discos de su carrera. Y quizás es el mejor de su última época, pues poco a poco con sus sucesivos trabajos después de "You are the quarry", fue perdiendo la gracia que tanto buenos momentos nos dió. 

Y es que el inicio no podía ser más brillante con "America is not the world", y "Irish blood, english earth" con esa pegada guitarrera que hasta nos recuerda a los primeros The Smiths. También hay tiempo para hacer canciones más pausadas como "I have forgiven Jesus", o "Come back to Camden", repertorio más que consecuente con su actitud vital. 

"How can anybody possibly know how i feel" es otra colección de urgencias melódicas, con fragor guitarrero para uso y disfrute de los que seguimos los pasos de Morrissey después de tantos años. Podemos decir que con "You are the quarry" , por lo menos para mi, terminó la parte más fecunda de un artista que poco a poco se ha ido difuminando. Los trabajos que vinieron después, como "Years of refusal" (2009), o "Ringleader of the tormentors", adolecen de esa creatividad que en este "You are the quarry"  se desborda.

Imposible resistirse ante hits inmediatos como "First of the gang to die", un single incendiario barroco y colosal, o "Let me kiss you" con ese aire decadente que impacta y emociona. Y para terminar, "You know i couldn't last", donde las virtudes de Morrissey se perciben desde el minuto 1. A disfrutar pues de este disco toca, anzuelo para los smithianos que somos muchos. 


domingo, 18 de febrero de 2024

PENGUIN CAFE ORCHESTRA. "Union cafe" (1993)


Adoro a Penguin Cafe Orchestra. Recuerdo con ternura cuando aun era un crío, con apenas 13 años, caer rendido ante este grupo tan curioso que llamaba la atención porque en sus discos aparecía seres híbridos entre humanos y pinguinos. Y luego estaba la música, instrumentales cálidos, repletos de ensoñación, como para sacar a pasear la belleza por el mundo. 

Liderados por el pronto desaparecido Simos Jeffes, dejaron una legado de esos que con el paso de los años ha cobrado una importancia feroz. "Union cafe" fue su último disco y como en sus cuatro trabajos anteriores, es música para enmarcar. Todo. 

Desde el inicio de "Scherzo and trio", hasta la delicadeza de cuerdas en "Lifeboat (lovers rock)", pasando por ese sonido de piano tan personal de "Nothing really blue", "Union cafe" es una reliquia hábilmente bordada, compuesta por filigranas estilísticas que son todo un goce. 

Todo "Union cafe" es colosal. Mi preferida del lote es "Vega", con sus diez minutos de elevación, con sus dotes para volar entre caricias, en una música que provoca emoción, torrentes de sueños. "Silver star of Bologne" es una delicia, encanta y sobrecoge y "Discover America", representa a las claras como el espíritu de Jeffes se constituía de un ansia atroz para confeccionar una especie de avant pop neoclásico de un planeta aun por descubrir. 

Te sumerges en "Kora kora" con ese sonido de piano rompedor y se te vacía el pozo de los adjetivos. Para terminar el viaje, "Red short" y "Passing through". Otras dos maravillas que reviven el paso del tiempo, otras dos joyas para chuparse los dedos. Los hombres pinguinos, la delicadeza de un artista total, Simon Jeffes que dejó una huella imborrable. 



jueves, 15 de febrero de 2024

AMBROISE AKINMUSIRE. "Owl song" (2023)

 


Pedazo de disco es este "Owl song", del trompetista Ambrose Akinmusire, acompañado a la guitarra por el aclamado Bill Frisell, y a la batería Herlin Realy. No hace falta esperar mucho, tan solo escuchando el inicio del disco con "Owl song 1", con un delicadeza atroz, con una sencillez que apabulla, que corta la respiración y que te pone contra las cuerdas. Belleza absoluta. 

"Owl song" es jazz contemporáneo con ínfulas de grandeza,("Weighted corners""), donde las notas de la trompeta de Akinmusire, se levantan como un lamento glacial, donde cada tema es una perorata de sensaciones que te seducen. 

En "Flux fuelings" es donde la guitarra de Frisell toma más protagonismo, hermanada con las notas de la trompeta de Akinmusire, fabricando espacios para la sonora introversión silenciosa. "Owl song 2", la segunda parte del tema que da inicio al disco, seduce desde los primeros acordes para que en "Grace" nos disolvamos en un éter de rumores ambientales, de sauces llorones de luces intermitentes. Desbordante. 

En "Mr. Frisell" y "Mr.Realy", tanto el guitarra como el batería son los protagonistas de este suculento postre que irradia tanto placer auditivo. En resumen, "Owl song" es un viaje sonoro provocador de calma y que hace que los que no somos muy duchos en temas de jazz, gocemos de manera instantánea con discos como este. 


lunes, 12 de febrero de 2024

PAVEMENT. "Terror twilight" (1999)

 



 Junto a Pixies, Sonic Youth y Dinonaurs Jr, formaron el cuarteto de las mejores bandas de los 90 con creces. Por todo, por su creatividad, por su capacidad de influencias en el desarrollo en años posteriores de la música independiente. Unos grandes vamos. 

Con "Terror twilight" acabó la carrera de Pavement. Luego vendría la carrera en solitario de Stephen Malkmus, pero eso es ya otra historia. En éste quinto y epílogo de una carrera radiante, te encuentras gemas del calibre de la inicial "Spit on a stranger" hit reconocible de principio a fin. 

Por que si Pavement fue siempre un grupo de canciones redondas, este "Terror twilight" no iba a ser menos. "Folk jam" y su aire casi country, o "You are a light" y esa luminosa melodía que irradia tanta luz, son una muestra de lo que te encuentras en este portentoso disco. 

Distorsiones marca de la casa como "Cream of gold", exquisiteces de una fractura de pop total como "Major leagues", todo "Terror twilight" es una rabiosa jugada de música para soñar, para entretener el señuelo de los recuerdos de esos años tan mágicos. 

"Plattform blues" es quizás la que más recuerde a los aguerridos Pavement del principio, y "Ann don't cry" es otra exquisitez de esas que se te queda rato en la memoria de tun anhelos. Que gusto volver de nuevo a toparte con "Billie" o terminar esta relación de música inolvidable con "... and carrot rope". 

Pavement, su historia y su frescura, siempre nos acompañará. Quede esta crítica para valorar a uno de los grandes combos de una época que sabemos que nunca volverá. 


jueves, 8 de febrero de 2024

SWANS. "The beggar" (2023)

 


Falta poco menos de dos semanas para volverlos a ver en directo. Todavía recuerdo su ultima actuación hace unos años, y la verdad es que a Swans no hay que perdérselos. Un ritual, una comunión con el público de la mano de Michael Gira, que lleva más de 40 años confabulando al cielo y al infierno para musitar apocalipsis. 

"The beggar" es quizás de los discos más tranquilos de Swans de toda su carrera. Aquí la desmesura se viste con ropajes de una lentitud que escarba en un discurso repleto como siempre de amenaza ("The parasite"), pero con un lenguaje musical que patrocina himnos de ojos cerrados, y  poco sitio para distorsiones y hecatombes ("Paradise in mine"). 

Cuando Gira y su banda lo deciden, se posan en sonidos siempre reconocibles, con guitarras que dan tormentos como vemos en ese himno de la decadencia que se llama "Los Angeles: city of death", donde se muestran aguerridos y feroces. Luego te topas con "Michael is done" y su cadencia lenta, acuciada en una folk espectral que da miedo, y no te queda más remedio que apadrinar oscuridades. 

"Unforming" es un canto repleto de lamentos que da paso a los diez minutos del tema que titula el disco,  donde aparecen esos ritmos tan del fin de mundo que nos tiene acostumbrados Swans. "No more of this" es triste y repleta de misterio, decadente y sinuosa, cáliz amargo, reflejo del poder colosal de un banda siempre aliada al peligro. 

Y como los Swans son los dioses del exceso, nos encontramos con una canción de 43 minutos. Así son ellos. "The beggar lover (three)",  una manera como otra cualquiera de seguir teniendo a Swans en la lucha en el frente de las oscuridades más profundas. 

Para terminar, "The Memorious", el punto y final de un disco denso, que busca la catarsis desde parámetros donde la incomodidad augura un mal viaje profundo. 



martes, 6 de febrero de 2024

PARTY DOZEN. "The real work" (2022)

 


Un saxo y una bateria. Así son Party Dozen. Sólo eso les basta para apabullarnos con un motín sónico, con una desparrame eléctrico que te llena la cabeza de aturdimiento, de un confort que milita en la especial conexión de Kirsty Tickle y Jonathan Boulet. Pura dinamita (vaya comienzo con "The Iron boot" y "Macca the mutt", ésta última con la colaboración vocal de Nick Cave, ufff). 

"Fruits of labor" es puro ritmo, casi parece una versión desbocada de los añorados Morphine. Qué disfrute!!!!. "The worker" es una animalada, casi parece no wave, para de nuevo en "Earthly time" volvernos orates esta vez con un medio tiempo de esos que te hace crujir la médula espinar. 

El tercer trabajo de los australianos da en el clavo. Es un recorrido por la parte mas intransigente del rock, un decorado perfecto para perderte entre tensiones de esas que buscan el colapso ("The big quit"), o sacudidas del tipo de "Major beef" que conforman un disco ideal para pasiones desmesuradas, para agitaciones del alma. 

Y para terminar el álbum se las apañan con una arenga de tristeza, "Risky behaviou", una legado de ritmo para destripar entre días de agua y viento ojeroso. Total que las 9 canciones del disco pasan en un santiamén. Puro disloque, ritmo total.  



domingo, 4 de febrero de 2024

SANS MERIT. "Early grave" (2023)


 El músico australiano Griffin James, antes en Francis Inferno Orchestra se ha sacado de la chistera un disco de esos que hará las delicias a todos lo que amamos a Cocteau  Twins, el post punk en su vertiente más lírica, o el dark wave con pócimas de encantamiento ("Human in age"). 

El inicio es brutal, con esas guitarras flotantes, en "Friends won't kick", que se ordenan en nubarrón de ecos del pasado y que en "Dead medal" se convierten en una nube deliciosa de emoción. El sonido es puro 80 de principio a fin, con voces desenfocadas ("Weathered men"), y con la sensación de estar continuamente viajando en el tiempo. 

"Rasslin" es instrumental y embaucadora, y "Madness" tiene un aire a The Cure que te persigue desde los primeros acordes del tema. Y de oca a oca ahora jugamos a parecernos a New Order: "Pill nye", es otro bombazo rompe pistas sin remisión. 

"Heaven's gate" es otra elocuente oda de casi shoegazing con perfume de dream pop, quizás la mejor de un trabajo que se defiende por si solo. Para terminar, "Maniac" y "Third wicket", otras dos piezas en este engranaje tan fertil de Sans Merit.



viernes, 2 de febrero de 2024

PAN AMERICAN. "A son" (2019)


 "A son" fue el penúltimo disco de la carrera del proyecto del ex-Labradford, Mark Nelson, y es quizás el disco que más te llega, el más paisajista de todos los que se engloban bajo la marca de Pan American, lejos de las veleidades electrónicas de otros trabajos como "Quiet city". 

"A son" es una delicia desde que empieza a sonar "Memphis Elena", o esa rutilante canción llamada "Sleepwalk guitars", puro post rock de ese que deja huella, que te mece en un ambiente de calma siempre extrema. 

Y es que oyendo "A son", y temas como la tierna "Brewthru" aun confías en que ese género difunto llamado post rock, cobre vida, confeccione algún arma más para que podamos sentir ese frescor que nos aprieta el alma ("Dark birds empty fields"). 

Todos los temas de "A son" rezuman tranquilidad,  son apabullantes desde su sencillez ("Drunk father"), un amalgama de cirios en procesión hacia cándidas luces romances para soñar nubes bajas ("Muriel spark"). 

Discos como este, perduran en el tiempo, son una artesanía atribulada con conexiones a la parte más íntima de nuestros deseos. Grande Nelson en su proyecto, dejó un disco como ave fénix de un vuelo sin peligro para extraviarse en espejismos.