domingo, 30 de junio de 2013

THE STILLS. "Logic will break your heart" (2004)


Estos chicos de Canada no inventaron nada cuando sacaron al mercado este "Logic will break your heart". Antes, mucho antes que ellos, The Chameleons y los ecos del conejo, ya habían dejado las notas para seguir los que quisieran perpetuar en el futuro los slogans que dictan porciones de dramatismo en medio de pasionales arrebatos de rock independiente.

Con estas premisas pues, The Stills no consiguen embaucarnos, pero tampoco podemos decir que fracasan en un impacto de medio recorrido, donde canciones como "Still in love song" se fabrican para esparcir coordenadas de musgo intimo electrificado.

El drama doloroso de la envolvente "Lola stars and stripes" es una bella letanía de veneno que se esparce por colinas de corazones rotos. La banda, sabe acercarse a Radiohead sin oler a ellos. "Changes are no good" es golpe de efecto de single seguro.

"Love and death" tributa su pasión por sonido de los 80 que tan inmortales son a pesar del paso del tiempo, y "Gender Bombs" es una manera perfecta para recordar a Thom Yorke. "Allison Crause" se convierte en un frugal entretenimiento donde podemos posar nuestros abombados oídos para pulsar botones de escombros de rock oscuro.

Nada nuevo bajo el sol, tampoco nada malo. Se dejan escuchar sin grandes molestias, sin demasiados aspavientos. Entrenemimiento fugaz.


jueves, 27 de junio de 2013

ELVIS COSTELLO. "National Ransom" (2010)


Reconozco que no soy costelista. Cuando el de las gafas de pasta empezó como paladín de la new wave, el que escribe andaba alucinado con el punk y el post-punk posterior, de aquella época. Luego los 80 y la tarta de cumpleaños de los 90. Demasiado caviar pues, y la verdad es que cuando escuchaba los primeros trabajos del Costello apenas me llamaban la atención.

No es que con el tiempo me halla convertido en un seguidor acérrimo a su causa,pero he de reconocer que oyendo cosas como "National Ransom", debo de buscar entre los legajos musicales más canciones de este singular y atribulado músico.

La portada es todo un reclamo sobre los lobos que manejan el cotarro en Wall Street. Ya lo veis la maletas repletas de dolares, el traje y el chapeau, la piramide al fondo y el fuego depurador. ¿A qué me suena todo esto....?

En lo estrictamente musical,  en "National Ransom", Costello está acompañado por músicos de la calidad de Marc Ribot, Jerry Douglas, o Buddy Miller. Los sesenta minutos largos de este cd pues son disfrutables y variables en cuando a estilos a degustar.

Desde la roquera que titula el disco, hasta la jazzie standard "Jimmie standing in the rain", pasando por "A slow drag Josphine" y su bluegrass, todo destila sabiduria y una buena ración de medicina para tocar muchos palos sin caer en boutades sin ton ni son.

La voz de Costello junto al piano en "Church underground" se salen y "You hung the moon" parece salido del blanco y negro de cuando eramos peques y emitian esas pelis yankies que veían nuestros viejos. A reseñar también que las dos bandas habituales de Costello, Imposters y Sugarcanes, aparecen para completar el elenco de musicazos de este buen album.

Lo dicho pues, el de las gafas de pasta, hace tiempo que dejó sus trajes a cuadro para dedicarse a profundizar en el conocimiento y difusión de la musica americana (entre otras cosas) de calidad. A disfrutar.


martes, 25 de junio de 2013

DR.JOHN. "Locked down" (2012)


De Nueva Orleans viene este viejo brujo, que desde finales de los 60 tiene esa barita mágica que hacen convertir el funk, el blues, y los ritmos más primitivos en una excusa perfecta para volver a la cueva, para retrotaernos en el tiempo hacia edades donde el sudor y lo salvaje se daban la mano, cuando genios como este vuduista se las apaña para hacer pócimas de sonidos que te dejan gaga.

"Locked down" (que cuenta en la producción con Dan Aurbach de Black Keys) es un compendio de otros modos de vivir la música, de despellejar con estallidos funkies la caja de pandora de los truenos del ritmo. La que titula el ritmo es eso y más con su funk setentero  que en "Revolution" se convierte en un apasionante soul decorativo de anginas rotas.

"Big shot" es puro galimatias r&b y "Iceage" es ardiente, descorchando botellas sin parar en algún lugar cercano donde Tom Waits pararía para fumarse unos cigarros con este doctor que hace todo lo posible para que nuestras almas vivan condenadas en el dulce infierno.

Luego esta la danzarina "Getaway", para rondar pasacalles con los ojos ebrios tormentos y como no, la casi blues explosion "Kingdom of Izzness". Y es que escuchando a Dr. John (este disco ha sido mi primera parada en su discografía y no la última) te das cuentas de donde ha venido el blues urgente del amigo Jon Spencer y toda la demás recua de forzados adoradores del ayer.

El sólo inicial de "You lie", blues-vudú despatarrado en rugosidades que levantan a un muerto, es otra manera para que caigas como yo he caído en el influjo maléfico de este Manson del funk blues.


sábado, 22 de junio de 2013

DOLORES. "Disco póstumo" (2011)


Me gustan Dolores. Me gusta porque el cuarteto, con la estimable voz de Teresa Cobo al frente, han sabido transmitir andanadas de after punk con pinceladas ruidosas, con vistas al pop naif de unas Stereolab cabreadas, con una actitud punk beligerante y creible.

Me gustan porque desde "Cortafuegos" saben hacerse querer con su veneno ponzoñoso que en "Fiebre de" se toma su tiempo para desquiciarnos con su feedback amable. Tampoco cuando bajan el volumen de su rabia y suenan más indies, ("Cocodrilos de Marfil"), fallan en intensidad y pegada.

Los madrileños no se arrugan y saben convertir su adoración por The Cure en bellas postales enfermizas de dolor sin cauterizar: "No hay lugar". "Temblor" es crudeza densa al filo de la navaja, caras doloridas, surcos de terciopelo.

"KDR" es casi Pixies y "Las estructuras de las revoluciones cientificas", tiene garantias aseguradas para con su distorsión flexible seducirnos para darnos la puntilla con ese pedazo de hit que es "Nicho/loft", donde también son evidentes las influencias de Francis y los demás duendes.

Me gusta pues Dolores, les doy mi beneplácito para que sigan arrullando su mala baba contra mis oidos.


jueves, 20 de junio de 2013

JULIAN FANE. "Special forces" (2004)


21 añitos tenia Julian Fane cuando sacó este "Special forces", una deliciosa carta desde el frio de la electrónica, donde aparecen voces con un plan de serenidad a pruebas de malos rollos.

Si  "Disarter location" es una buena introducción para comenzar este viaje, "Safety Men" se erige desde la atalaya de la contemplación como una coartada perfecta para añorar los gélidos paisajes donde los corazones tullidos intentan salvarse por medio de un buen café de recuerdos.

La voz de Julian Fane es como una sombra de Thom Yorke. Mismos silencios, mismo deje vocal, para darle más importancia al mapa instrumental que todo se come. "Freazing in haunted water" es buena muestra de ello. También tiene tiempo el chavalín para pelearse con el minimalismo electrónico cuando nos topamos de bruces con "Sea island". Todo una joya.

"Darknet" podía encontrarse en cualquier disco de Radiohead y "Book repository" nos engatusa con sus dentelladas glaciares. De lo mejor del album, "The Bithday boys", banda sonora ideal para exiliarte de una puñetera vez al rincón más solitario del planeta, para huir de la estulticia de estos tiempos que no paran de agredirnos.

Tambien dulce y envolvente es "Taoist blockade" con su aire oriental, reforzando nuestra idea de que este canadiense posee en sus manos la varita mágica para descubrir espacios donde podemos condenar al frio de las urgencias.


martes, 18 de junio de 2013

COWBOY JUNKIES. "The wilderness" (2012)


En 18 meses, 4 discos. Esa fue la meta que se propusieron estos jinetes descolocados, y con este "The wilderness", pusieron el epitafio a una colección de discos englobados en "The Nomad series", la forma que han tenido los canadienses de decirnos que siguen más vivos que nunca.

Margo Timmins sigue teniendo esa voz de terciopelo que desde el inicio de "Unaswered letter (For JB)", te relajará y te llevará a paisajes de silencios disecados. "The wilderness" está repleto de joyas de pop sedoso, donde la nieve acustica de piezas como "Idle tales" te arrullará entre mohines de soledad.

En "We are the selfish one" se basta con la levedad de las cuerdas para subir escalones de nubes brumosas. "Angels in the wilderness"  es glaciar, pergamino de estalacticas que se basta con la levedad para expresar pulsiones intimas de sosiego.

El folk, el country, el rock, ha sido en la dilatada historia del grupo, las estaciones donde más se han parado para pernoctar flores urgentes de olor. En este caso, la introversión de los sonidos es lo que merodea cada surco de este telescopio sobrio, blanca luz de porcelana íntima.

"Fairytale" o "Staring man" son otra de esas joyas perpetuas de pop reductor de malas penas, que hace que Cowboy Junkies sea de esas bandas que ajenas a modismo y etiquetas, han sabido transitar con bastante acierto en el panorama auditivo de nuestros recuerdos musicales.


domingo, 16 de junio de 2013

TRIOSK. "The headlight serenade" (2006)


Este trío australiano (ya desaparecido), formado por Adrian Kumples, Lawrence Pines y Ben Waples, empezaron el comienzo de su carrera como grupo de jazz con inmersiones en la electrónica más ambiental, y acabaron ejecutando una danza de post-rock ortodoxa, instrumental, con esas formas tan características que nos empapabamos cuando oíamos a Tortoise.

"The headlight serenade" es un cd de esos que puedes hablar con los colegas para referirte a combos de post-rock de toda la vida. Largos temas, divagaciones instrumentales, ambientes fabricados al por menor para formar parte del diccionario de grupos a uso.

Si empezamos con "Vision IV" y su piano entre filtreos guitarreros, y continuamos con la hipnótica "Intensive leven", te toparás con unos seguidores accérimos al espiritu de Chicago. Los diez minutos de "Lazyboat" consiguen que estos australianos sean como la foto de la portada: verde naturaleza entre el negror de la noche profunda.

Quizás ya se pasó el arroz a esas bandas que en los 90 tocó empacharse con sus radiografía de lo abstracto (Gastr de Sol, Laika, Pram, Seefel,etc.) pero no está nada mal pararse en reflexiones jazzistisca como "Not  to hurt you", donde te embriagas con su serenidad para nada impostada.

Así que si quieres mirar por el retrovisor y llenarte de interminables y a veces difiíil reflexiones musicales, dedícale un ratejo a Triosk y bebe la especulación tan bien comedida de su discurso.


jueves, 13 de junio de 2013

DAVID LYNCH. "Crazy clown time" (2011)


En toda la dilatada y muy recomendable carrera cinematográfica de David Lynch, la música siempre ha jugado un papel importante para describir los estados oscuros, decadentes, surrealistas, de sus films. "Twim Peaks", "Terciopelo azul", "Corazón salvaje" o "Mullholland Drive", poseen un influjo musical donde las imagenes de este genio se mueven en los laberintos tan bien trenzados que nos deja para que nuestra psique se deguelle por momentos en sus largas y venenosas obsesiones.

De todos también es sabido las ganas que tenia el bueno de David de con su nombre, embarcarse en proyectos donde dar salida a sus gustos musicales. "Crazy clown time", (con la ayuda vocal de Karen O), es pues una prolongación de sus films que no pierde fuelle, y si desgrana en su largo minutaje volutas de noche siniestra.

El blues cósmico de "Pinky's dream"  es una buena manera de comenzar. La voz tratada de Lynch en "Good day today", construye un espejo de electro para danzar entre neones sin vida. "So glad" es blues descompuesto, sin armazón, frio, futurista, intruso.

"Football game" podria estar en la BSO de cualquiera de sus locuras y "I Know" es para engalanar club de esos de carreteras perdidas, donde el diablo ha llamado a las sombras de Diamanda Galas para extenuarnos hasta el paraxismo.

Me encanta la lentitud grave de "The Night bell with lightning" y en "Stone' gone up" su aire decadente, añejo, cargado de toxinas para no creer jamás en las volutas enfermas del genero humano. Asi es David Lynch, consecuente hasta lo máximo con su grado de exigencia como director y músico. Lo suyo es una apuesta todo o nada. Yo, desde su "Cabeza borradora", encantado de perderme y saltar al vacío con su música y sus films. Si algún dia nos tenemos todos que volver locos, que sea de la mano de este pistolero de almas.


lunes, 10 de junio de 2013

CALLERS. "Reviver" (2012)


Es una delicia enfrentarse a críticas como la de este disco de Callers. Es un goteo de gusto y de necesidad de escuchar y escuchar sin parar a la banda norteamericana liderada por Sara Lucas y Ryan Seaton. En "Life of love" (2010)  ya sentaron las bases de su grandeza, en "Reviver", no queda más que desde esta casa llamada Discos Pensados, llamar a una escucha masiva para que vuestro oídos se llenen de hiedras y goznes de rocío.

Sí, la verdad es que apabullan desde el inicio. "Good years" es la primera andanada de pop emocional, de rock herido, con la voz de Sara más cerca que nadie en parecerse al añorado Jeff Buckley. Voz y guitarras, guitarras y voz, la arquitectura perfecta para fabricar una industrial sensual de rock,pop, grandioso.

Y digo lo de rock y pop, porque ambos estilos se dan la mano,  la espalda, se besan y a veces se aprientan cortándote la respiración. "Heroes" es todo un lujo para la garganta de Sara: los años 70 dibujándose en el cielo del ahora con hemorragias melódicas que te dejan sin aliento.

A veces parecen un grupo de postrock que quieren quitarse de golpe todo el equipaje difuso y meditabundo para abrazar corchetes líricos de cielos por descubrir ("Your finest"). Otras, con las cuerdas de Seaton sirviendo de nube a la calidez de Sara, ("Crush times"), compruebas que falta nos hace de que existan momentos excitantes en nuestras historia de constantes escrutadores para poder disfrutar con joyas como este "Reviver".

"Reviver", la que titula el cd,  es como una merienda de tarde oscura contando como invitados perfectos a The Durruti Column con jugos de zumo fresco de rock tenso y emocional. "Turning" es una  lenta y directa progapación de pop con guiños a The Blue Nile. Qué bonito....

"Antenna" también te hará perder la cabeza. Sólo tienes que poner alto tu dispositivo externalizador de sonido y calibrar tu mente para ponerla a remejo cuando escuches los lamentos de Sara. Oyendo a Callers me parece estar en los 90, como cuando la escucha, descubrimiento de una banda, nos dejaba en estado de shock durante semanas. No te lo pierdas. Puro jarabe contra los nervios.


viernes, 7 de junio de 2013

CLOUD NOTHINGS. "Cloud Nothings" (2011)


Cuando grabó este disco en el 2011, el imberbe Dylan Bardi, lider de esta chavalería llamada Cloud Nothings, tenía 19 años. Bueno, pues nos importa un pimiento si la bisoñez de la edad se empapa de un buen aprendizaje de los hermanos mayores.

En este caso la banda que me recuerdan son unos grandes olvidados que deberían estar en más de una recopilacción de todo lo que paso en los 90: Mega City Four. El deje melódico, los aspavientos punk, la inmediatez de su minutaje, les hace dignos sucesores (a su manera, claro está) de esos MC4 que tanto nos flipaban.

Este segundo largo es una buena lección de punkpop songs para divertirte y gozar ("Understand at all"), acompañadas de trallazos sugestivos como "Not important", o delirios que casan a la perfección con la herencia de MC4: "Should save".

Vale, reconozco que los pipiolos no inventan nada, que esto del punk pop está tan manoseado como las expresiones que vemos cada poco tiempo descubriendo a la mejor banda del siglo. Pero si te dejas de llevar con levedades tan cardiacas como "Forget you all the time", pasarás un rato de lo más gozoso destripando tus recuerdos mientras le das la noche al vecino de abajo.

"Rock" es pura medicina para levantar el ánimo y "On the radio" es otro de esos singles que se sacan de la manga para que no olvidemos que la juventud, cuando quiere, puede producir pildorazos de power punk que hasta a los más viejos nos provoca una tierna sonrisa. A confiar pues en los chavales y a divertirse con el clip.


miércoles, 5 de junio de 2013

BEACH FOSSILS. "Clash the truth" (2013)


Me pongo la canción que titula el cd y tras quitarme las legañas  de los oídos parece que tengo ante mí a una reencarnación de mis añorados australianos The Church. Tras el abandono de dos miembros de la banda, Dustin Payseur se erige como hábil perpetuador de los legados ochenteros, abismos repletos de sueños, ecos de tiempos que nunca volverán.

"General synthetic" es post punk que se se vuelve terciopelo cuando escuchas "Sleep apnea". Este segundo largo de los chicos, es un buen antídoto para que no dejemos dormir al recuerdo. "Careless" es dulcemente épica entre susurros de los conejos con eco. Quizás el disco no esté a la altura de su homónimo primer largo, pero es disfrutable toparte con gente que crie ganado melódico como "Taking off", puro sedimento para mirarte los zapatos mientras bailas de espaldas a todos.

"Shallow" es nerviosa sin parecer arisca, y "Burn you down" nos lo podriamos haber encontrado en esos cajones de madera donde dormian nuestros preferidos The Sound, The Chameleons, Psychedelic Furs y demás miembros del neón funesto.

"Birthday" es un cumpleaños feliz repleto de arroz duro de pelar, de bolitas de veneno pegado al blanco pureza de nuestro sino incierto. Sí, les doy un aplauso. Les dejo pasar a mi habitación para que puedan vivir con el fantasma de Adrian Borland o de Ian Curtis.

"In vertigo" de la mano de la nipona cantante de Blonde Redhead pone lo superlativo en la máxima impresión para que con "Caustic cross" pensemos un ratito en Interpol. Beach Fossils, chicos con ojeras y diamantes de recortables sin alma. Oscuros y traviesos, los 80 otra vez por aquí.


lunes, 3 de junio de 2013

CAN. "Ege Bamyasi" (1972)


1972. 2013. Dos fechas, un cerro de años entre media. Da igual. Escucho el comienzo del cd, con "Pinch", con la frenética bateria bailarina, con un ritmo vacilón endiablado, y digo que si, que cualquier pasado fue mejor que la mayoria de las memeces que nos quieren vender como innovación.

Los alemanes Can, (ya sabes, la leyenda del kraut rock), se alejaron del hermetismo de ese grandioso disco que fue "Tago Mago", y se volvieron un poquito terráqueos en sus formas, sin olvidar que sus mentes y sus músicos vivian de peregrinación en algún planeta lejano. Damo Suzuki, y la percusión majestuosa de Jaki Leibezeit, consiguieron hacer desde la experimentación un puente para transitar en otras coordenadas para chuparte los dedos.

"Sing swan song"  es puro antisinfonismo, reclutando sonidos desde atmósferas atrapantes, excitadoras. "One more night" es un caos dulcemente controlado por esos majaretas músicos, zappianos en su voluntad de escrutadores de orbes sísmicos, que dejan boquiabierto al más pintado.

"Vitamin C", me parece casi una premonición de lo que pudiera ser 20 años después el mathrock. Sincopados, seminales, abrasivos dentro de su prudencia orate. ¿Y me que cuentas de los 10 minutos de "Soup" y de su mezcla de jazz-funk?

Miremos pues atrás, mucho atrás, cuando la decepción y la añoranza nos pida recoger algo más que medianias inservibles. "Ege Bamyasi", sí que es independiente. Quema y reconforta, y en cada una de sus canciones puedes vislumbrar los caminos bifurcados de la música que oímos en la actualidad. Enormes.