sábado, 30 de marzo de 2013

AMOUSHKA SHANKAR. "Rise" (2006)


Se nota que la hermana de Norah Jones e hija del gran Ravi Shankar lleva en las venas el arte del sitar. Por sus sangre corren remolinos ancenstrales, sus dedos son  agitadores de este especial crucero abierto a otras coordenadas que complementan la evolución de la musique sitar.

Occidente y oriente están presentes en "Rise", como nexo de unión de culturas musicales en principios lejanas, pero que de la mano de esta sitarista, nos encontramos sin duda ante una perfecta continuación de los trabajos de su padre. Nadie pues como ella para lograr la expansión sensorial, para fabricar levedad con su sitar amaestrado con destreza.

Rodeada de un elenco increible de músicos, (Barry Phillips, Kevin Cooper, Pedro Ricardo Mino,etc.) "Rise", empieza con calma, "Prayer in pasing" piano y sitar en una posada en el Ganges. La marcha empieza pronto con "Red Sun", donde el sitar es la voz de los dos Mishra, que juegan con nosotros en un pequeña catarsis interior.

"Mahadeva" es pura tradición y "Naked" está floreada con guirnaldas de intuición, donde soñar es una ambrosía que se mece y mece en los vaivenes continuos de nuestra necesidad de transcendencia. Se nota que desde pequeña Amoushka ha tenido al Sitar como referente musical, como amigo.

"Solea" es un guiño al flamenco terciada por el pianista sevillano Pedro Ricardo y "Beloved" es sensual hasta las entrañas.  Todo un goce pues para los que participan en la eclosión íntima de los vapores de otras músicas lejanas de los sinsabores muchas veces de los cliches occidentales.


lunes, 25 de marzo de 2013

SR.CHINARRO. "Enhorabuena a los cuatro" (2013)


El artista que más ha aparecido en Discos Pensados. Uno de los pocos que al salir a la venta un trabajo suyo, mi dolida economía me da un respiro para correr raudo y veloz para hacerme con él. Antonio Luque siempre es y será una de mis debilidades. Desde que me comprçe su primer trabajo, he ido completando el puzzle chinarrista, con afán de coleccionista, pero también sabedor que siempre y a su manera no iba a defraudar las expectativas creadas por en mi modesta opinión, el mejor baluarte para la música independiente de este país.

Los mundos de Luque, sus soniquetes graciosos, su pop diabolo quisquilloso, nunca defrauda, toca fibra emocional, carga a sus espaldas con el peso de la gracia y el buen rollo, se deja querer desde la primera escucha.

Año tras año un cargamento de pop para llevarte a la boca, un rugido cálido, un avispero de tiernos sobres aromatizados de cariño. "Enhorabuena a los cuatro", (treceavo disco en su carrera, que buen número) no es un avispero critico como "¡Menos samba!, Luque prefiere hablar de sentimientos y truhanes colapsos íntimos, sorbos de anís al por mayor y sopa envenenada de besos. Todo cabe en el sombrero mágico de este Tamariz de las melodías sanas.

También ha contado con colaboraciones de lujo. Marc Greenwood  y Pau Roca(La habitacion roja), Alfonso Luna (Tachenko) o Anni B Sweet, entre otros, han dado su granito de arena para el crecimiento de esta planta grabada en los estudios de nombre de una bebida energética.

"Enhorabuena a los cuatro" empieza con "El destino turístico", ruda y con distorsión, radiante y espectacular. En "Mal de la cabeza", disfruta de una mini ranchera cantamañana calentita y fugaz que da paso en "Rechace imitaciones" a una seria proclama triste. La canción chinarrista clásica, de su ultima época esta  repleta de felicitaciones cuando escuchas "La buena" o "Más grande que Barcelona", parada y fonda para los que estimamos los estuarios donde Luque descansa con poesias de nombre imperecedero.

"Las fuerzas de la naturaleza"  me gusta por su aire country y "Stella Maris" contiene todos los aditivos para que te perfore sin más el corazón. Y que me decís de la tristeza de "Solo Shakespeare", candidez purpurina, silbato de viento, hollín y mermelada.

"Enhorabuena los cuatro", enhorabuena a nosotros por participar como oyentes de otro acontecimiento Chinarrista, enhorabuena porque está por aquí la primavera y con ella la esperanza, y a lomos de un caballo arcoiris, Luque con su espada fajadora de engaños.


viernes, 22 de marzo de 2013

DAVID LYNCH. " BSO Inland empire" (2007)


Escuchar la música de las películas de David Lynch, es vivir en primera mano, el ramillete de obsesiones del director. La música es el reflejo de esos mundos extraños, delirantes, pesadillescos, de los que no me he perdido ningún capítulo. Porque lo reconozco, desde la serie "Twins Peaks", no he dejado de extraviarme en el laberinto tenebroso, sugerente, de ese autor, verdadero promotor de los viajes sin paracaídas a través del mundo de las sombras.

"Cabeza borradora", "Terciopelo azul", "Carretera perdida" o esa obra tan lejana en la temática y la forma de su tono habitual, llamada "Una historia verdadera", conforman un catálogo de films que ya se han grabado  para siempre en los anaqueles de la historia del cine.

La larga y tortuosa "Inland empire" denostada por algunos críticos, es otra pieza del dominó lynchiano. Su banda sonora, es sin duda, de lo mejor que ha construido en su dilatada carrera. El blues futurista (que tanto le gusta) de "Ghost of love", es la primera joya que da paso al clasicismo de Mantovani, con "Colours of my life".

Pero el orbe de "Inland empire" es siniestro. Y los doce minutos de "Woods variation" son como para temblar, desquiciados en rugidos de caos depravador. También hay paradas en el  jazz con ínfulas swing, "Three to get ready" (Dave Brubeck).

Las concesiones que hace Lynch en el mundo de las cuerdas, de la mansedumbre sonora, ""The secret of life tree" (Kroke) es una buena manera de despegarse del mal rollo que destilan tracks como "BBQ theme". Alguien que nunca halla visionado ningún trabajo de Lynch, (¿existen?) con sólo escuchar artefactos como "Polish Night Music No 1" se podrá imaginar historias de duermevela mortecino, tiempos derrotados por mundos paralelos que habitan en la psique más profunda, o madres que llevan hijos de leña en el brazo.

"Inland empire", otro canto a la libertad total en la historia de la cimetagrafia mundial, y su BSO, un aderezo imperial para tratar la enfermedades intimas del ser humano. O para incrementarlas....


martes, 19 de marzo de 2013

IGGY POP. "Après" (2012)


La verdad es que no entiendo todas las criticas negativas que recibió este disco de la Iguana. ¿Qué quieren, qué el abuelo del punk siga despellejándose el pecho con cuchillas? Parece que esta vedado para el bueno de Iggy dejar de lado su capa furiosa nihilista, que lo que esperamos de él son aullidos y cuerpo sudoroso mientras berrea en un mar de esputos eléctricos.

Me revelo ante el  fundamentalismo que no ceja en su voluntad de cortar alas al que vuela libre por los océanos de lo que hago lo que me viene en gana. "Après", es un disco de covers, donde el hombre más arrugado del punk, se suelta ligero y con primor en una batalla hacia un pedestal donde la chanson brilla desde los cielos de su voz.

Y en este "Après", cuando Iggy coge el francés como idioma, es cuando más me gusta, con esa corrompida garganta que desde la versión de Joe Dassin, "Et si tu n'existais pas"  deja bien a las claras que el crooner triunfa donde otros ven aburrimiento.

"La Javanaise", de Gainsburg, tiene flipada a mi señora marsellesa. Si levantara Serge la cabeza y viese al hombre que inicio el punk se sentiría feliz y radiante. Tampoco están nada mal cosas como la visión que tiene  Iggy, de la canción de Harry Nilson,  "Everybody's talkin'" o como se nos teme en el bolsillo con "I'm going away smiling" de Yoko Ono y la reinterpretación inocente del "Michelle" de Beatles.

Tú si que vales viejo zorro. A la mierda los criticones del tres al cuarto que creen que aun estamos en el 77. La trompeta y el tempo jazz de "La vie en rose" les quita a todos ellos la razón. "Syracuse", canción de cuna para mi pequeño cuando era bebé, de Henri Salvador, es la estocada perfecta para callar bocas.

Señoras y señores, con todos ustedes, y para su máximo disfrute, él señor del punk convertido en alfarero de melodías añejas, el truhán despachado, garantía segura para tu máximo goce. Que les den a los criticones, dale fuerte Iggy con tu chanson.


lunes, 11 de marzo de 2013

TOM WAITS. "Glitter and doom live" (2009)


Que voz, que presencia, ¿cuántos años lleva ya Tom Waits con nosotros, espectro de garganta rota, bebedor de historias de noches eternas? Escucharle es olvidar el odio hacia muchas cosas que detesto. En un paréntesis que me hace el bien, es un sorbo de rock sin afeitar, baladas que dan ganas de llorar, afecto y tensión, música 100% necesaria para la salud de tu discografía.

"Glitter and doom live", fue un live que recoge grabaiones de su gira por Estados Unidos y Europa, presentando la gira "Glitter and doom". Casi veinte temas que estoy seguro no te dejaran saciado, porque el que escribe, se tiraría horas y horas sin parar escuchando a este pedazo de crooner de los cigarros eléctricos.

El comienzo no puede ser mejor: "Lucinda/Ain't goin down", blues con toques swing, vacilada potente, ruletas rusa con polvos mágicos, armónica incluida. Como siempre, los directos de Waits muestran al animal en todo su esplendor. "Singapore", de "Rain dogs" es una zingara canción de palmas y palmas para votar como osos borrachos.

"Get behind the mule" es otra pedazo de roca en medio del camino que da paso a "Fannin street", belleza y desgarrada, el publico callado escucha al jefe, las cuerdas se resbalan con los dedos, la voz te penetra y te deja helado. Esto es el compromiso musico=oyente. La magia existe, podemos creer en el poder magnificador de la música cuando entes como este inmortal Tom Waits nos descoloca, nos deja sin aire. Obra de arte sin marcos, mar cruzado al azar por un corazón tan grande como la imaginación.

"Dirt in the ground", grabado en Milan, es puro te engatusa y te roba los suspiros y el funk de "Such a cream" consolida a Waits como uno de los tipos mas versatalis en esto del rock. Luego sigue la fiesta con la perorata de "Live Circus" y "Goin out west" es para menear el bigote sin despeinarte los ojos.

Luego, si aun no has tenido bastante, sigue con "Story" o "Make it rain". Pura delicia, chocalate en rama, sanidad para tus oidos. Waits, siempre Wiats. El lobo hombre que sigue aullando, que no pare jamás, Sus mordisco, nuestra salud mental.


jueves, 7 de marzo de 2013

DEDICADO A 301 COMPAÑEROS/AS DE LA UNIVERSIDAD POLITECNICA DE MADRID QUE QUIEREN DESPEDIR




LOS 301: ELLOS, NOSOTROS

Si se lleva a cabo el despido, amortización, crimen laboral de los 301 compañeros, será el fin de nuestra Universidad. Los 301 como símbolo de que se prima al que roba y mal gestiona y se defenestra al que colabora con su esfuerzo para la construcción de un espacio, la Universidad,  semilla del futuro.

Me imagino la vida que les espera a los 301 sí al fin el Rector y sus secuaces logran convertir la UPM en la primera Universidad Publica camino de convertirse en Privada. Me imagino las facturas sobre la mesa, una tras otra, montaña que crece y crece. Me imagino las neveras que se irán vaciando, los abrazos en silencio para que los niños no se enteren de que sin trabajo no podrán tener  ese libro favorito, ni podrán escalar las montañas de los sueños.  Me imagino la implantación marcial de la depresión, los ojos llorosos cavando tristeza en el espíritu mientras se preguntan que han hecho ellos para que ocurra esta debacle.

Los pusieron un número, tatuado en un papel. Sin nombres, reses hacia el matadero, cifras para tapar los desmanes de los que están haciendo de lo público un casino. Nuestra Universidad es una pequeña  España. Aquí  tenemos sobres que se llaman fundaotetés, aquí hay Gurtels chinas, redes  oscuras creadas por grises personajes del hampa.

Los 301. Si se van ellos, nos echarán a todos. Poco a poco, un año tras otro, irán dinamitando la Universidad para que lo económico predomine sobre el bien social de la educación. Así es este país, así ésta Universidad. 

Si se van, quedará el vacío. Mesas poseídas por el dios polvo, sillas frías, máquinas y espacios físicos que guardarán un tiempo su calor hasta que el recuerdo de paso a la costumbre de la ausencia. A veces hablaremos de ellos, nos acordaremos  de situaciones que vivimos juntos, maldeciremos a los que han ocasionado este daño tan funesto. Luego, el paso de los meses nos hará  habituarnos a lo cotidiano.

Cuando los consejeros acudan a votar deben de saber que su voto es una sentencia de muerte laboral, es un disparo certero a la esperanza de futuro, es manchar la biografía de cada compañero con óxido, llenar los bolsillos de deudas imposible de pagar. Los consejeros que voten sí a las medidas deben saber que aquí sobran. Que no queremos a nadie que priorice  la opacidad en las cuentas al mantenimiento de  una plantilla necesaria.

Sigo creyendo que podemos seguir luchando, que podemos parar el aliento de la derrota que nos amenaza. Juntos, como una ola de imposible parada, como un montón de voces, de gritos en movimiento constante  contra el estado artificial de las cosas; estado generado por unos ladrones de guante académico que se sirven de lo público para cercenar el día a día de cientos de compañeros.

Si los 301 se van, al poco, tendremos otros 301. Ellos, nosotros. Nosotros, ellos. No, no lo permitiremos. Porque si alguien tiene que caer es el que miente y engorda con falsos oropeles de promesas políticas. Contra ellos siempre, por los 301, por nosotros.

lunes, 4 de marzo de 2013

EYVIND KANG. "The Narrow garden" (2012)


Apasionante, hipnótica, desbordante de motivos para mirar la vista atrás, a los principios del medievo e imaginar vates cuenta historias, o Persias agonizantes carcomidas por leyendas de culebras abradacabras de sonido embriagador."The Narrow garden",del violinista Eyvind Kang, acompañado de su señora, Jessika Keney, es todo un canto al neoclasicismo, a la reinterpretación de viejos modos musicales atrapados por la versatilidad de esta pareja que seguro te engatusará.

"Fores't samai" es para imaginar castillos abandonados por Dead Can Dance, ilusos de un viaje en el tiempo  para bailar mientras los perros se calientan a los lomos del fuego, y ela danza hace que la doncella del amor se quite su timidez mientras el vino chorrea cáliz depravado de dulce amor.

Este reputado violinista sabe dar a Jessika motivos para recuperar el romanticismo más medieval, cuando en "Pure nothing" caemos entre sombras con flautas y cuerdas que te mecen y mecen hasta llegar a un torbellino de ensueño.

En "Usnea", su propuesta se hace mas minimal, arriesgada, en una tétrica parada de monstruos que bien valdría como un responso lúgubre tirado por un carro de cuervos que quieren llegar a su hora para destripar ojos opacos de luz. Los tiempos pretéritos vuelven a corretear con "Mineralia" y su estruendo arábigo es una buena ración de medicina para el ánimo y los sentidos.

La que titula el cd es otra joya de esas lineales y sin subterfugios para seguir si aun no conoces la carrera de este insigne violinista de la parte más underground del clasicismo. Toda una maravilla pues la apuesta atemporal de este "The Narrow garden".


sábado, 2 de marzo de 2013

WOVENHAND. "Ten stones" (2008)


Unos muy buenos amigos, hace ya unos años me regalaron un disco. No conocía al grupo. Se llamaban 16 Horsepower, y el título se llamaba "Folkclore". Lo encontraron en una pequeña tienda de discos regentada por un sueco aficionado al folk, al country menos convencional  y al sello Glittherhouse rico en fragancias de calor y osarios de western.

Aun recuerdo el cd. Negro y sobredimensionada las letras de la banda. Me dijeron que iba a flilpa, que lo suyo era una especia de country oscuro, tenebroso, repleto de aristas y cienas para asustar. No se equivocaron. Caí rendido y más tarde me comprometí a completar la discografía de la banda liderada por un tipo llamado David Eugene Edwards.

Cuando los 16 Horsepower pasaron a mejor vida, el bueno de David, quiso seguir por la senda de las biblias negra sobre bocados de desiertos sin nombre, sin pasado, sin luz. Wovehand es el nombre que elegió para que no le perdarmos de vista, para seguir la antorcha que ilumina los caminos con tenebrosos calices de infierno dulce.

"Ten stones", fue cuarto largo, empieza con "The Beautiful Axe", torturado rock que siente las espinas de Nick Cave, que se te clava en la monserga de tus noches, que deja paso a "Horsetail", letanía que se quita la piel a borbotones. "Not one stone" es un pedazo de caligrafia del infierno, y "Cohawkin road" con su sedosa y tramposa lentitud country, son dos más razones para seguir cabalgado hacia el infinito con Wovehand.

Y la versión de Jobim que se saca del gorro de vaquero en "Quiet nights of quiet stars", bossanova de predicadores del pecado, es puro vendaval de candor y penurias de corazón. Luego te pones el trallazo seudopunk que es "Kicking bird", y no queda más remedio que aplaudir y aplaudir los afilados cuchillos sin domesticar de esta pedazo de banda.

Pecado tras pecado, Wovehand es pues una manera más de vivir en el lado salvaje de la no fe. Música para fieles del infierno, para poetas de la bancarrota. Cielo y infierno,de bodas, como decia el insigne vate ingles Blake.