miércoles, 29 de junio de 2022

A PLACE TO BURY STRANGERS. "Transfixiation" (2015)

 


Quizás "Transfixiation" no esté a las altura de los mejores discos de A Place To Bury Strangers (sobre todo su disco homónimo y "Exploding Head" de 2009), pero hay que decir que tras su extenuante escucha, queda la capacidad de la banda de Oliver Ackermann de utilizar la distorsión máxima para huir del shoegazing marca de la casa. 

Las dos primeras canciones, "Supermaster" y "Straigh" son buena prueba de ellos, como si escucháramos una versión de feedback extremo de Spacemen 3. Ruido, pocas burbujas y mucha música rota ("Love high"). 

Sigue presente como en toda su carrera la querencia por los sonidos Jesus and the Mary Chain, como comprobamos en la abrupta "What we don't see", pero aquí todo es densidad, hay un barullo importante, en una grabación adrede que esta continuamente enmarañada ("Deeper"). 

Y claro, eso tiene sus pros y sus contras. Se escucha durante un rato con atención y necesidad de que ocurra algo más, pero la cosa se queda sólo en buena intención ("Lower zone"). Sin embargo, debemos decir que han usado con coraje lo aprendido en sus discos anteriores, escarbando con ahínco en una descomposición de los sonidos shoegazing ("Now it's over"). 

Son cañeros y contundentes y eso nos vale. Aunque se pasen de frenada en tracks como "I'm so clean", siempre queda la otra cara de la moneda cuando te topas con "Fill the void". Disco pues de los continuistas de un grupo cuyo clímax aparece al inicio de sus primeros pasos. Para fans acérrimos del shoegazing.


lunes, 27 de junio de 2022

JIM O'ROURKE. "Insignificance" (2001)

 


Vaya manera de empezar un disco. Y es que con solo esa estampida de rock generoso y eléctrico que es "All downhill from here", ya merece no parar en el empeño de saber lo que viene después. "Insignificance" fue el segundo disco de este cantante indie todo terreno, envuelto en mil batallas siempre ( tanto como músico como productor,  nombres como Sonic Youth, Stereolab, Gastr de Sol, Merzbow son sólo algunos pero hay muchos mas) haciendo música de esa que se construye con genes ganadores (la que titula el cd parece sacada de una cassette de Billy Joel). 

Y que me decís de esas melodías que te achicharran vivo como ese elenco casi glam que es "Therefore, I am", un bello galimatías de distorsión haciendo coros en un viento de aliento siempre reconfortante. O "Memory lame", todo un espectáculo de folk underground con tintes minimales que te deja sin palabras. 

Y si hablamos de los músicos que le acompañan, nos hace más fácil entender la grandeza de este trabajo. Jeff Tweedy, Ken Vandermak o Rob Mazurek entre otros, colaborando para que el influjo no acabe hasta que finalices la escucha. "Good times" es lánguida como el sopor que produce el calor que no cesa y "Get a room" y "Life goes off", las piezas que deciden el final del trabajo, son dos radiantes y moviditas incursiones en el orbe indie. 

Una necesaria recuperación pues la de este gran disco, que nos hizo disfrutar en su momento, y que pasado mas de 20 años de su edición aun conserva ese aroma de música imperecedera. 


viernes, 24 de junio de 2022

UNIK UBIK. "I'm not feng shui" (2011)

 


Un primor esta banda franco belga. En este tercer disco vienen a confirmar lo que ya habíamos escuchado en sus dos anteriores trabajo, sonidos rítmicamente salvajes, con el saxo ejerciendo de jefe supremo, como ese barrabasada casi africana llamada ""Dan-jun", o concreciones de art punk instigador como "Rolled in flour". 

También militan en el punk sin aspavientos (la que titula el cd es toda una receta de fiereza sin peligro a disolvernos en el aburrimiento). "Pinheads on the move" es pura no wave, casi música klezmer, intuyendo en sus costuras todo aquello que nos sorprendió de la banda holandesa The Ex. 

En "Mesmerize & vanish" se relajan a trozos, especulan con suavidades que traen peligros, resonando ese espíritu transgresor que respira todo el disco. Una de las más efectivas del disco es "Tractors and cows...." donde hasta se atreven a jugar con el jazz.

Su música cautiva porque toca muchos palos, porque no se detiene ante los impedimentos. Provocan emoción en "This is the day", para en "Lazy beezy" seducirnos con su actitud de pulsiones punk, cuando este era más que una moda una forma de lucha. 

"Gypsy's revenge" es una andanada de fiereza que te deja preparado para el fin de semana y el final con "Right or contract" deja bastante a las claras el buen saber estar de esta banda afincada en Toulouse. 


martes, 21 de junio de 2022

PAN AMERICAN. "White bird release" (2009)

 

Pan American, la banda del ex-Labradford Mark Nelson, es un reguero de música ambiental que no cesa, con discos que invitan al optimismo del silencio, a la propagación de una calma de instrumentos electrónicos que festejan el ruido del no movimiento, ("There can be no thought of finishing"). 

Tras una dilatada discografía tanto con Labradford (de los grupos más importantes de la primera hornada de bandas de post rock) como con Pan American, Nelson se acerca al orbe de Brian Eno en temas como "For aiming at the stars", donde las burbujas se volatilizan en un éter que embriaga. 

Sonidos lineales con sombras ("Both literally and figuratively"), noches de temor donde es fácil perderse por túneles que ansían algo de luz protectora ("Is a problem to occupy generations"). Así es el mundo de Pan American, un reguero de constantes vitales de sonidos que van y vienen, de reflexiones entre sombras, difusas como la portada del cd, y donde es fácil tender a dejarse llevar por la inquina de los aspavientos que crean ("So that no matter").

Pan American es música para dormitorios con claraboyas abiertas hacia cielos azules libres de noches, reflexiones de teclados y sonidos que emanan de un volcán donde se enchufan los sentidos para notar la calidez de un aire que no sofoca, como sentimos al escuchar "How much progress one makes". 

Y se puede decir sin riesgo a equivocarnos, que toda la carrera de Nelson está plagada de esta idea que sintoniza sobre todo con el post rock más paisajista y cerebral, como aupando ideas de una naturaleza que hay que describir de mil formas mediante meditados experimentos sonoros ("Dr. Robert Godard" y "In a letter to H.G. Wells , 1932" con una muestra de ello). 

"White bird release", un disco para oír sin prisas, para dejarte llevar. Orfebrería delicada y rugosa a la vez. Para sobremesas de inanición total. 


domingo, 19 de junio de 2022

MISHIMA. "L'aigua clara" (2022)


 Empezar un disco con una canción como "El gran lladre" es tenerte ganado a las primeras de cambio. Y es que en este, el noveno disco de Mishima, se siguen perpetuando en esa artesanía de canciones, modelaje perfecto para que lleguen muy adentro desde el primer momento es que tu dedo roza el play y notas la sacudida de su música. 

El sonido de Mishima es bello y delicado ("Por de mi"), repleto de acertados suspiros de un pop compuesto con la yema del sentir, cargado de una intensidad nacida de un quinteto que realmente sabe ponernos la piel de gallina con su ternura tan especial ("Sé que ets tu"). 

No hay lugar para la apatía, para huecos sitios donde se instale lo inconcreto. "L'aigua clara" mana y vierte sensaciones, como un columpio imposible de parar, como una colina donde se puede vislumbrar el antojo de un atardecer que viene. 

Luego viene "Un lloc que no recordi", otra de esas gemas que tarareas mientras te preparas en la cocina un aperitivo y notas las apreciables garras de su influjo musical esparciendo su melodía adictiva, una apuesta siempre ganadora que inunda el aire de sonidos de esos que te consuelan y animan. No es la primera vez que salen por Discos Pensados (ni la última)  Mishima, y cada vez se van superando más. 

Impactante la canción que lleva al nombre de la ex-actric porno "Mia Khalifa",  y "Cotó" donde parece que quieren que nos relajemos después de este viaje para prepararnos para lo que viene a continuación: "El llibre de l'amor", versión de Magnetics Fields,  y el tratamiento musical del poema de Joan Vinyoli "Ens crèiem únics", puro fuego embaucador. 

En resumen,  otro disco para encuadrar, otro conjunto de canciones que se deslizan sin aspaviento hacia lo más profundo de ti. 


jueves, 16 de junio de 2022

THE BLUE AEROPLANES. "Tolerance" (1985)

 


Pedazo de banda que fueron The Blue Aeroplanes. El grupo liderado por el agitador Gerard Langley y por su hermano John, ya había dado muestras en su primler largo, el indispensable "Bop art" de lo que podían dar de sí. Y es que lo bueno de The Blue Aeroplanes es que no suenan a nadie. Aunque a veces como en el inicio de este tour, al poner  "Arriving"  te venga a la cabeza Mark Smith de The Fall. 

Gerard narra en vez de cantar, y las canciones que te encuentras en "Tolerance" (más asequible cierto es que en su primer disco), son intrincadas composiciones de un artrock de difícil catalogación ("Journal of an airman" con ese sonido de mandolina bizarra y ese acordeón caótico o "Rare flower" con esa guitarra funky en medio de un torbellino post punk). 

Aun faltaría unos años para que llegasen a la cima de su carrera con el espectacular "Swagger" (1990), pero la escucha de "Tolerance" a día de hoy, certifica la vigencia de un sonido que ha envejecido con poderío, que sigue inflamado ("Warhol's fifteen").

"30-Love" es tranquila, apaciguadora, pero mantiene ese aliento de irreverencia que siempre caracterizó a The Blue Aeroplanes. Puro sonido C86 es "Lover & Confidante", con sus guitarras radiantes, con esa verborrea de Langley que provoca y gusta. 

Una de las mas logradas de "Tolerance" es "Ups", una batidora de sonidos que se cruzan en un festín de especulación guitarrera,  resoplando agitación reflexiva. Ya casi en el final, la glamurosa "When the waves comes", para terminar este placentero reguero de temas sin fecha de caducidad que parece que se fabricaron para el goce eterno. 


martes, 14 de junio de 2022

THE YOUNG FRESH FELLOWS. "Because we hate you" (2001)

 


Uno de los directos más divertidos a los que asistí en la dorada época de los 90 fue uno de The Young Fresh Fellows. Todo un festín de rock and rolk y diversión, de melodías adictivas y de buen rollo. De esos bolos que no se olvida vamos. 

Liderados por Scott McCaughey, la carrera de los Fellows es de todo menos aburrida, y este disco grabado a medias con The Minus 5, así lo atestigua. Desde ese rimbombante inicio de power pop que es ""Barky's spiritual store", hasta el garaje que le sigue, con "Lonely spartanburg flower store",  es imposible que te puedas quedar parado con su escucha. 

Escucho "I wonder what she's doing tonite" y me la imagino sobre un escenario. Agitada, convulsa, rítmica, y sobre todo alegre. Porque alegría es lo que siempre nos regalaron los Fellows con su música adictiva para el corazón. 

Y es que al bueno de McCaughey aunque su carrera principal estuviera como musico de REM, siempre tuvo a su grupo como principal motor, como su lugar donde dar cabida a toda sus locuras musicales ("For the love of a girl"). 

No podían faltar tracks garajeros de minuto y medio del tipo de "My drum set" junto a canciones más elaboradas, rock con riesgo a conquistarte a la primera escucha, como ese medio tiempo llamado "Worthless". O cuando directamente parecen una banda punk, como el trallazo sónico que es "She's a book". Vaya pelotazo. 

Luego llegan los coros y la fiesta que parece que se va a acabar en "Good times rock 'n' rolk", para caer rendido con la lírica entrañable de "Summerland" y su voluptuosa calma. Una gozada de principio a fin "Because  we hate you".

Tras un parón de unos cuantos años sacaron "I think this is" (2009) al que siguió la edición de un par de trabajos hasta que sacaron un single en 2021. Sus directos siguen siendo memorables, como su música, pura adrenalina. 


lunes, 13 de junio de 2022

YANN TIERSEN. "All" (2019)

 


Ya hace muchos años que Tiersen se quitó el sambenito de ser el que puso música a esa gran película que fue "Amelie". La carrera como compositor de Tiersen habla por si sola, y no hay disco malo en esta aventura discográfica que tantas emociones nos ha provocado. 

"All" fue grabado en los estudios que se construyó en la isla de Ushant, donde habita desde hace años, junto a los acantilados, cerca del murmullo del mar, de las historias de sirenas varadas por un antojo, necesitadas de un historia que consiga creer en la certeza de su existencia ("Tempelholf", vaya inicio para comenzar este viaje). 

En "All" el piano se erige en protagonista, pero no está solo. La belleza de los violines, las voces que arrullan, el clímax de calma creado que consigue elevarte y auparte sobre las hombros de la apatía ("Koad" con la maravillosa voz de Anna Von Hausswolff ejerciendo de una adaptación lírica de Julee Cruise), acompañan cada segundo de esta aventura.

"All" es un canto a la naturaleza, a los sonidos de la tierra, a la emancipación de la levedad. "Usal Road" es para erizarte el corazón, y "Pell" con la presencia de Emilie Tiersen bajo el nombre de QUINQUIS componiendo una oda de suavidad extrema.

"Aon" es otro de los tentáculos poderosos de esta mirada telúrica de un autor que desde la fortaleza de su retiro consiguió dar voz a los sonidos que reverberan a su alrededor. Como "Prad" y esa soberbia melancolía que te pausa hasta las ganas de hacer cualquier cosa. 

"All" desde las rocas hacia tu alma, desde las manos y la cabeza de un creador que nos sigue regalando excusas para disfrutar de la esperanza de que un mundo mejor es posible. 


sábado, 11 de junio de 2022

PORRIDGE RADIO. "Waterslide, diving board, ladder to the sky" (2022)

 


No llega a superar a su antecesor "Every bad" (2021), pero he de reconocer que este disco de Porridge Radio, engancha. Sobre todo por la voz que vive de una épica nada impostada de Dana Margolin que planta su voz desgarrada como una flor que necesita que le escuches para que crezca y crezca ("Back to the radio"). 

Cambiaron el influjo de las guitarras por temas que viven en la austeridad, que existen nacidos en atalayas donde lo que predomina es la calma, desde donde se pueden vislumbrar cielos sin penumbras como esa emocional "Trying". Aunque para ponerte los pelos de punto nos regalan "Birthday party", punto álgido de un disco que se defiende por si solo, por su solvencia de distorsión pausada, por sus silencios que lo dicen todo. 

Calma joder, calma para vencer este calor que nos espanta. Suena "End of last year" y me tomo el café que espera sin sinónimos un sorbo para despejar pesadillas. Y es que este no es un disco esquinado ni arisco. Aquí habita digamos el espíritu de PJ Harvey de bajón ("Rotten"), aunque también es fácil perderse por laberintos repletos de hiedra y largos lamentos ("Flowers"). 

Algo así como una silueta electrónica es "Jealousy", y el teclado que inicia "I hope she's okay 2" introduce una de las gemas del disco. Como "Splintered" y esa soberbia "The rip" para que los malos rollos huyan por la ventana. 

Siguen en plena forma Porridge Radio. Como toda esa legión de bandas de jóvenes airados que nos están recordando que aun es posible vivir emocionado con un buen ramillete de canciones. 



jueves, 9 de junio de 2022

CRAIG ARMSTRONG. "Memory takes my hand" (2008)

 


No sólo es reconocido el brillante compositor escocés Craig Armstrong por ser un afamado creador de música para bandas sonoras. En su haber tenemos discos (sobre todo el aclamado "The Space between us") de esos que cualquier buen melómano debe de tener en su discoteca personal. 

"Memory takes my hand" es un compendio de música neoclásica, orquestal, para apagar calores, para secuenciar sentimientos. Desde los casi 20 minutos de la inicial "Immer (Violin concerto  No.1)", donde recrea a su manera música del músico electrónico Fennesz, siguiendo por las 15 piezas para orquesta, de apenas 1 minuto y poco de duración agrupadas para el epígrafe de "One minute", notas la levedad de unas notas que a cada paso marcan un camino que lleva a la contemplación más explícita, a viajes interiores lejos del horror. 

Acompañado por la BBC Symphony Orchestra, en la tercera parte del disco, bajo el nombre del disco, se guarda otra colección de 12 extractos de sinfonías acordes con el espíritu que recrea un trabajo que hasta cuenta con la colaboración de una soprano, que hace que el nivel del espiritualidad se conserve en cada surco de este campo rendido a la emancipación del alma. 

Poco más se puede decir de un cd que es mejor degustarlo de forma personal a la deriva de los sentidos, percatándose a cada escucha de fragmentos que completan una bella y ensamblada pasión por los lugares donde el único ruido posible es el silencio. 


lunes, 6 de junio de 2022

ARCADE FIRE. "Neon bible" (2007)

 


Qué buenos que eran Arcade Fire y en que piltrafa musical se han vuelto con el paso del tiempo. Sin rastro de ese sonido épicaoy cautivador que sobre todo en sus dos primeros trabajos, les puso en órbita, llenando páginas y páginas de noticias sobre ellos. Y es que los canadienses eran realmente buenos. 

Este "Neon bible", viene después de "Funeral" uno de los mejores discos de la época, y continua por la senda con canciones rutilantes, hechizados por Win Butler y sus historias, con esa música que contagia y es adictiva. Se compraron una iglesia abandonada para grabarlo, y nació un disco oscuro, con letras críticas y con melodías que arrasan como "Black mirror". 

"Keep the car running" es un puto hit de carretera y la que titula el lp te sirve para usar el random de tu cadena de forma repetida hasta que venga el fin de los tiempos. "Intervention" es un grito contra la guerra de Irak y "Black wave/bad vibrations" parecen una banda de new wave sacados del pasillo del tiempo. 

"Ocean of noise" clama contra el consumismo en clave de lenta letanía plagada de garfios y mala uva. Qué sonido, que potencia, que pasada. Lástima que hayan quedado como uno grupo para olvidar. Pero es imposible no flipar con pasotes tipo Pixies, como ese trallazo llamado "The well and the lighthouse" o esa acústica estridencias llamada "(Antichrist television blues)". 

Para terminar, los platos fuertes, "No cars go" y el blues de "My body is cage". ¿Se les puedes pedir más? Sí, que no hubiesen dilapidado tanto talento y tanta destreza musical para acabar editando peñazos del tipo de su último "We", cuyo legítimo hogar es la papelera. 

Menos mal que han dejado a la historia discos como este. Puro sabor a eternidad musical. De esos trabajos que cuando pasen muchos años seleccionarás pensando en que buenos que eran. 


viernes, 3 de junio de 2022

WOLFHOUNDS. "Blown away" (1989)


Tan solo 7 temas son suficientes como para defender el que fuera el segundo disco de este banda de noise pop de Essex liderada por David Callahan, y que desde que suena la inicial "Rite of passage", nos envuelve en una calima de intensidad que te atrapa, con ese pop estrangulado, con esas guitarras que chispean. 

Si ya dejaron notas de su fuerza en su primer largo, "Unseen ripples from a pebble"(1987), es aquí, dos años después, donde demuestran la desmesura que casa con una cara melódica que los emparenta con combos como Mega City Four.  "Tropic of Cancer" es rutilante y repleta de sustos que son suspiros eléctricos. 

"Living fossil" es drama eyaculando soflamas sobre lirios que se desvanecen cuando empieza la amanecida, y en "Dead sea burning" especulan en un entramado instrumental que funciona de principio a fin. 

Tras sacar un par de discos la banda tuvo un parón de un montón de años hasta que se reactivaron con "Middle aged freaks" (2014) y más tarde con "Untied Kingdom" en 2016, pero ya no sonaban igual. El poderío de piezas como la que titula el lp o "Skyscrapers" jugando al escondite con el shoegazing es imbatible. 

Wolfhounds, unos solventes guerrilleros del noise pop guitarrero, refrescante y armónico, una buena sacudida de ruido ameno que atontece y te hace sonreír. 


miércoles, 1 de junio de 2022

SOFA. "Source crossfire" (2021)

 


El sello canadiense  Constellation, famoso por ser la casa-comuna de Godspeed You! black emperor, tuvo en este grupo, la primera grabación ( y vaya grabación). En el año 2021 sacaron como homenaje este disco donde esta toda las canciones de una banda que andaba por el lado peligroso del noise más atrapador, más atrayente.

Pero Sofa eran mucho más que eso. Su música supura intensidad, calor, influencias y post punk, porque no. "Ch2chi" y "Stress", es como encontrar una sinfonía donde se aúnan los sonidos de bandas como Jesus Lizard o Shellac. Pura dinamita. 

Como "Comma"  y ese pedazo de andamiaje de noise rock corrompiendo cerebros, electricidad malsana, a juicio el silencio aquí corrompido por haces de luces que machacan. El grupo funcionó de 1993 a 1997, y sacaron un disco, "Grey" que aquí es ampliado por buenas dosis de veneno del bueno. 

Pero hay mucha más en "Source crossfire". La sombra de Ian Curtis es muy larga, y por aquí deja ramalazos de su eternidad en tracks como "The fence", una ordalía de suspiros inquietos. Brad Todd, vocalista y artista visual, era el jefe de todo este volcán que es necesario recuperar para ir completando archivos de grupos que son tan importantes como el comer. 

"Monotone" es una apisonadora. Toda la banda al 100%, sonando como si estuvieran con nosotros unos hermanos gemelos de Girls Against Boys. Vaya pasote. O "80000", decadente y triste, resoplando drama y noches de esas que no se acaban. Luego viene lo más gordo. En "Current" bajan el pistón hasta parecerse a Codeine para en "Travel" volvernos loco con esa melodía que se clava una y otra vez, vesanía post punk que entumece y apasiona. 

En "Medicine hat" redundan con acierto en sus aires oscuros, para volver al ruido con la potente "City of laughter". Así hasta terminar con "Strings of lights", la canción 16 de un disco que te carcome y te vence, repleto de motivos para subir el volumen, para un disfrute selectivo de unos sonidos incomodos pero altamente gozosos.