miércoles, 26 de abril de 2017

DIRTY BEACHES. "Badlands" (2011)


Nadie como el músico taiwanés afincado en Canada Alex Zhang Hungtai, para traernos con oficio las formas que Suicide y Alan Vega tenian de diseccionar el rock con armonías y gritos, con minimales explisiones de primitivimo galáctico.

Este pequeño disco que apenas llega a la media hora, desde que suena la inicial "Speedway king", es todo un tratado de como recuperar la esencia de Suicide, actualizarla, casi con los mismos materiales, implosiones, oscuridades, letanías brindis al sol.

Aquí el rockabilly ha sufrido una mutación peligrosa, ha sido contaminado por una extraña enfermedad, un virus poderoso que en "Horses" hace que cabalguemos por una America repleta de freaks diambulando por callejones reclamadores de perdición y angustia. Algo parecido a Cramps con morfina suena "Sweet 17", baterian síncopada, sonidos sucios y la voz del taiwanés haciendo de las suyas mientras declama delirios.

La que más me ha gustado es "A hundred highways" preparada porque no, para parecer en el próximo film de Lynch, asfixiante, comatosa, espectral. "True blue" es otra vesanía, una nana cruel, un estilete en el corazón que se clava y te perfora.

"Black nylon" es otra dosis de radiación gamma, no wave desde la nocturnidad, esporas que se  esparcen por un club plagado de insolencia. Breve disco para iniciarte en la discografia de Dirty Beaches. Playas sucias, colapsadas de misterio, de arena roja, de sensaciones de miedo....


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