Bajo el nombre de Lanterna encontramos la interesante obra del guitarrista Henry Frayne, quien en 2006 encandiló a la crítica con este soberbio album que como muy bien describe la portrada, te hace soñar con regiones ignotas, perdidos de la mano de un arpegio en busca de un sol comprensivo.
Las canciones de "Desert ocean" son pequeños pétalos instrumentales que se arriman a ti para explorar tus deseos de volar lento. "Luminous" parece una aproximación rock al mundo de Pinguin Cafe Orchestra y los ocho minutos de "Venture" son un candido paisaje donde la guitarra se proclama como jefa de un murmullo, esta vez vocal, que es todo un encanto paa tus oidos.
Poco he podido descrubir en la red de este compositor. Su música habla por él. Como cuando nos hace recordar en "Summer break" otros tiempos mejores donde el verano era excusa para caernos con las bicicletas mientras enterrabamos junto a la via las cartas de amor que el tiempo ya ha descompuesto.
A veces Frayne se acerca con su acustica a tu descanso, como en "Surf" para regalarnos un paquete de sueños sin vendas ni imposturas. "Riverside" es una invitación a la serenidad desde la distancia imaginada de un mundo posible de rocíos eternos. Asi es Lanterna: una delicia para el sopor del verano, un helado en tu puerta, una cadencia que va y viene y no se olvida.
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