jueves, 28 de mayo de 2015

LOS ENEMIGOS. "La vida inteligente" (2014)


Tengo que reconocer que aunque en un principio esperaba algo más de este "La vida inteligente", tras 15 años ausencia, no me ha quedado más remedio que apreciar el desparpajo de Josele y compañía, leñadores de palabras y rock, rock lleno de militancia de versos prendidos en servilletas de bar de esas que ni siquiera los restos derramados de birra pueden acallar.

"La vida inteligente" no supera ninguna producción anterior de la banda, pero joder, estamos en el 2015, y en general las canciones tienen esa patina reconocible que les hizo tan queridos por todo tipo de huestes. La que titula el disco, single inicial, es potente y rocosa, y "Gurú" confia en la garganta de Josele para continuar con ese costumbrismo al que no tenían acostumbrados.

Vale, "La vida inteligente" no tiene nada que ver con "Nada", o "Gas", pero cuando se ponen se ponen: "Firme aquí", sobre el crimen de las preferentes, donde la crítica social es un puñal contra los desmanes de los poderosos. Vuelven a roquear en "Santos inocentes" y en "Estrella fugaz" vagan por una especulación de notas que suben y bajan, poderosos en la tranquilidad.

Fino, Josele, Chema y Manolo forman parte con meritos propios de la historia viva de las cosas bien hechas, representan lo logros de una banda que forma parte de nuestro crecimiento musical, con hits inolvidables. "La vida inteligente" como regreso, se le puede achacar la falta de la garra de antaño, pero no la actitud de la banda en continuar en unas coordenadas por todas conocidas, rimbombantes agitadores de nuestros recuerdos.

"Aflicción" tiene un toque de arrebato trotón, con la guitarra elevando la voz, con Josele de chulapo pergeñando ritmos y sol. Una de mis preferidas del disco, "Hombre que calla" mantiene la cara en cada momento, se mueve con desparpajo entre la insolencia y el vaho tranquilo de una madrugada de pensamientos que van y vienen en busca de un recorrido casual donde perder el contacto con los males que nos acechan.

También tiene un punto, esta vez con la voz de Fino, "Ciudad satélite", que casi me recuerda a Surfin Bichos. Se nota que a Fino le tira el indie. "Cuatro cuentos" ahonda en la vena en solitario de Josele, y el fin con "No es igual" nos da el adios de un disco que quizás no es lo que esperabamos de Los Enemigos, pero que tampoco es una decepción.


martes, 26 de mayo de 2015

MANUELA, AHORA



Viniste un día de primavera montada en tu bicicleta, cargada de flores de esas que siempre están lozanas, siempre satisfechas del imperio del sol sobre sus pétalos. Muchos apenas te conocíamos, otros sí que sabían de tu carrera como luchadora de los derechos de los más débiles. 

En unos meses te hiciste un hueco entre el corazón del pueblo de Madrid harto de sandeces y corruptelas. Dijiste que era Ahora el momento; te juntaste con un grupo de soñadores que creían que bajo el cielo de la capital aun era posible encontrar jardines libres de espanto, calles donde pararte un momento y preguntarte porque siempre los malos tienen que ganar esta película rodada en blanco y negro que hace de nuestras vidas una lucha constante por la supervivencia.

Ahora. Los barrios se fueron llenando de papeletas para una rifa de deseos, vecinos indignados de las injusticias, de los desahucios criminales, del  paro que trae desgracias. Y sobre todo nació día a día un halo de no resignación, de que el pesimismo, el dejar las cosas como están, imposibilita la militancia en el bosque de los sueños a cumplir.

Al principio eramos unos pocos los que podíamos, y poco a poco, se fue recitando tu ordalía de cambio, fueron pintando retratos artísticos que representaban la querencia en recuperar nuestra ciudad, en hacerla de nuevo habitable y justa. Colores, que no falten colores y una puesta de sol donde el pintor con su paleta pueda transmitir los latidos de los barrios, de sus gentes, de sus problemas, sabiendo que aunque difícil, si remamos juntos, podremos llegar a doblegar a esos tiranos de corbata y negocios sucios, que han vivido tantos años de espaldas al pueblo.

Te hemos visto viajar en el metro, defenderte de las puñaladas verbales de la peor bruja de todos los cuentos, con tu silencio y tu saber estar. Así que lo que empezó como una posibilidad se ha convertido en la reacción de más de medio millón de ciudadanos que quieren participar en el cambio, que creen que se puede hacer las cosas de otra manera.

Así que así estamos. Hemos repartidos abrazos a diestro y siniestro, han vuelto las sonrisas a reflejarse en los cristales de las tiendas, en las esquinas los vecinos se paran y comentan que el cielo parece que ha cobrado una nueva tonalidad, un color distinto aun por definir. Como un destello que viene de la aspiración de muchos para intentar que todos volvamos a sentirnos orgulloso de Madrid.

Ahora sí, con los taxis levantando la bandera hacia el aire que todo lo mueve, que hace amansar la furia, que ha traído nuevas formar de luchar contra los que mediante la política saquean, roban, ocasionan la incertidumbre y la pena de millones y millones de seres que estaban esperando el inicio de algo distinto.

Viniste con tu bicicleta y con ella te queremos ver siempre, no te preocupes por quien te guarde las espaldas; la ciudad esta detrás tuya. Abre el ayuntamiento a todos, que nos podamos sentar a contarte el color de la pena, y la solución del problema de los niños cuyo menú empieza y acaba en los colegios. 

Trabajar, tenemos mucho que trabajar. También tendremos tiempo para la algarabía y los festivales de los latidos eternos. Madrid ha despertado, se escucha el batir de sus alas, las gaviotas han emigrado a confines antárticos, y el ruido de las ruedas de tu bici hace de disparo de salida para una carrera cuya meta será la metamorfosis de esta deprimida urbe necesitada de soluciones honestas, de personas dispuestas.

Manuela, la futura regidora, ya amiga y querida por un pueblo que sabe que será difícil la lucha, pero gratificante los resultados que nazcan de este cambio por todos querido. 



lunes, 25 de mayo de 2015

JANE BIRKIN. "Enfants d'hiver" (2008)


Qué gusto es sentarte, ponerte agusto, dar el play y que suene "Prends cette main", primera canción de este lote de postales maravillosas que se llamó "Enfants d'hiver". La dama inglesa que fue compañera de Serge Gainsbourg, siempre se la ha considerado una chanteuse, haciendo gala de un perfecto equilibrio vocal, rellenando agujeros con calidez y suavidad.

La actriz y cantante con esa voz tan reconocible, publicó este disco donde es fácil caer embriagado con los sonidos de guitarra española de "Période bleue", artificio para decorar con floresta sentimental melodias que te llegan, que te hablan. Me quedo sin palabras en ese dialogo Jane-piano, "A la grâce de toi", sensual balada de bajón, la arena de la playa bajo los pies jóvenes de la memoria.

Birkin escribió todas las canciones del album, sus letras corretean, se hacen contigo, la levedad de una Dama querubín de estrofas del alma. "Madame" es pura chanson, tiempo de sonrisas, armazón de olas para degustar con una buena copa de champagne.

Pero también Jane sabe roquear a su estilo, y nos regala una casi glam "Oh comment ça va", con guitarras pedaleantes, modernidad agitando esencias. Gran Birkin cuando con "Maison Étoilée" se mete en una burbuja de cariño para explorar mundo imaginaros de abrazos deseados. La chanson en su exprexión más sublime.

También sabe acercarse a los sonidos levemente electrónicos con "14 février", un portento ambiental que se recrea en una amalgama de tonos coloridos, acariciadores, que nos dice a las claras que no hay muros ni cortapisas cuando lo que se quiere es crear desde atalayas sonoras bien distintas.

Y de las más desgarradoras de "Enfants d'hiver", "Pourquoi", conversación con el piano de Birkin, donde te dan ganas de repartir besos a diestro y siniestros por aires acogederos de cariño. Enorme trabajo de junto a Françoise Hardy, la más elevada representante de la chanson gala.


jueves, 21 de mayo de 2015

SWANS. "The Burning World" (1989)


"The Burning World", ha sido el único disco que ha sacado Swans en una multinacional. Quizás por eso halla pasado de puntilla en su discografía. Fue el lp que vino después del inmortal "Children of god" donde la banda de Michel Gira y Jarboe, abandonaron los ambientes asfixiantes  para experimentar en otras tonalidades, siempre peligrosos, pero abiertos a la épica, a un folk del apocalipsis.

"The Burning World", producido por Bill Laswel, tiene el encanto de mostrarnos la faceta más sosegada de la bestia. "The river that runs with love won't run dry" es un archipiélago de terciopelo, agitado por el acompañamiento siempre peligroso de Jarboe.

Disco acústico, cuenta con la colaboración del violonchelista Garo Yellin y el sitar de Ravi Shankar, para dotar al disco de un aire oriental que pone música a la perdición del hombre, atado por su voluntad de caer y no volar. Oyendo la votalidad de Jarboe, en "Can't find my way home", su fragancia vocal, me cuesta creer que solo se vendieron 5000 ejemplares en el Reino Unido del disco, siendo eliminado al poco del catálogo de la label.

No están hechos los peligros del corazón para todos el público. La masa se conforma con dejarse llevar."The Burning world", es el disco más digerible de la amplia carrera de Swans, pero no es una excusa para denostarlo. El peligro sigue presente, aunque hallan cambiado la soga del ahorcado por un veneno dulce.

"Mona Lisa, mother Earth", tiene el trotón ritmo de sus viejos trabajos, pero aqui el león no ansia la devoración sino la contemplación del fin. Góticos después de lo oscuro. El sexto disco de Swans es un puente, a lo que vendría después (sobre todo el espeluznante "Love of life", (1992), cuyo vinilo guardo como oro en paño y que escucho cuando mis entrañas notan que el ocaso se acerca martilleando con trompetas de juicio final), donde te dejas llevar por tracks susurrantes como "(She's A) universal emptiness", balada sin dios, fuego y aceite hirviendo.

Y "Saved" es para entonar en un prado repleto de centauros, nasal como siempre Gira, en medio de un suculento postre instrumental que ofrece levedad  y canto de sirenas.En "I remember who are you" es Jarboe quien lleva la batuta, quien releva a Gira al frente de la tormenta calmosa, puro libertinaje para escapar de dolores pasajeros.

Swans, siempre Swans. "God damn the sun", es el cierre a esta aventura. Se me pone la carne de gallina cuando oigo recitar a Michel en medio de un vals perdedor, las cuerdas aprietan pero también liberan, la cítara reclama su trono, los demonios duermen la siesta, y el corazón sigue siendo un lugar donde detenerse para perder tiempos. Swans, los cisnes que galopan, el runrun de la decadencia.



martes, 19 de mayo de 2015

NUEVA VULCANO. "Novelería" (2015)


Que ganas que tenía de hincar los dientes a este "Novelería". Después del calambrazo que supuso el lejano "Los peces de colores", estabamos todos expectantes ante un nuevo trabajo de los catalanes. Y la verdad, es que la espera ha merecido la pena.

Después de poner el dedo en el play, tras haber repasado las letras, no he podido más que empezar a votar cuando sonaba "El Mirlo". De nuevo Nueva Vulcano con nosotros, buena noticia para hacer de las guitarras un ensayo sobre electricidad y posthardcore con corazón.

Artur Estrada sigue teniendo una voz portentosa, y el batería Albert Guardía se sale en "Hasta la boya y volver", laberinto que quiere atosigarnos con una bruma brutal, con un zigzag de cuerdas que se arrastran en un vitamínico combate de rock melódico, barruntando siempre malas noticias en medio de una danza rompe cielos.

Mirando a Jawbox y otros fabuladores de la melodía y el ruido con un ojo,y con el otro a ellos mismo, consiguen hits como "Pop y esperitualidad" o "80% agua", donde las palabras rugen entretenidas en la tranquilidad, versos que son quisquillosos refranes para poder tenderte una trampa. El indie de ahora más límpio y carnoso que nunca. Llevo ya 5 escuchas y quiero más. Y eso es un buen síntoma para la batalla.

"Ante de las infraestructuras" es un rayo que se queda en el cielo, que no quiere apagarse, puro ego guitarrero, y el trio que cada vez más solvente, se sabe con la capacidad de hipnotizarnos. Porque "Aventura en Arkham Comics" mantiene el pop como bandera para rellenarlo de guantazos eléctricos, luces cálidas para pasar la tarde mientras los altavoces se llenan de pétalos que no se de donde han salido.

Bcore, como casa para construir este pedazo de disco, de lo mejor del año (estamos esperando ya el último de Fernando Alfaro), por estos lares, plagados de lugares reconocidos donde pararse ("La historia más veces jamas contada").

Y casi al final, lo mejor del lote (que difícil elegir). Me gusta la caótica "Hemos hechos cosas", recuerdos de Husker Du, vacilada perdida en una elucubración gritona, y "Reversible", punk que espanta pesadillas. Medio tiempo que tiembla tras unos segundos donde el bajo ordeña pulsaciones violentas.

"La Jota" dice el epílogo a este "Novelería". Y como no quiero que se acabe, me espero a su fin para ponérmelo otra vez en volumen raudal. Lo escucho mientras cocino, mientras lavo los plato, mientras plancho, y me lo pasare a los oídos para no dormir. Un disco como este te hace volver a sentir joven. Acné de distorsión y piedras en el camino. Nueva Vulcano, la lava que necesitamos para luchar contra la apatía musical, puños en alto, vítores y desmelene.... No perderse el vídeo.


domingo, 17 de mayo de 2015

HUSKER DU. "Warehouse: songs and stories" (1987)


El problema que he tenido siempre con Husker Du es haber escuchado antes a sus "descendientes"(Dinosaur Jr, Superchunk, Pavement,MC 4). Sí, es sólo una cuestión de tiempo. Primero estalló el "Bug" de J. Macis y luego conocí el "Candy apple grey" (1986) de la banda de Bob Mould y Gran Hart.

Luego se separaron, y el amigo Mould creo los grandísimos Sugar que llevaron el estilo de Husker Du (melodía pop con guitarras ariscas llenas de distorsión) a cotas aun no superadas . Así que siendo una seminal banda que trazó el camino a seguir a toda la pandilla de los 90, nunca consiguieron traspasar la frontera de sus acérrimos continuadores (siempre para mi humilde opinión).

Warehouse: songs and stories" fue el album de despedida. Los dos gallitos (Mould y Hart) ya no se aguantaban, e idearon un conjunto de 20 canciones firmadas mitad uno mitad otro, donde se resume su ideario musical: rock melódico, a veces cercano al punk, a veces al pop,  dejando a la voz de Bob el mando de una nave que naufragó por cansancio y hastio de sus dos cabezas visibles.

A reseñar la violencia de "You can live at home" y el pop de "Could you be the one?" que sentó las bases del proyecto siguiente de Mould. Luego hay cosas más macarras como "She floated away" y rock de toda la vida, "Actual condition".

Lo demás, bastante irregular. Que sirva "Warehouse: songs and stories" como homenaje a volver a oir discos como "Zen arcade"(1984) o "New day rising" (1985), donde hallaremos en nuestro viaje arqueologico, el porque de Pixies, y de otros monstruos que tanto nos hicieron vibrar en aquellos lejanos y añorados años. Y es que eramos tan jóvenes....


viernes, 15 de mayo de 2015

SPEEDMARKET AVENUE. "Way better now" (2008)


Beach House abrieron una puerta y bandas como la de los suecos Speedmarket Avenue, se metieron sin pedir permiso a nadie, para hacer del pop algo pluscuamperfecto, una definición arbitraria de sonidos que arriban continentes perdidos, que llegan para que podamos sentir el pop como un boomerang que nos rompe el corazón.

Según ellos son un cruce entre "Charles Manson y Marc Bolan". Cuando escucho la primera del disco, "Sirens", no puedo más que acordarme de ese pop atormentado de Stereolab o unos My Bloody Valentine limpios de feedback pero llenos de bosques donde llamar a los trasgos para pasar una buena tarde de emoción sin fin.

Lisérgicos pero también acariciadores. El sello madrileño Elefant records, tuvo el acierto de sacar este segundo disco de este colectivo que la verdad no te defraudará. Me gusta la trompeta de "Accident" y como la canción va dando tumbos sin mirar a nadie por una senda ya transitada por muchos, pero conservando algo especial, un toque envolvente, las ganas de elevarse hacia un firmamento repleto de dicha y estrellas pasajeras.

"Don't fall in love" es una hit en toda regla, una canción de esas que es como un caramelo envenenado. Podían ir por lo fácil, pero a los suecos le gusta la tangente y reconstuir sonidos. Me acuerdo de Popsicle, menudo ciclón. Speedmarket Anevue van de otro rollo, pero convencen de principio a fin. "Tell me no" empieza con un conato de violencia sónica, raspar y raspar, para hallar motivos para seguir en el agujero donde se duermen las serpientes.

Y "Less than ok", con ese piano brillando desde la suavidad, puro surfismo de palabras que van y vienen, de olas de un pop atemporal que brilla mientras la tormenta nunca llega, porque por pereza se ha puesto a dormitar. "No drama" tiene desgarro y proclamas bélicas de amor, y el final con "Final wall" te deja atónito es un maremoto de sensaciones de otros tiempos, cuando el pop era un arma de doble filo.


lunes, 11 de mayo de 2015

DOMINIQUE A. "Éléor" (2015)


Mi amor a la música francesa se lo debo a Dominique A y Experience. Fueron mi primer punto de contacto, mis primeros descubrimientos que abrieron las puertas a lo que vino después. El de Nantes me dejo sin palabras cuando compre "Auguri" y tuve que frotarme lo ojos para comprobar si estaba soñando o era una pedalada de lírica en rama.

Chanson y música independiente. Nadie como Mr. Ané. para juntar ambos conceptos, para embargarnos, para retarnos a pasaer en barca por sus palabras, por su voz que embriaga. Me hice con todos sus discos, y ahora estoy llegando a una isla que se llama "Éléor", y donde Dominique A realiza un viaje geográfico por países, lugares y rumores.

"Cap farvel" es la excusa perfecta para quedarte enredado en las redes. Redes de las que no saldrás cuando "Par le Canada" desarrolla sus urgencias épicas, sus sabores eléctricos, suavidad que mana luz fantastica, pétalos y dulce condenación.

La voz de Dominique A es irrepetible, sus historias ("Nouvelles vagues") descansan en un trayecto donde la calma te deja prendido, donde es fácil solicitar motines para escaparnos de la rutina. Suena el pop para bailar mientras el calor te atora en "Central Otago" y no paras de descorchar botellas, para brindar cuando la emoción hace que construyas parques temáticos en tus brazos de pelos adheridos a los vientos casuales.

"Au revoir mon amour" es un vals para bailar llorando y "Une autre vie" tiene un buen arranque de guitarra, siempre como medio de contención, como acompañamiento a los violines, a las ganas de hacer acrobacia con las palabras. "L'ocean", casi la mejor del lote (está difícil elegir entre lo sobresaliente) es una estremecedora nana para vibrar entre clasicismo y dársenas del querer. Sin palabras.

"Celle que ni me quitter jamais" si la cantase Pulp sería number 1. Nos contentamos con que Dominique A  pueble nuestros corazones de trofeos ilusorios de dicha. Menos mal que tenemos la música para quitarnos humores malsanos, insecticidas de víboras.  Y "Éléor" un buen medicamento. Me encanta "Passer nous voir", con ese aire oscurillo de mentira, con ese toque a nostalgia sin remilgos.

La que titula el cd y "Oklahoma 1932", ponen el punto y final a un maravilloso disco, de esos que estoy seguro que cuando pase 20 años, seguiré escuchando. Empecé oyendo a Dominique A y Experience. Al poco me casé con mi mujer marsellesa (muy poco indie elle), luego vino Leo Ferre, Miossec, Alan Bashung, Virago, Mendelson y demás trazadores de corazones. Y es que no hay nada como quebrar fronteras y disfrutar de estíos musicales de dicha, Vive les bonnes choses de la vie!.


domingo, 10 de mayo de 2015

SONS & DAUGHTERS. "The repulsion box" (2005)


Violent Femmes. Ese el nombre que se me viene a la cabeza cuando pongo el play y escupe el equipo "Medicine". Rabia, velocidad, espiritu punk folk. Y no te digo nada cuando suena la guitarra y los juegos vocales en "Red Receiver", pura dinamita disolvente de paz, puro cañonazo sin remilgos.

Sons and Duaughters, escoceces, cuarteto mitad femenino mitad masculino, con este su segundo disco supieron acomodar su espiritu con una variedad sónica de lo más encomiable. "Hunt" es una punk rock que comienza con una taladradora y que se convierte en una envolvente capa de distorsión sin complejos, ni mecanismos de calma.

Adele Bethel (estuvo en los primeros trabajos con Arab Strap) tira del carro con su voz, y suelta a borbotones épica celta, ("Dance me in"), y en "Monsters" es un trallazo envolvente, geiser que vive en un maremoto constante, al filo de la navaja, the Pogues sin acordeón ni gaitas.

"Rama llama" es otro pelotazo a bocajarro, medio tiempo que va y viene, que se ralentiza para probar suerte en una conjugada contatenación de fraseos épicos, de silbidos retros, de ilusiones opticas de lugares desconocidos. También "Royally used" es una bandada freneticas de cuervos atiborrados de ganas de luces electricas, sonajeros.

"The repulsion box" es una amalgama de sonidos por todos escuchados, pero repletos de guiños al ayer, épica y chicas violenta, máquina degustadora de un placer carnívoro por las expresiones de agitación continua. Sons & Daugthers, puro jolgorio.


jueves, 7 de mayo de 2015

SILVIA PEREZ CRUZ. "11 de novembre" (2012)

El año pasado caímos rendidos con "Granada", ese inconmensurable disco que grabó Silvia Pérez Cruz con Raúl Fernández. De lo mejor del año, y la oportunidad de que el servidor empezará a seguir la carrera de esta voz de pétalo, de una artista que hace de la delicadeza su ser, recurriendo a su tono íntimo y a su solvencia como relámpago que hace que los cielos alumbren brillos y sensibilidad.

"11 de novembre", la fecha de nacimiento de su padre, Cástor Pérez, es una dádiva a su recuerdo.  Y los registros de Silvia, desde la copla, hasta la canción de autor, y su cristalina manera de extasiarnos, hace que desde que comenzamos con "Lietzenburgerstrasse 1976" no paremos de disfrutar de esta suavidad que nos entretiene y nos embarga.

Raul Fernández toma también los mandos para llevar a todos los puertos posible la delicadeza de Silvia. En "Pare meu" entona una loa al que la inició en la música, al que la dio confort y la paseo por los jardines de la lírica y las musas.

"11 de noviembre" es un viaje por los continentes del sentir, una radiografía donde la música de cámara en castellano de "Iglesias" (con un fraseo de "Moon river" que es para temblar), se da la mano con "Nao sei" en portugués, saudades y más saudades sin rechistar.

"Días de paso" tiene un aire jazz juguetón, club de delicias suculento, plato para todos los gustos sensibles, arañas en el corazón. Y que decir de "Covaca l'ou de la mort blanca", suspiro que no se acaba, pedazo de hit que te hiela las entrañas, con las cuerdas del violín estirando palabras, esculpiendo vientos de sosiego, arena del ser.

Y "Memoria de pez" es otro retal, otra obra deliciosa, cariño a borbotones, partículas de sentir que van y vienen por toboganes de arrullo y confort. En  "Diluvio universal" el fado se hace lluvia extensiva con surcos musitadores de desgarro, mohines y calor a bocajarro. Brasil también tiene su hueco en "O meu amor é glòria", samba fresca, menú completo. Y como punto final, "Folengandros" y "11 de novembre" pareja victoriosa para poner termino a un disco que puso las bases de ese "Granada" que tanto nos apabulló.


martes, 5 de mayo de 2015

OLIVIER DEPARDON. "Les saisons du silence" (2015)


Como me gustaría que existiesen puentes que unieran las buenas bandas que nos encontramos en España y Francia. Un vinculo, un lugar de tránsito donde romper fronteras. Sr.Chinarro actuando en la explanada de le Vieux Port en Marsella, o que Dominique A, contasen con sus visitas por nuestro territorio con entradas agotadas.

No entiendo porque el imperio anglosajón sigue llevando la manija de todo el mundo musical que conocemos. Francia y España posen grupos de suficiente valía dentro de los márgenes de la independencia para que existiese un tren de alta velocidad para las guitarras ásperas, para los versos torcidos.

Bueno, dejando ahi la idea, y recien traido de Francia, me dispongo a escribir unas cuentas lineas de este buen disco de Olivier Depardon, antiguo compomente del grupo de post-hardcore Virago, y que en este su segundo trabajo, nos sigue demostrando que en nuestro país vecino se fabrica material de alto octanaje sónico.

Solo con la ralladura de violines y tensión de "Un inventaire", es suficiente para que le tomes el gusto a este autor que transita en la misma carretera tormentosa de Michel Cloup. "Une historie" es instrospección, medicarse para dormir sabanas oscuras. Pero no, las rayos en el cielo existen para que no podamos tener benéficos sueños. "A jamais fair" es un tanque, una elaborada secuencia de guitarras que suenan a Sonic Youth sin perder su identidad personal, mientras Oliver desgrana su oratoria ansiosa de poblar corazones rotos.

Si Virago eran recomendables, la carrera en solitaria de Olivier es para enmarcar. Mendelson, Michel Cloup, Dominique A, Fauve o Chapelier Fou entre otros, no son un mero hecho casual. La corriente gala es como la nuestra, diversa e interesante; ahora toca cambiar cromos y llenar el álbum.

Me gustan la tranquilidad mentirosa de "Impression soleil dedans". Un aperitivo que llena instancias, un lugar donde urgar en la herida, donde vibrar sin miedo a perderse. "Laisse agir" es un guiño al matchrock, Polvo, un poco de Seam y mucho de incorección, de luces que seducen y que atrapan. Como atrapa el guitarreo de "Sans un bruit", vendaval que asfixia que tiene momentos para la reflexión para a continuación demolernos con su aire retador y crudo.

"Attrape" es un zigzag que corre por las esquinas buscando aires para invadirse de lirios encantadores y "Les synapses ovales" es como una inyección de Codeine con gotas de alergia de primavera. Para acabar, "Tour arrive", un himno en toda regla de esos que dejan huella. Electricidad contenida, el grupo como una andanada.

Olivier Depardon, otro artista más a seguir, otras muestra más de la necesidad de lo dicho al inicio del articulo. Un túnel donde hacer malabarismo con todo lo bueno que tenemos en ambos paises, esparcir la radiación, domesticar leones o hecharnos a la mar.



domingo, 3 de mayo de 2015

RY COODER & CORRIDOS FAMOSOS. "Live in San Francisco" (2013)


Enfrentarse con un live de Ry Cooder antes de desprencintar el plastico que guarda las sorpresas es siempre algo emocionante. Viniendo de este guitarrista forjador de una carrera de esas que ya quisieran muchos, autor de bandas sonoras y ejemplo vivo de honestidad profesional, el éxito para el oyente está asegurado.

En este "Live in San Francisco", Ry Cooder se acompaña de su banda los Corridos Famosos y La Banda Juvenil, una brass band mexicana de 10 musicos. Hay queda eso. Y la cosa funciona desde los aplausos iniciales que da el inicio al disco con "Crazy'bout an automobile (every woman  i know), blues con coreografia vocal de lujo. Menudo comienzo arrebatador.

También aparece por aquí su amigo Flaco Jimenez, y su hijo Joachim aportando clase para este coctel donde cabe el rock, el country, el texmex, las rancheras y todo lo que huela a musica apegada a la tierra. El clásico  y vaquero, "Boomer's story"  aparece junto a composiciones más actuales como "Lord tell my why".

"Do, re,mi", y el acordeón de Flaco Jimenez se desata en una ranchera para disparar tiros al aire, México lindo y mezcal a todo trapo y "School is out" es otra pieza más para esta maquinaria perfecta que tiene su punto más algido en "El Corrido de Jesse James" donde la bigbang atruena, retumba y que da la voz a "Wooly Bully", otro clásico de toda la vida inflamado rock.

Y hasta "Volver, volver", en castellano, con las trompetas al viento, la tranquilidad antes de la tormenta, el dolor por el amor, y donde la versatilidad de Ry Cooder acentua más aun su capacidad para elaborar y concretar su mensaje de cartero de la música de raiz norteamericana. Benditos dedos constructores de inmensas sensaciones.