miércoles, 12 de febrero de 2014

THE DODOS. "No color" (2011)


Siempre seguí de muy cerca a The Dodos. Desde que sacaron ese espeluznante "Visiter", no he parado de flipar con ellos. Este, su cuarto disco, continua por la senda de un folk explosivo, de un folk que se viste con cuerdas eléctricas, que vive del arreón y de los puñetazos en la cabeza a lo fácil y domesticable.

Meric Long (guitarra y voz) y Logan Kroeber (batería), acompañados en esta ocasión de Neko Case y Keaton Snyder, para que el duo no esté tan sólo en sus locuras radioactivas, consiguen con temas como en inicial "Black Night", perturbarnos con su rapidez, como unos Violent Femmes con mala leche, confundidos en noches de crisol y de gas mostaza.

"Going under"tiene una melodía que cabalga entre trotones experimentos confabulados para una reflexión de locura inmensa y pop. La guitarra del comienzo de "Good" es un guante que pide reto, que da a la batería la voz para fabricar una algarabía donde los pájaros vuelan asustados cuando el trueno del bosque hace añicos la luz del día.

"Sleep" es rural y tranquila por momentos. Paz que se ve convertida en cadalso, cuando suena "Don't try and hide it", perfumada con alientos de petróleo en paisajes rugosos de conmoción y encantamiento. La música de The Dodos, es así. Romple reglas, combate la grisura con geranios vitaminados con alcohol ("When will you go home").

The Dodos, un referente en cuanto a su fuerza y al calado de su propuesta. Acido y proezas en canciones de sedicción. Folk punk para acariciarte los días.


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