domingo, 10 de diciembre de 2017

ANYWHEN. "The opiates" (2001)


Si lo tuyo es American Music Club, Red House Painters, o las cadencias tristes de Scott Walker, pasarás unos buenos momentos con estos suecos ya desaparecidos comandados por Thomas Feinir. Basta sólo una canción, "The siren songs", para dejarte llevar por la sugerente voz del sueco y su banda de violines atribulados.

"Dinah & the beautiful blues" es otra de esas gemas mecidas por las cuerdas y el vozarrón de Feinir. Así es este disco, para estar sentado junto a la leña que arde y dejarte llevar por la incontinencia de los silencios sobrecogedores ("Scars and glasses"), o como en "Postcard" caer seducido por ese piano leve que va dando entrada al resto de la banda.

Se vuelven misteriosos cuando suena la potente "Yonderhead", para en "Mesmerene" sacudirse los frios internos con una buena ración de luz apaciguadora, claros y oscuros, solemnes rayos cruciales que cruzan el cielo mientras la calma chicha se instala en cada renglón de esta lírica tan alborotadora.

"Toy" es otra de esas melodías que caminan como con siseos interiores, cabellera de lluvia mientras los días van rápidos, y los recuerdos agolpan tragedias. "Betty Caine", casi al final, viene apagando velas en las noches profundas, susurros de piano y voces desoladas.

8 años después de la aparición de este disco, Feinir se unió a David Sylvian para volver a grabarlo canción a canción. Igual de impresionante, igual de efectivo. Pero todo empezó aqui, en este ramo de flores siempre abiertas a tristezas por venir......



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