jueves, 26 de enero de 2012

DAVID SYLVIAN, "Sleepwalkers" (2010)


Hablar de David Sylvian no es solo rememorar su etapa junto a los indispensables Japan. Sylvian ha sido, es, uno de esos geniecillos con prestaciones para todo. Un caballero edificador de grandes propuestas musicales, rodeado siempre de super músicos, de inquietos personajes que siempre han aportado un granito de arena en su interesante carrera discográfica.

"Sleepwalkers", es un compendio de las colaboraciones que el músico ingles ha desarrolado a traves de estos años. Y menudo resultado le ha salido al colega. 15 piezas que no tienen desperdicio, que bucean en lo experimental para zambullirse en lo etéreo, que viven con su voz pero comparten con el acompañamiento de toda una élite de estrellas de esas poco conocidas para el publico poco exigente con los tratados auditivos de buenas obras musicales.

La que titula el cd está colocada en la primera posición de escucha, para provocarte, para que te adentres sin remisión en el orbe estelar de Sylvian. Minimal, a rato cercana a la última época de Talk Talk, sugerente y enigmática a partes iguales. "Money for all", es cálida, pop sin edad. molécula viva que se mueve y nos agita.

"Ballad of a deadman" cuenta con la cantante de Joan as Police Woman aportando su voz para seguir jugando al escondite en este laberinto de pop especial que tan bien sabe regalarnos Sylvan. Y cuando se pone tierno, de la mano de Sakamoto, te deja desolado, atribulado por un confin de preguntas sobre el ser y el sentir("World citizen  (I won't be dissapointed")). "Five lines" es neoclasicismo desde una terraza construida de suspiros y alguna promesa rota. Espeluznante.

El piano también es protagonista de "Playground Martyrs", delicada, suave, pura adrenalina en coma de gozo. A reseñar tambien "Wonderful world", con la cantante Stina Nordenstam acicalando con su terciopelo el personal mundo de David. Y no debemos olvidar a su inseparable hermano, Steve Jansen, bateria, que tambien participó en Nine Horses, y que aqui se hace notar desde la afortunada sombra del ex-Japan.

En conclusión todo un torrente de luz cegadora que conmociona y nos empapa de elegantes sonidos, de mapas oníricos, de tranquilidad embaucadora. Todo ello excusa para viajar junto a Sylvian en su nave tan ecléctica.

3 comentarios:

Steppenwolf dijo...

Hipnótica la voz de Sylvian. Me ha parecido espectacular la canción de los sonámbulos.

juan dijo...

un 10 para este japan de tintes ambiguos...gracias

Carlos dijo...

Su voz, un crisol hipnótico, su musica, un viaje iniciatico de calor