lunes, 17 de marzo de 2014

ROSENDO. "Verguenza torera" (2013)


Rosendo es un tipo de barrio. Un tipo que tiene clavado su adn a las aceras y a los soportales del barrio. Carabanchel. Recuerdo haberle visto jugar al billar en un pub con nombre de metro, o pasear con su escarabajo negro por las mismas calles que me vieron crecer. De eso hace ya...

Rosendo nunca ha cambiado. Formó Leño y cuando estaban en la cúspide dijo adiós creando un mito. Creyeron que la cosa no daba para más y comenzó su larga carrera en solitario que con este "Verguenza torera", nos les trae de nuevo por aquí,  más mosqueado que nunca, indignado con toda la putrefacción social que inunda nuestra vidas, plagas de corruptelas y gobernantes mafiosos.

Siempre fiel a sus acordes y a su voz rota, y recién cumplidos los 60, su estado de forma es encomiable. "Verguenza torera" esta repleto de sus riffs, de sus verborea eficaz, aquí al servicio de la mala leche, crítica social al vilipendio y a los soplagaitas que nos están amargando la existencia.

"Al lodo brillo" es cachonda y vacilona, la que titula el disco, puerta abierta para poner en su sitio a los que mienten, a los que nos hacen el paseillo con sus milongas pobladas de cinismo y morro. Mi peque de seis año la corea con los cuernos al aire.

Rosendo como los Ramones. Para que transmutar la estética y los dejes musicales que han funcionado como un reloj con el que nadie como él, eso del rock urbano ha tenido sentido. Oigo "Autócratas" y me dejo llevar por su languidez. Y cuando suena "A remar", con letra de su hijo y con la colaboración del cuarteto de cuerda Il Rosso E Il Nero, queda patente que tenemos Rosendo para rato.

"Muela la muela" y "Delirio" son de esas clásicas canciones a las que nos tiene acostumbrado en su dilatada carrera discográfica. Una carrera sin altibajos, sostenida, con la guitarra como reflejo de sus latidos, con la palabra como arma para mostrarnos en que estado están las cosas.

"Verguenza torera" nace en unos tiempos convulsos y nos muestra al artista padeciendo como el resto de la gente de bien las hijoputeces de los bancos, los políticos y demás recua maleante. Pone música a la discordia, nos hace militantes de la indignación, fabrica rock de barriada obrera, teje melodías adictivas. Rosendo, un gran tipo de barrio.


2 comentarios:

Juanjo Mestre dijo...

La verdad es que ya no me engancha como antaño pero es cierto lo que dices, un ejemplo de honestidad. Pronto lo veré en directo una vez más en las fiestas del pueblo. Abrazo.

Carlos dijo...

Honestidad amigo Johhnny. Rosendo vive de ella y asi de bien le a ido. Si, quizas me pasa como ati. Le perdi de vista hace tiempo, y prefiero sus trabajos primerizos, pero este disco no esta nada mal