martes, 30 de agosto de 2022

PETROL GIRLS. "Baby" (2022)

 


Si antes no hubiéramos escuchado a Babes in Toyland, L7 o Hole, el sonido de los londinenses Petrol Girls, tendría algo más de gracia que lo que tiene. La verdad es que anda ya uno algo cansado de tantas repeticiones sin aportar nada, solo repeticiones de clichés, de sonidos que ya hemos escuchado mil veces ("Preachers").

Y el caso es que si existieran otros ingredientes que aportasen una mezcla a este batiburrillo de riotgirl, grunge o punk siempre mesurado ("Feed my fire"), la cosa ya digo, podría ser soportable. Pero no. Lo único bueno de "Baby" es que dura solo media hora. Algo bueno debemos de sacar de su escucha pues. 

La voz de Ren Aldrige es un refrito ("Clowns") que ni siquiera los intentos por hacer algo distinto, (como parece sonar en "Unsettle", donde se relajan algo para a continuación en "Fight for our lives" continuar con la matraca) pueden depurar la linealidad de una forma de hacer música que para el que escribe está ya más que agotada. 

"Violent by desing" tira de rabia y de contundencia pero no me dice nada. Como "One or the other" y esa sensación de querer sonar a los Slits. La realidad de Petrol Girls la encontramos en temas como "Sick & tired" o "Bones", donde dan el definitivo grito hacia la nada. 

Disco pues a olvidar, de esos que le dejas tiempo de escucha a ver si hay alguna posibilidad, pero que no, que no puede ser. Un bluff  vamos. 


lunes, 29 de agosto de 2022

ASTÉRÉOTYPIE. "Aucun mec ne ressemble à Brad Pritt dans la Drôme" (2022)


Esto es algo grande. Astéréotypie es un grupo, que es un proyecto nacido de Instituto Médico Pedagógico, para personas con autismo. Lo que empezó como una catarsis liberadora de escritura de textos, acabó como una banda donde sus 4 miembros autistas están acompañados de otras 4 músicos profesionales que saben perfectamente transportar todas esas ideas en una especie de catarss noise rock absorvente, de punk abrasador. 

Aquí las palabras son importantes, las historias que cuentan también. Pero no es necesario ser un experto en el idioma de los galos para que gozar desde que suena ese himno que es "Le pacha", donde no puedes parar de botar cuando las guitarras provocan un incendio de dimensiones considerables,  o la que titula el cd, puro divertimento que te atrapa y te conmociona. 

"Mon chat a 44 ans" (mi gato tiene 44 años), es una locura de esas que roza la psicodelia, la risa y la aventura que no cesa. Porque el autismo es la herramienta por donde salen esas ideas, esos conceptos deslavazados, esa corriente frenética de ideas que te lleva a burradas del tipo de "Vivre soit 2", o a esa casi industrial "Du vélo à Saint-Malo, du kayak à Saint-Briac". 

"Bonjour" y sus dos minutos de comedia de palabras, o "Ponio" y esa sensación que estamos ante algo muy grande, ante un fenómeno que transciende lo meramente musical. La más brutal del disco es "20 euros" una pasada de esas que no se olvida, punk tecnológico y punk de guitarras, todo en uno. Luego ya en el final, "Fantôme de Broglie, fantôme de Strasbourg" y la tranquila "Les dates dans ma tête" ponen los últimos nervios eléctricos de un disco que desde aquí lo recomiendo encarecidamente.

 


jueves, 25 de agosto de 2022

MARK EITZEL. "Klamath" (2009)

 


Uno de mis discos favoritos de los 90 fue "Everclear" de American Music Club, la banda de este gran vate llamado Mark Eitzel. En plena ebullición del indie, nos quedamos enganchados a esa tristeza tenue que irradiaban una banda que venia para quedarse. 

Con el tiempo me hice con toda su discografía, y seguí muy de cerca la carrera de Mark en solitario. "Klamath" es un disco que no decepcionará a los que seguimos la estela en el cielo de esas nubes borrascosas que inundan el sentir cuando Eitzel canta. 

Como vemos con el inicio con "Like a river that reaches the sea" o con los ruidos electrónicos de "Buried treasure". "Klamath" se grabó en una cabaña en medio del bosque, quizás el mismo que aparece en la portada del disco, y la tranquilidad se nota desde el principio. Como ese vals llamado "The blood on my hands" o esa siderúrgica de la tranquilidad innata llamada "I miss you".

Pero a Mark tampoco le cuesta introducir elementos tecnológicos como vemos en "There's someone waiting", para a continuación saltar al vacío con un tema como "What do you got for me", directo a tu corazón. Y cuando la guitarra es el principal elemento de la canción, nos regala "The white of gold", una maravilla delicada y para soñar pétalos que puedan volar desde un deseo hasta la cortina interior de tu silencio. Una maravilla. 

Luego "Why i'm bullshit" que podría estar en cualquier discos de AMC, o "Remember" y esa melancolía que nace desde lo más profundo. Todo un gusto Mr.Eitzel volver a escuchar, todo un placer llenar con tu música las paredes de casa, sofocando el calor, clamando por la suavidad.


martes, 23 de agosto de 2022

BASTRO. "Diablo guapo" (1989)


 Ni más ni menos que el miembro de Tortoise John McEntire y David Grubbs( otro músico que ha dejado huella en bandas como Codeine, The Red Krayola o Gastr De Sol, por citar algunas) eran dos de los componentes de este supergrupo de noise rock con duración limitada en tres discos, pero que dieron suficiente muestra de su pegada como podemos comprobar en este su segundo largo. 

Y es que aquí hay mucho ruido como podemos oír en el inicio con "Tallow waters" y maneras diversas de especular con las guitarras en un auténtico tour de force de electricidad a toda leche ("Filthy five filthy ten"). 

Rápidos y audaces en sus propuestas como demuestra el volcán de lava sónica que es "Guapo", sabían conjugar de manera eficaz toda esa energía que acumulaban para rozar casi el punk en "Flesh colored house", para a continuación romperse en mil ritmos con la potente "Short-haired robot". 

Lo suyo era la pura mecánica del ruido, engrasada perfectamente, reptando con sus ideas hacia un torbellino de devastación ("Can of whoopass"). En media hora se ventilan un disco, donde ya se veía lo que nos iban a regalar con el paso del tiempo estos músicos siempre dispuestos a ir un paso más allá. 

Canciones cortas y lacerantes, ("Engaging the reverend"), un piano que parece haberse equivocado de disco ("Wurtlizer"), para terminar el juego este devastador con una ignominia del tipo de "Shoot me a deer". 

Noise rock del bueno, sin aditivos, pura radiación de otros tiempos de una banda con poco recorrido pero que se hizo su sitio para los que disfrutamos de distorsiones peligrosas para la salud. 


domingo, 21 de agosto de 2022

PARK. "Park" (2022)

 


Park son componentes del grupo de noise rock galo Lysistrata y de sus paisanos de indie pop Frànçois & The Atlas Mountain. De esta conjunción tan especial nace uno de los mejores disco del año, que tiene de todo para que la emoción te enerve tus sentidos. 

Que decir de la delicada "A Day Older" y de ese baile de mascaras de distorsión que es "Réveil heureux" todo un placer de esos que se disfruta a sorbos desde el inicio y que siempre pide más mucho más. 

Y es que lo temas de Park te enganchan desde que empiezas a oírlos. No hace falta mucho tiempo. Indie rock con notas de tristeza como ese pedazo de hit de corazones rotos llamado "Ghost" o ese toque a Sonic Youth que tiene "Upon a rose", cuando Moore y compañía se inclinaban hacia tonos de esos para meditar mientras las guitarras bostezaban amor. 

Un puntazo estos Park. Quizás el disco que más he oído este verano. Contundente, melódico, orfebrería de guitarras, con tiempos medios para gozar y con himnos de esos que desatascan cualquier mal día. Como "Tall grass" y sobre todo "Shannon" un hit atemporal de esos que se te mete en los ojos, en los oídos, que silbas mientras duermes, que permanece largo rato mientras disfrutas de una caída de sol o del paso efímero de una cigueña frente a tu casa. Me encanta ese arreón que meten y que hace que el tema sobresalga de ese letargo que parece salido de la pena. Soberbio. 

Ya casi al final, otro fuego de artificio radiante, "Easy living", pura adrenalina de indie rock de los 90 para degustar a todas horas. Lo dicho. Park, indie del bueno que no se olvida fácilmente. 


jueves, 18 de agosto de 2022

THE OCCASIONAL KEEPERS. "The beauty of the empty vessel" (2005)

 


¿Qué se puede esperar de un grupo formado por miembros de The Wake, Field Mice y Trembling Blue Stars? Emoción, delicadeza, lírica, suavidad.... The Occasional Keepers. Así era este grupo que solo sacó dos discos, y que comenzó su breve andadura con este prodigioso primer trabajo. 

Qué belleza que nos inunda cuando suena la radiante "The bracken", o esa emotiva nana de indie pop que se llama "J.Carpenter Kid" con violines incluidos y que provocan un ataque masivo de mariposas y libélulas con querencia a himnos de la naturaleza. 

The Occasional Keepers afinan con certeza su delicadeza y despliegan todo su arsenal de ternura en piezas tan gratificantes como "Of Nightingales". Como un resumen y una propagación de los sonidos de las bandas que provienen, The Ocassional Keepers suenan siempre ligeros y ambientales ("Concrete music"), acicalándose en burbujas de sueños ("In quiet isolation"), probando todo tipo de ejercicios para el ensueño ("North sea ring"). 

La corta duración de su vida como grupo, no les impidió rondar la elocuencia y los pasajes de post rock más austeros como esa subliminal "The crackle of Debris", para terminar el viaje de este cd con "The last lighthouse keeper", para gozar plenamente sin miedo a perderse en abismos estridentes. 

Música para rondar la calma, para los días de agosto, un calmante musical en forma de caramelo que se hace llamar otoño. 


martes, 16 de agosto de 2022

BAND OF SUSANS. ""Veil" (1993)

 


Después de un necesario parón de vacaciones, por aquí andamos de nuevo, cargadas ya las pilas, dispuestos a seguir en este viaje musical sin fin que es Discos Pensados. Para el retorno, nada mejor que este supergrupo de los 90, Band of Susans, con su mejor disco, "Veil", donde el noise rock se da la mano con el shoegazing ("Not in this life"), donde la banda norteamericana suena como un trueno de principio a fin ("Mood swing"). 

Y es que el grupo liderado por Susan Stenger y Robert Poss, en su discografía de 5 trabajos, dejó un huella imborrable y necesaria por la brutalidad de su sonido, por la electricidad desbocada de sus dos guitarras, por ese feedback brutal que en temas como "The red and the black" parece que pueden provocar terremotos. 

"Following my heart" es arrebatadora de principio a fin y "Stained class" es rock de ese que no para de arder en tus oídos, con una línea de guitarras que son como una tormenta, con la voz de Susan poniendo algo de sosiego ante tanto estruendo. 

Y es que si algo tenía Band of Susans que les representaba es la forma tan suya y particular de desarrollar sus expansivos paisajes de rock crudo, sin amansar, repleto de lugares para el desbocamiento y la furia ("Trouble spot" o "Pearls of wisdom"). 

Así hasta que llegamos al final con ese pedazo de hit que es "Blind", la mejor manera de terminar este batallón de rock electrificado que da calambres cada vez que lo escuchas. Un placer volver de nuevo a ellos. Siempre los clásicos serán un valor seguro. 


domingo, 7 de agosto de 2022

LA JUNGLE. "Ephemeral feast" (2022)


 Pensando Discos se toma una semana de vacaciones, y para decir hasta pronto que mejor que elegir el disco de estos belgas, que desde que suena "Hallow love" te ves sin más remedio obligado a subir el volumen y no parar de danzar como un poseso. 

Y es que acostumbrados a las bizarras composiciones de sus trabajos anteriores, el dúo formado por Jim y Roxie, va más allá y te dejan con la boca abierta, cuando con acierto tocan los palos que estiman oportunos. Como la electrónica en "Rivari", o en "No eyes", donde se desatan con una sacudida punk donde el grito y el espasmo inunda todo. 

Pero si algo hay que decir de "Ephemeral feast" es su variedad, su continuo fragor entre sutilizas y variantes hímnicas de una descomposición musical que se percibe en tonadas como "Another look to the woman in the gloom". 

"Couleur calcium" es una pasada. Un galimatías para no parar de moverte, tribal, desconcertante, una explosión de colores que no cesa. Y "De verna", donde transitan los modos de una rayante espeología del ruido. 

Ya para el final los fuegos artificiales con "The lake" y "VVCCLD" para llevarte a la playa a este par de orates que hará las delicias cuando el calor excesivo intente abollar tus neuronas. Una cerveza bien fría y el disco de La Jungle. Canciones del verano. De nuestro verano, el de los exploradores de la nada. Nos vemos pronto amigos. 


jueves, 4 de agosto de 2022

YNDI HALDA. "Enjoy eternals bliss" (2007)


 Existen dos clases de grupos de post rock. Unos que con el paso del tiempo y al escucharlos aburren hasta las ovejas con sus desarrollos lineales, con sus ruidos que ya no me dicen nada (Windy & Carl, Labradford (lo siento antes me gustaban) o Tortoise), y otros como Explosions in the Sky, Mono, o estos maravillosos ingleses llamados Yndi Halda, que empezaron su carrera con este "Enjoy eternals bliss",  y que cargados de guitarras que lloran y de música rompe corazones, se encargan de que las cuerdas suenen como aguijones de abeja. 

Me quedo con esta forma de afrontar los ambientes creados, el clímax instrumental que necesita del silencio para que la sensación de arrobo te llene los ojos de silencio. Vendieron este trabajo como un ep. Joder con el ep. Cuatro canciones y la mas corta de casi 12 minutos. Todo disfrutable, todo para que te plantes en la habitación, te sientes y te dejes llevar por ese inicio llamado "Dash and blast" y su concatenación de crescendos y silabas que no se oyen. 16 minutos. Todo un placer. 

Luego viene "We flood empty lakes" otra felicitación de navidad que te llena de esa serenidad necesaria cuando parece que todo sale mal, cuando un aullido de guitarra sintoniza con lo que llevas más dentro de tu ser. 

Hermanados con Mogwai y Godspeed you black Emperor!, oyes "A song for starlit beaches" y parece que se abren brechas en el cielo donde poder sacar la cabeza y mirar para buscar un arcoiris, o quizás algún vuelo al azar de unas ocas en busca de mejores tiempos. 

La banda sacó otros dos discos mas ("Under summer" y "A sun-coloured shaker"), y se fueron como vinieron. Como cuando suena "Illuminate my heart, my darling!" y poco a poco va entrando la penumbra en la habitación hasta hace poco arañada por los rayos de sol que con meticulosidad danzaban entre la ventana y el permiso de la cortina, hasta que llegamos a la más absoluta oscuridad. Vaya paz!!!!.


martes, 2 de agosto de 2022

BADBADNOTGOOD. "IV" (2016)

 


No supera la conmoción que me supuso la escucha de su impresionante "Talk memory" (2021), pero he de reconocer la valía de este cuarteto de Canadá que se nos presentan en la portada con esa guisa de playeros recién salidos de un holgazanamiento querido y buscado. 

"IV" es un buen disco, donde el jazz es el principal eje donde se intercalan ritmos que como en las dos iniciales "And that, too", y sobre todo "Speaking gently" se dejan llevar por ritmos para asaltar tu paz de movimiento. Quizás al disco le falta esa brutalidad sónica de "Talk memory", pero es todo un placer su escucha de principio a fin. 

En "Time moves slow" nos encontramos con la colaboración de Samuel T. Herring en una pedazo de soul song de esas que te quita el aliento y en "Confessions, Pt. 2" es ni más ni menos que Colin Stetson y su saxo el que impregna de un funk agitador toda un temazo de esos que sirven para desbocarte sin remisión. 

"Lavender" se escora a la electrónica con la participación de Kaytranada para en "Chompy's paradise" volvernos a mecer con una suavidad que estremece y te achicharra la serenidad. La que titula el cd es una batidora de ritmos para participar con descaro en este fiesta perpetua que nos ofrecen Badbadnotgood. 

Cuando llegamos a "Hyssop of Love", con la ayuda de Mick Jenkins, es cuando aparece esa fusión de jazz y hip hop por lo que fueron realmente conocidos en sus inicios. Me alucina la enigmática "Structure no. 3", y esa calidez que despide "In your eyes" con Charlotte Day Wilson a la voz. 

En conclusión, un fenomenal trabajo, siempre tras "Talk memory", con grandes momentos para recordar.