domingo, 31 de diciembre de 2023

MY DAD IS DEAD. "A divided house" (2005)

Se acaba 2023. En un rato. Así, como el que no quiere la cosa, adiós a 365 días repletos de luces y sombras, y damos el hola a 2024 cruzando los dedos para que por lo menos nos quedemos como estamos. 

La fortuna ha querido terminar este año con quizás la recuperación del año, My dad is Dead, y este su mejor disco, todo un compendio de melodías que te dejan helado, y que contiene la mejor canción que he escuchado en este año, "Novocain" y ese drama imperfecto, y esas tristeza que se eleva a través de las guitarras. 

Liderados por Mark Edwards, la banda empezó a principios de los 80, y sus primeros trabajos no estaban muy lejos de Wire o Mission of Burma. Es en los 90 cuando la cosa se pone más interesante, y a partir de "Chopping down the family tree", todos sus trabajos, hasta el que pone fin a su carrera en 2009, "A new clear route", son de obligada escucha. Y es que My dad is Dead eran muy buenos. 

El comienzo de "A divided house" no puede ser mejor con "Unmade" y "The Ladder", seguida por ese hit instantáneo de indie rock que se llama "My safe place". Y es cuando de repente viene la tormenta, la rabia que te deja helado: "Novocain". Se me erizan los pelos desde el minuto 1 hasta el final de un tema que debería ser un referente para los que aman el indie rock con sus coordenadas de tristeza y su veneno de amor. Maravillosa. La habré escuchado unas 50 veces y no te cansas de ella. 

Pero lo que hace a "A divided house" un disco redondo es encontrarte con "Maze of my mind" y su rubor y su encanto, o a "Once you know", una de las que más se curan en distorsión. "Oasis" es otra tormenta de melodía y "The Well" es el otro punto fuerte del album junto a "Novocain". Pura catarsis. 

Ya casi al final, el punk de "Consequences" y el canto del cisne con el tema que titula el disco. ¿Que más se puede decir de un trabajo que se disfruta de principio a fin? Vaya manera de acabar 2023, de la mejor manera posible, con un grupo de esos que hay que desenterrar ya si o si. Feliz Año!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!


EGYPTIAN BLUE. "A living commidity" (2023)


 Casi para acabar el año, otro combo de post punk para apuntar en nuestra libreta de bandas emergentes con suficiente capacidad para que nos hagan vibrar. Los de Brighton no podían empezar mejor su disco con la soberbia "Matador", donde dejan a las claras todas sus influencias, donde se retuercen con gusto en guitarrazos y distorsión, como ese subidón que te da "Nylon wire". 

Los conocí por unos videos en directo en youtube, y la verdad es que en disco no defraudan. Se toman en serio eso de especular con su sonido brutal, y hacen cosas como "Skin", un vaivén de psicodelia y percusiones rabiosas que se entretejen en un murmullo de sonidos que aprisionan.

Como "In my condition" y ese maremoto que te deja rendido en un pis pas. La que titula el disco baja el pistón de las toneladas de rabia, para acercarse a su manera a Fountain DC. Pero la cosa sigue por su camino, y "Suit of lighst", aunque también en suavecita, posee dosis de veneno suficiente para un carrusel de juventud imperecedera. 

Vuelven a sonar violentos con "To be a felt", para en "Contain it" y "Geisha", conformar el final de un disco radiante y estruendoso. Estaremos pendientes de ellos. 



martes, 26 de diciembre de 2023

CHAFOUIN. "Trois, quatre" (2023)

 


Mathroch divertido. Así porque no, podíamos definir la oferta sonora de este grupo galo de Brest, que es un divertimento de principio a fin, con sus ruidos alocados entre murmullos de guitarras que son como aspaviento ("Et fanto dans tout ça?). 

"Tortue" y "Ex choco" divagan en los conceptos donde el mathrock se erige: sonidos matemáticos, lineales guitarras y distorsiones para dar y tomar, pero aquí con el aporte peculiar de borbotones de palabras que se cruzan en el geiser de una música siempre vibrante. 

"En mode glass" parece una recreación anárquica del mundo de la Penguin Cafe Orchestra, y "Déjà" es otro pulso acelerado que nos da pie a meternos de lleno con "Tic tac" y esa rupturista manera de construir carcasas de electricidad que atrapa. 

Mi favorita, "Un ligne de basse" es urgente y torrencial , como "Nouevelle ancianne" y esa capacidad para explorar espacios donde el caos se apodera de todo el mapa sónico que explota y rabia entre lamentos y flamas incandescentes. 

Para terminar esta lisergia, "Sombritude" siempre su caparazón de lluvia de colores que marchitos se expanden entre campos repletos de ritmos rotos y soberbios. Buen grupo a seguir Chafouin, para los que nos tomamos en serio esto del mathrock.



viernes, 22 de diciembre de 2023

MORRISSEY. "Bona drag" (1990)

 


Nada mejor que meterse de lleno en este álbum recopilatorio que sacó Morrissey en 1990, con sus mejores canciones hasta la fecha, para que el mono que tenemos de The Smiths se nos quite con esta andanada de melodías que nos hacen recordar a la querida banda de Manchester. 

El inicio no puede ser mejor con "Piccadilly palare" y "Interesting drug". Y es que lo importante de "Bona Drag" es que la mayoría de las canciones que lo componen no estuvieron incluidas en ningún disco, salieron como singles, y Morrissey se vino a bien crear este disco, de lo mejor que ha hecho, con temas tan imperecederos y tarareables como "November spawned a monster" donde da lo mejor de sí mismo con el lirismo al que nos tiene acostumbrados.

Y es que no debemos de engañarnos, lo mejor de Morrissey está en sus primeros discos, donde desarrolla una carrera a rebufo del sonido de The Smiths, jugando a caballo ganador, componiendo estelares tracks como "Will never marry" o "Such a little thing makes such a big difference". 

Himnos del calibre de "Quija board, ouija board" donde se dirimen los aspectos fundamentales de una forma de crear que ennoblece al artista a pesar de los pesares, de su carácter tan dado a que le detestemos por muchas de sus actitudes. Pero aquí en "Bona drag" hablamos de música, de buena música, y tenemos para dar y tomar con pepinazos del calibre de "Hairdresser on fire" o ese otro hit inmortal "Everyday is like sunday", pura medicina para nuestros humores interiores. 

La triste "Yes, i am blind" hace que se te erice el alma, como ese otro dulce envenenado que es "Lifeguard on duty". En resumen, caigas donde caigas en este disco tan necesario si eres amante de The Smiths y del primer Morrissey, hará las delicias de los nostálgicos. Puro fuegos de artificios colosales. 



miércoles, 20 de diciembre de 2023

DROP NINETEENS. "Hard light" (2023)

 


Me pasó con lo último de Slowdive y me ocurre lo mismo con la reaparición después de 30 años de esta banda norteamericana, el tiempo no pasa en balde. Y ojo, que los trabajos de ambas bandas no son para nada malos, pero dejaron el listón tan alto que aun retumba en tus recuerdos sus músicas antiguas cuando te pones en el equipo sus discos de ahora. 

Y eso que "Hard light" empieza como un tiro, sin tanta distorsión como antaño pero con igual pegada, en los dos primeros títulos, la que titula el lp y sobre todo "Scape flow" donde dejan entrever la capacidad para crear espacios sonoros oníricos. 

Es cuando escuchas otros temas como "Gal", que siendo correcto, notas que faltas un punto más de detonación, algo más de brío para certificar que el shoegazing sigue siendo un terremoto. Como tampoco convence demasiado "The price was high" donde parecen unos Blonde Redhead desmejorados. 

Recuperan consistencia cuando escuchas "Rose with smoke" donde deambulan somnolientos entre nieblas y sofismas raros, o "A hitch" con ecos de los postulados de antaño. Pero es en la idea central de su música, en el resumen después de unas cuantas audiciones, donde se echan de menos esos guitarrazos que recordamos de ese portentoso disco que fue "Delaware".

"Another one another" parece que va a apabullar y se va apagando poco a poco a pesar del encanto que se intuye, como esa letanía insulta llamada "Policeman getting lost". Fallido regreso pues el de Drop Nineteens. Y es que cuando se ha dejado el listón tan alto......



domingo, 17 de diciembre de 2023

MONO. "Hymn to the immortal wind" (2009)

 


¿Qué pasa cuando se unen la banda japonesa Mono y el mago de los estudios de grabación Steve Albini? Pues lo que suele pasar en estos casos, que Mono graban el mejor disco de su carrera, incrementado la de por si efectividad emocional de su post rock, con un sonido de esos que quita el hipo ("Ashes in the snow"). 

Y es que escuchar este disco a fecha de hoy, con el post rock ya en estado terminal (salvo contadas excepciones), es participar en una bacanal de climas interiores, de ráfagas de guitarras apalabrando citas con el sonido de cuerdas que te acunan y miman. 

"Burial at sea" es grandilocuente, la máxima expresión de una banda que sabe como trasladar las emociones a lugares donde es fácil perderse entre laberintos y sendas repletas de musgos evocadores, de suspiros que abrazan ("Sileng flight, sleeping dawn"). 

Y luego te topas de bruces con "Follow the map" y "The Battle to heaven", y sientes que si, que no es un milagro de lluvia y rocío embarazado, que esta música viene sin condimento posible, con alas en cada cadencia sónica que te estremece y te hace llorar. El mejor disco de Mono, un trabajo que hay que tener sí o sí. 



miércoles, 13 de diciembre de 2023

MINERAL. "The power of failing" (1996)

 

Mineral junto a Sunny Day Real Estate, son mis bandas favoritas de emocore. Las dos formaciones que más han sabido concretar esas sacudidas de guitarras, con unas melodías con propensión al quejido furioso como vemos en la primera track, "Five, eight and ten", que abre el que fuera su primer disco, donde casi se parecen a Superchunk. 

Sacaron sólo dos lps, pero dejaron una profunda huella. Y es que sus canciones son una andanada de esas que te engancha a las primeras de cambio como "Gloria" y todo ese poderío de distorsión que te deja sin palabras. 

"Slower" y "Dolorosa" son otras dos piedras de toque que supuran amargura por todos los costados, un aullido quejumbroso en medio de una buena bacanal de ruido. Mineral suenan convincentes, reparten a destajo altas dosis de emoción que la mayoría de los grupos de emocore no han sabido transitar (oyendo  sobretodo a Jimmi eat World, The Get up kids o Samiam que navegan en la divagación perpetua faltos la mayoría de las veces de esa rabia tan necesaria).

Temas redondos como "80/37" con ínfulas de dramas creíbles, o "If i could" con esa tranquilidad que rezuma una furia dormida para crispar tranquilidades. Qué buenos que eran Mineral. Que pedazos de temas como "July" que encandilan desde la primera escucha o "Silver", la más arrebatadora del disco. 

Solo dos trabajos les bastó para no caer en las apatía de sus compañeros de generación y estilo. Mineral, los grandes del emo. 



martes, 12 de diciembre de 2023

THE WEDDING PRESENT. "Bizarro" (1989)


 No lo puedo remediar. Son mi máxima debilidad. Mi grupo favorito. Y más tras la experiencia que jamás olvidaré que supuso verlos hace a penas dos semanas. Después de tantos años siguen siendo una auténtica medicina para el alma. Habría que tirarle de las orejas al promotor que se le ocurrió la estrafalaria idea de llevar a The Wedding Present a un auditorio con butacas. ¿Quién puede aguantar sentado viéndolos? 

Porque la verdad es que los que estuvimos allí asistimos a la confirmación que el grupo liderado por David Gedge sigue teniendo esa capacidad de perforarnos los corazones con sus distorsiones abrasivas, con sus melodías de fuego, con esa enorme rotundidad que hace que se deshojen los años de nuestra edad en una hora y media que nos hizo enfebrecer de felicidad. 

Valga el concierto para traer a Discos Pensados el segundo mejor disco de su dilatada discografía (el primero, ya lo he comentado por estos lares, es para el que escribe el mejor disco de la historia, "Seamonsters"). Y además con una edición especial con 7 canciones que no venían en el trabajo original. 

"Bizarro" vino tras el pistoletazo de su carrera que supuso "George Best", y no hace falta esperar mucho para que el corazón palpite con furia. "Brassneck" y ese vídeo que habré visto mil veces, y esa forma de sonar como nadie antes lo había hecho. ¿Qué puedo decir?  Los amo. "Crushed" es puro punk con voces que parecen margaritas, mientras David sigue ejerciendo su vocacional oficio de párroco de una música que sólo ellos han sabido fabricar.

 Siempre he pensado de The Wedding Present que eran una versión punk de The Smiths.  Para confirmarlo basta oír  temas como "No", y ese deje melódico que apabulla y te derrite. Y es entonces cuando llega una de las mejores canciones de su carrera, "Kennedy". Cuando la tocaron en directo, ya no podíamos aguantar sentados. Sedición y juventud, el cuerpo que vibra, el motín contra el paso del tiempo. 

Y como la cosa va de hits, aquí va otro. "What have i said now?",  y la rebelión es una victoria asegurada, los dedos intentan transcribir las sensaciones que provocan esa cadencia vocal, esas guitarras en irrupción, ese pop de mentira porque aquí solo hay furia. Y es entonces cuando suena otro escupitajo, "Granadaland" con la que cerraron su concierto. Se me saltan las lágrimas sólo de recordar.  Puro frenesí, un aullido salvaje, unas melodías que tengo grabadas desde hace tantos años en todo mi ser. 

Y esto es un no parar. Casi derribo el café que tengo en la mesa. El día anda preocupado con la niebla y suena "Take me" y se me erizan hasta los cabellos de los latidos que se pueblan de caballos y guitarras detonadoras. Y luego está el regalo de esta edición especial que empieza con "Unfaithful" y esa necesidad imperiosa como nos ocurre con los Wedding siempre, de no esta quieto cuando los oímos, de sufrir aspavientos de felicidad, de recordar esos momentos cuando con 20 años te encerrabas en el cuarto en casa y te dejabas llevar por esa corriente frenética.

A continuación te topas de repente con esa versión de Tom Jones, "It's not usual", y ya te quedas como loco, alucinado de ese fragor punk, de esa fuerza que te deja impávido, como borracho, excitado ante tanto guitarrazo y tanta canción explosiva. Y otra versión de "Brassneck" que iguala o supera a que inicia el disco, y que da paso a "Don't talk, just kiss",donde el pogo ya es imparable. 

Y termina este viaje con "Gone y "Box elder" y tengo que dar un largo trago de agua, porque parece que en el tiempo que he tardado en hacer el artículo hubiera estado corriendo una maratón. Oírles es todo un bálsamo, un disfrute sin igual, la consagración de la idea del poder salutífero de la música. 


domingo, 10 de diciembre de 2023

BAR ITALIA. "The Twist" (2023)

 


El segundo disco del trio afincado en Londres, seguro que se aupará en las listas de lo mejor de 2023. Y lo hace con todo merecimiento por esa forma tan personal de desarrollar unas influencias que se notan por todos los costados, pero que han sabido transformar con una enorme solvencia y actualidad. 

Empezando con "My little tony" y "Real houses vibes (desperate house vibes)", donde es latente el influjo de Sonic Youth, pero aquí traducido en melodías decadentes que te dejan llevar, con la voces arrastradas en un abanico de sugestión colosal. 

"Twist" bien puede parecer un encantamiento de dream pop, para en "Worlds greatest emoter" convertir una simple canción con distorsión en un recuerdo afortunado de Ride. Más Sonic Youth en "Calm down with me" y ese comienzo que tanto nos recuerda a los jóvenes sónicos, o "Shoo" y esa capacidad para ir levantando un leve muro de sonido que te atrapa sin más. 

"Que surprise" suena como un crisol de guitarras explorando nuevos caminos entre letanías de voz y "Hi fiver", podía haber figurado en un disco de homenaje a los Pavement menos ruidosos. Otro punto fuerte es "Brush w faith" donde se dejan llevar por todas los discos escuchados de su discografía, que seguro apuntan a los 90. 

Vacilona les ha salido "Glory hunter" y mágica esa "Sounds live you to be there". Para terminar, "Jelsy" y "Bibs", para confirmar el enorme potencial de una banda que se ha merecido nuestro ojo escrutador. 


jueves, 7 de diciembre de 2023

METZ. "II" (2015)



El segundo disco de una de las bandas de noise rock más interesantes que ha salido en estos últimos años no defraudo. Los canadienses empiezan con dos pepinazos: "Acetate" y sobre todo ese himno de mil pogos llamado "The swimmer". Un volcán. 

Mucha culpa del éxito de esta banda, se debe a la voz de su cantante Alex Edkins, que parece que está cantando demonios. Y lo bueno de Metz es que se las apañan de maravilla entre sonidos cercanos al grunge, "IOU", pero sin querer alejarse de ese espíritu punk que impregna todo este discazo, como "Nervous system" nos muestra. 

"Wait in line" es otro detalle del poderío de una banda que no deja prisioneros, que lo da todo en un disco que transportado al directo suena como una auténtica apisonadora ("Eyes peeled"). 

Con Metz, el noise rock está a salvo de aburrimiento y de caer en trampas falsas de acomodados sonidos para agraciar al público, como nos han demostrado los mediocres Idles con sus últimos trabajos. 



 

martes, 5 de diciembre de 2023

DUSTER. "Remote echoes" (2023)

 


La verdad es que se hacen cortas estas 14 canciones enlatadas en media hora, donde apenas podemos vislumbrar el enorme poderío de esta magnífica banda. Y eso que es un discazo de esos que te penetra en la primera oída. 

"Remote echoes" esta compuesto por canciones que habían salido en cassettes  y varios demos, y como lo que tiene Duster son fervientes seguidores, aquí viene su regalo en forma de canciones rotas como la penetrante "Before the veil" o ese minuto de "Cigarrettes and coffee" donde se parecen a Sparklehorse. 

Su slowcore aquí aparece algo enrabietado ("The weed supreme"), y cuando parece que empiezan a expandirse como en "Untitled 59", dan paso a otra canción, "I know i wont", para que no nos emocionemos demasiado tras su escucha. 

"Moon in aries" es delicada y repleta de una suavidad que envenena el alma, como "Glue" y ese deje de susurros que se enarbolan en el aire. "Testphase" y "Lost time" son aperitivos para una velada de teclados de otros tiempos y el minuto de "Strange" es un esbozo de una canción en proyecto. Porque "Remote echoe" es eso, un compendio de ideas resumidas en poco minutaje, y que deja ver el esqueleto musical de una banda sin igual. 

La más larga, con sus tres minutos y medio, "Untitled 84" da la autentica extensión e importancia de este grupo tan oculto y que tanto seguimos con ferviente emoción. Queremos más!!!!!!



domingo, 3 de diciembre de 2023

SMOG. "Knock knock" (1999)

 


Es difícil elegir entre todos los trabajos de Smog, el grupo del necesario e imprescindible Bill Callahan. Este "Knock knock", el que fuera el séptimo en su carrera, quizás es el más inmediato, el que más te llega a la primera escucha. 

Basta con el comienzo, con la soberbia "Let's move to the country", y con la rugosa y guitarrera "Held", para cerciorarte que estamos ante algo grande. Porque también encuentras como siempre momentos para la reflexión y la calma ("River guard"), acompañados por guitarrazos de esos que despiertan a un muerto ("No dancing"). 

Tiempos de silencios y tragedias como en "Teenage spaceship" se dan la mano con hits soberbio como "Cold blooded old times" pura nicotina para tu corazón. Luego viene otra vez el drama con "Sweet treat" para de repente escuchar a unos niños tararear en "Hit the ground runing". 

Soberbio de principio a fin. Solo nos queda el final con "I could drive forever" y "Left only with love", y cerramos el círculo de este temario que te deja impactado. Y es que Bill Callahan siempre es fiable. Un dardo certero a tu alma. 


sábado, 2 de diciembre de 2023

MELKBELLY. "Nothing valley" (2017)

 


Creo que nadie se ha acercado al influjo sónico de unas The Breeders digamos de mala leche, como lo hacen este grupo americano, que son una auténtica apisonadora, como lo demuestra este inicio brutal con "Kid kreative" y "R.O.R.OB". 

Agallas tienen las suyas para transitar también en tonadas que requieren una cierta dosis de pericia al acercarse a un indie rock envenenado con unas potente instrumentación que dice mucho de esta banda que no busca solo hacer ruido ("Greedy gull"). 

Sus temas arden en las manos ("Petrified"),  y en "Middle of" nos muestran el punto más punk para que quepa de todo en esta cajón desastre de esencias de los 90 hechas en el 2017. Favoritas tengo unas cuentas. Entre ellas ese mazacote llamado "RUNXRN",  o ese fogonazo llamado "Cawthra". 

Para terminar este corto y primer disco (que fue seguido en 2020 por el no menos interesante "PITH"), "Halloween" y su ramo de flores envenenadas. Un lujo vamos lo de hallar en el trastero de la memoria, bandas como Melkbelly.