miércoles, 28 de septiembre de 2022

LAIKA. "Good looking blues" (2000)



Fueron de los primeros componentes de la horda de bandas de post rock que a principio de los 90 nos regalaron los oídos con sus sucesivas coartadas sonoras  (Tortoise, Bark Psychosis, Insides, AR Kane, Pram...). 

Laika era sobre todo Margaret Fiedler, cantante y compositora que bien acompañada siempre, nos regaló extrañas veladas de ritmos locos, de bailes venusianos ("Black cat bone"). Solo sacaron 4 discos y lo suyo siempre fue la agitación y los ritmos cambiantes, una discoteca sideral pensada para dislocarte los pensamientos ("Mocassin"). 

Jugaban con la electrónica, con la lounge music como nos muestran en "T. street", pero también se permitían el lujo de sumergirnos en un mar de olas contagiosas de sueños ("Uneasy"). La que titula el cd es compinche del trip hop y en "Widow 's weed" te arrojan un buen puñado de sonidos encantadoras para no refrenar tus impulsos más primarios. 

Grupo siempre pegado a una tecnología siempre amable ("Glory cloud"), eran divertidos hasta cuando se acercaban a un minimalismo de juguete ("Go fish"). Para el final, "Badtimes" y "Knowing too little" pura energía que se ofrece sin tapujos, pura sensaciones libres de coartadas insulsas. 

Laika, post rock del de antes. Ahora suele ser un estilo a la deriva con pocos defensores competentes. Laika, siguen siendo los mejores para guateques marcianos. 



domingo, 25 de septiembre de 2022

BLIND MR.JONES. "Stereo musicale" (1992)

 


Blind Mr. Jones siempre será uno de los mayores secretos a descubrir del shoegazing inglés de los 90. Les bastó solamente con dos discos para dejar su huella indeleble y personal en un estilo que tuvo muchos grupos, y que cuenta a Blind Mr. Jones como una de sus bazas a descubrir. 

Y mucho se debe al sonido de la flauta de Jon Tegner, que daba un punto extra de calidad y de tensión a canciones como la que inicia este viaje "Sisters" o a ese otro monumento de la especulación ruidista que es "Spooky vibes". 

Los temas de Bind Mr. Jones entran rápido, forman una madeja de tensión que te lleva a recordar a bandas como MBV ("Regular disase") o Ride ("Small caravan"). El nombre del grupo viene del disco de Talking Heads, "Naked", y el cuarteto se las apañó para forjarse todo un sonido peculiar, repleto de efectos y ruido, de lírica programada para influir ("Flying with lux"). 

"Henna and swayed" suena a The Cure y en "Lonesome boatman" te metes con ello de lleno en esa burbuja de sonidos brumosos repletos de feedback acariciador. Un puntazo atemporal es "Going on cold", y "One watta above darkness" se disfruta de lleno en la recreación de un ambiente acuoso repleto de estrellas de mar con venenos a disfrutar. 

"Dolores" podía valer como hit de andar por casa, y los once minutos de "Against the glass", ponen el colofón a un pedazo de trabajo que oído hoy suena actual y potente, demoledor en sus proclamas, definitivo en sus arranques de distorsión. Banda sin duda a recuperar sí o sí. 


jueves, 22 de septiembre de 2022

CONTRIVA. "If you had stayed" (2003)

 


Oyendo "If you had stayed" parece imposible que la banda que este sonando no sea de alguna lugar recóndito del oeste americano en vez de Alemania. Y es que desde que suena "Never shown again" te llenas de sensaciones cálidas de tranquilidad, cerca de un slowcore siempre hermanado con un post rock que nace del desamparo del desierto. 

Así eran las composiciones de Contriva (más tarde tiraron por la electrónica y perdieron algo de gracia). Canciones para el café de sobremesa ("Connected"), o radiografías de una lluvia que va a venir como "Presentiment" y ese torrente de guitarras que todo lo llena, pura distorsión en estado de peligro total. 

Suavidad y nanas entre leves sonidos electrónicos y guitarras amaestradas en lentitud ("Dust"), o pequeños himnos sobre el aturdimiento interno ("Self-service"). Todo vale para este viaje que se hace ameno y que consigue reconfortar por su valentía en mostrar la tranquilidad de diversas maneras ("Shadow"). 

Música instrumental, panorámica, y de rasgos intuitivos, elegante y envolvente ("Deceiving trace"), toda la escucha de "If you had stayed" se hace desde una atalaya de silencios que van y vienen, de mesura que sobrecoge y alegra. 

Contriva, post rock de un desierto de flores, o la levedad que tiene la cara pintada de amaneceres que vendrán cuando la vida pida paso sobre las huellas del destartalado recuerdo manchado de querencia. 


martes, 20 de septiembre de 2022

SILVERBACKS. "Archive material" (2022)

 


De Irlanda vienen los grandes Fontaines DC, y estos paisanos suyos, Silverbacks, que con un registro diferente, consiguen desde que suena la canción que titula el disco, convencernos que a este "Archive Material", merece la pena dedicarle unas buena sacudida de escuchas. 

Me gusta Silverbacks porque no se corten en mirar a ambos lados del Atlántico. Hay veces que parecen revivir a Television y una versión post punk de B'52s, ("A job worth something" y "Wear my medals"), para en otras ocasiones, como ""They were never our people", conseguir que creamos que el espíritu de Mark E. Smith, está entre nosotros. 

"Archive material" es un trabajo de buenas canciones, de temas trabajados, (se nota que han evolucionado desde las posiciones de su primer cd), con considerables hachazos de distorsión como nos muestran en "Rolodex city", o en esa cadencia casi funky que emplean en "Different kind of holiday". 

Y cuando se ponen en plan de hacedores de himnos, les sale "Central tones" con ese toque de fiesta que no cesa. Porque luego viene la caótica "Recycle culture" y ese monumento al vacile llamado "Econymo". 

Seguimos pues afortunadamente apuntando grupos a esa lista ya larga de bandas que nos están llenando los días de tanta alegría. Silverbacks, uno más. 


domingo, 18 de septiembre de 2022

LIFE. "North east coastal town" (2022)

 



Como churros que salen grupos de post punk que todos a su manera aportan su granito de arena para que el género continúe siendo altamente disfrutable para los que degustamos estos sabores ácidos y a la vez amables ("Friends wihtout names"). 

En este su tercer disco, los británicos siguen a lo suyo, fabricando al por mayor hits para gozar mientras te tomas una copa, mientras esperas el autobús en una parada sin marquesina, mientras miras tus discos y te preguntas que toca para hoy. 

Sus temas son redondos y puntiagudos ("Big moon lake"), himnos que se pueden guardar en una caja de regalos para felicitarte cuando los días se presentan grises ("Incomplete"). Hasta se parecen a Fontaines Dc en "Almost home". Y es que los grupos de este generación les ha dado por no casarse con nadie, partir de bases parecidas para prolongar una construcción de un sonido particular ("Duck egg blue"). 

Life saben ponerse serios como nos muestran en "Shippinig forecast" para después hacernos danzar con "Poison". Lo suyo es la fiesta y los fuegos artificiales ("Self portrait"). También los bailes de mascaras en un salón con luces de neón ("Our love is growing"), para terminar con la decadente y tranquila "All you are". 

Toda esta dicho. Un grupo más en la lista para añadir, de esa hornada de forajidos que andan malcarados ofreciendo lo mejor que tienen para nuestro placer personal. 


viernes, 16 de septiembre de 2022

ABSENTEE. "Schmotime" (2006)

 


Sólo sacaron tres discos, pero la verdad es que lo bordaron con ese arte que tenían para fabricar himnos que bebían de los ecos de grupos como Beat Happening, pero con una ración extra de épica que les sentaba de maravillas ("More troubles"). 

Ingleses pero con un sonido genuinamente americano, contando con la poderoso voz de Dan Michaelson, culpable de que aun recordemos temazos del calibre de "We should never have children" con el acompañamiento vocal siempre de Melinda Bronstein llenando de enjundia unas composiciones deliciosas. 

"The Getaway" te desarma con esa melodía pegadiza hasta sanar todas las penas que pudieras tener. Vaya sonido y que manera de hacer temas de esos que no se olvidan. Estribillos como colchones para dormir estrellas ("Lady"), bumeranes abrasadores para llenar de abrazos al mundo ("You try sober"), o ramalazos de un indie para vacilar a los malos días. 

Todo cabía en el sonido de Absentee, en sus tres prodigiosos trabajos, artesanales todos ellos. A día de hoy escuchar cosas como "Weasel", puede levantar el ánimo al más deprimido. El toque dulce de la voz de Melinda aporta tonos de arcoiris a este cielo siempre poblado de colores que jamás se vencen ("Duck train"). 

Y ya en el final, "Something to bang" y "Treacle", ponen el colofón a un divertimento de esos que se disfruta aunque haya pasado años sin toparte con su música. Grandes Absentee. 


miércoles, 14 de septiembre de 2022

BITCH MAGNET. "Star booty" (1988)

 


Con este disco, hicieron la carta de presentación el mítico grupo de post hardcore Bitch Magnet, de la mano del magnate del ruido Steve Albini quien produjo esta andanada. Fue un ep de 8 temas que más tarde se alargo hasta los 13 para uso y disfrute de los que flipamos con las guitarras que se enredan entre melodías de acero. 

Ya "Punch and Judy", nos pone alerta del andamiaje musical de Bitch Magnet;  pesados y también corrosivos, ágiles y repletos de distorsión achicharradora. Pero en en los temas cuando el productor Albini se deja ver con mayor claridad como ese himno indie que es "Big pining", donde se percibe el poderío que tenían. Porque en esos años donde Nirvana todavía eran meros aprendices aún, Bitch Magnet tenían pegada de sobra para hacerse un hueco importante ("Joyless street"). 

El inicio de "Sadie" parece salido de Motorhead, pero al poco se confabulan en un laberinto de melodías post hardcore. Sólo sacaron dos discos en vida, "Umber" y  "Ben Hur" , aparte de este "Star booty", pero les dio tiempo a que su nombre no cayera en el olvido. 

Temas grandes como la punk "C Word" , o ese pasadizo que preveía lo que iba a pasar en los 90 con bandas como Poster Children llamado "Sea of Pearls" donde nos decían que se puede fiero con delicadeza. 

Otro triunfo, "Circle K", sirve para comprobar los variados registro que tenían. David Grubbs estuvo dando guerra en el grupo, y su corta existencia para nada hace que se deje de lado la vital importancia que tuvieron en la época. 


domingo, 11 de septiembre de 2022

BLACK MIDI. "Hellfire" (2022)

 


Atención que esto es disco del año. Una gran bola que nadie puede parar, un amasijo de sonidos que pulverizan, que atrapa, una catarsis sonora que te deja boquiabierto desde que suena la canción que da título al cd, con ese recitado da paso a "Sugar/Tzu", y una aparente tranquilidad que se ve abrasada por un torrente rítmico de esos que no deja nada en pie. 

Cada disco que llevan supera al anterior. Y este tercero va para obra maestra. Si, así lo digo, sin miedo a equivocarme. Que un grupo con músicos tan jóvenes se atrevan a aunar en un mismo trabajo a The Mars Volta, King Crimson y todo lo que te puedas imaginar, dice mucho de la creatividad que atesoran cada uno de sus miembros (el batería debería ser canonizado). 

Hasta guitarras flamencas te encuentras en "Eat men eat" donde divagan en un mar de sonoridades que van desde la psicodelia hasta el punk más abrasador. Así, sin despeinarse. Geordie Gripp y sus colegas tienen la varita mágica para dejarnos descolocados. Cada vez que escuchas el disco, encuentran matices nuevos que se te habían pasado antes. 

"Welcome to hell" es puro crosoover, un almanaque donde se acercan con cariño a las enseñanzas de The Mars Volta, pero siempre con su voz propia. Una voz que nace de ser indómitos por naturaleza. Como "Still" donde nos dan un respiro con una canción de esas que podíamos llamar de autor, pero repleta de misterio y de luces que se apagan y encienden provocando una catalepsia asegurada. 

"The race is about to begin" es uno de los puntos fuertes de un disco que se defiende por si solo. Frank Sinatra encuentra al Punk, la locura de un cantante que afina su voz en medio de un estival de instrumentos que cada vez te ofrecen un momento para perderte en este paseo por el infierno dulce que provocan. 

Elegante es "Dangerous liaisons", y "The defence" es otra gema que rezuma una tranquilidad falsa, porque aquí tensión hasta en los costados del silencio. Para terminar, la apoteosis con "27 questions", otro andamio para esta catedral sónica que te deja sin aire, que es una pastilla con veneno de colores, un analgésico contra el mal dolor. 

Black Midi, grandes y sin freno, ya tienen su propia carretera, donde transitan con su sonido único, ajeno a modas y etiquetas. Lo suyo es arte. El arte que nace de la necesidad de la transgresión, de la seguridad del disfrute. No hay que perdérselos. 


jueves, 8 de septiembre de 2022

MASSIMO VOLUME. "Lungo i bord" (1995)


 Pasada de grupo Massimo Volume. Post rock con característica propia, basado sobre todo en la manera de cantar-narrar de Emedio Clementi, y en una minimal y cautivadora instrumentación con pasajes que hipnotizan como esa belleza llamada "Il tempo scorre lungo i bordi" y esos minutos de agitación que en crescendo mueven el árbol de la distorsión. 

"Lungo i bord" fue su obra cumbre, por la que fueron aclamados y seguidos, esta banda italiana con una identidad propia, donde es fácil, desde la primera escucha, disfrutar de canciones como ""Invierno'85", o esa catarsis de sonoridades amables que es "La notte dell' ottobre". 

Cuando dejan de lado las reflexiones instrumentales, se atreven hasta con el mathrock, como comprobamos en "Fuoco fatuo" , con esos arranques de guitarra que dejan paso en "Per farcela", a un tobogán de pulsiones líricas. Sin duda, es importante el lenguaje en Massimo Volume. Conocer el italiano, acrecentaría aún más el poder que ya tienen por si solos con todo el bagaje musical que llevan tras de si. 

"Meglio di uno specchio" es otro de los puntos fuertes de un pedazo de trabajo, confeccionado con arrojo y repleto de pasión y electricidad, mucha electricidad.  En la más experimental "Pizza express", se dejan llevar por esquinados laberintos sónicos para terminar la partida con "Ravenna" como colofón espectacular a este lp de una gran banda. 



martes, 6 de septiembre de 2022

BETTIE SERVEERT. "Lamprey" (1995)

 


Pero que buenos que eras Bettie Serveert. Fueron la aportación holandesa al indie de los 90, un radiante remolino de melodía y texturas que enganchan ("Keepsake"),  paseo por la delicadeza de manos de este cuarteto, que sobre todo en ésta primera etapa (el grupo hasta 2016 siguió lanzando discos con algún parón largo entre medias), supo conjugar a la perfección medios tiempos con arreones siempre bien ponderados eléctricos. 

Sabían hacer temas con estribillos instantáneos que eran fogonazos de luz cándida, rutilantes esferas de enganche rápido como "Ray ray rain" o reflexivos himnos del calibre de "D.Feathers". Escuchando "Lamprey" a día de hoy, conserva ese hervor musical que tenían cuando les conocimos. Temas como la potente "Re-feel-it", aun mantienen todo su poder para el arrobo. 

Mirando de reojo a Throwing Muses, Bettie Serveert supo hacerse con su propio lenguaje, con un directo demoledor, donde defender cosas como "21 days" lo conseguían sin apenas despeinarse. "Cybor*D" es indie adictivo y "Tell me, sad" es épica sin caer en el aturdimiento. 

La voz de Carol Van Dijk es delicada y dulce ("Crutches"), y la música de Bettie Serveert, en ningún momento decae en sus potentes reflexiones siempre entre la penumbra y la luz ("Totally freaked out"). Todo un lujo volver a ellos. Imposible no disfrutar de su escucha. 



domingo, 4 de septiembre de 2022

BEEZEWAX. "South of Boredom" (1999)

 


Power pop y además del bueno. De ese que afila las guitarras en el mismo sitio donde las melodías son la sentencia definitiva de un viaje sin paracaídas hacia lugares donde los sentimientos son aguerridas distorsiones con corazón ("Dying to hit that note"). 

El grupo noruego nos regaló seis discos, todos ellos altamente disfrutables, y este "South of Boredom" es una muestra elegante y potente de como se las gastaba con sus arreones militantes ("In the stands"), o con la ternura que inyectaban en canciones de esas que te llegaban a la primera escucha ("Two hole apart"). 

Beezewax tienen la cualidad de fabricar chicles de susurros y peluquerías de querencias de feedback elevado ("The counterfeit"), pasajes de estribillos de esos que son todo un pelotazo como nos muestran en "Defined failure", para en "...and it's all about you" sacudirnos con medios tiempos de esos que parecen saltos de páginas del ayer. 

"God knows where you are" casi parece punk para en "In a run" cavar en el cielo tensiones que saben a dudas vencidas por la incomodidad de la certeza. Acaban el disco a lo grande con "That's not here", single en toda regla para sacar a pasear los puños al aire. Discazo y grupazo a recuperar. 


jueves, 1 de septiembre de 2022

MONO. "You are there" (2006)

¿Qué puede salir de un disco de Mono grabado por Steve Albini? La respuesta la encontramos nada más empezar éste, el que fuera cuarto disco de los japoneses: "The flames beyond the cold mountain", trece minutos donde esa tranquilidad triste a la que nos tienen acostumbrados uno de los mejores grupos de post rock de los últimos años, se ve acompañada por una explosión de guitarras que parecen nacer de una devastación de corazones. 

Si ya nos rompíamos en mil pedazos cuando nos poníamos un disco de Mono, cuando te enfrentas a himnos de la desolación del calibre de "A heart has asked for the pleasure", o los quince minutos de "Yearning", con ese inicio que es como si los pétalos de una flor tuviesen la facultad de producir sonidos cuando el rocío enfebrecido deja su dactilar paso sobre la suavidad que se rompe con solo soñarse, queda sólo dejarse llevar.

Es difícil elegir un trabajo de Mono. No tienen bajones en su producción. Todos son salmos que se degustan como quien toma un vino mientras el recuerdo de mejores tiempos hace aflorar una lágrima donde antes había un tiovivo. El caso es que este "You are there" tiene algo especial. Y es Albini el culpable de que suenen más apoteósicos que nunca, con una violenta tristeza que hace palidecer soles del mundo, con una sensación de confort en cada silencio que crean, en cada paso que las guitarras gritan en medio de una cueva donde el eco consigue expandir el sonido hacia terrenos donde sólo llega la certeza de un sentimiento. 

Escucho "You are there" y las palabras salen despedidas por sí solas, se graban en el teclado, intentando traducir la epopeya sónica que produce su escucha, el agrado sentido de un mar que parece siempre pendiente de hallar una botella con un mensaje para que los seres subterráneos tengan literatura en las bacanales de la tormenta ("Are you there?"). 

"The remains of the day" ( la más corta del cd con sus apenas tres minutos cuarenta, que parecen infantes comparados con ese minutaje necesario en sus canciones para que el impacto sea mayor) es una belleza casi neoclásica, un aplauso en reposo, la mejor manera de afrontar el final de este cuento hermoso que es "You are there", con los trece minutos de "Moonlight", el ocaso necesario, el cerrar los ojos hasta que salgan libélulas de algún presentimiento bueno, el arte de la contemplación de la naturaleza y sus fenómenos, la cartografía de los latidos y sus vahídos, la música como arte mayor, como una bandera de esas que no provocará jamás guerras ni ofensas, porque el lugar de su patria trasciende el material del que está hecha: la sensibilidad total, el paroxismo y la exaltación. Con ellos, estamos más cerca de no perecer en la abulia existencial. 

Mono, la grandeza desde lo pequeño, "You are there" un hito musical de esos que dejan una huella profunda, que ninguna marea podrá borrar.