martes, 14 de julio de 2020

RICHMOND FONTAINE. "Lost son" (1999)


Si todos los discos de Richmond Fontaine hubiera sido como "Lost son" y "The Fitzgerald", y no se hubieran escorado luego hacia la música tradicional americana, no se donde podrían haber llegado. Porque si pones el play y empieza a sonar "Savior of time", parece que estuviesemos oyendo a Buffalo Tom. Puro melodramatismo, con guitarras que lloran y con una intensidad brutal. 

O el punk más brutal de "Ft. Lewis", con aires siempre del viejo oeste. Vaya pasada, vaya manera de reinventar géneros. Porque también en "Lost son" hay canciones parecidas a las que iban a constuir después, como esa maravilla que se llama "Cascade", pero a diferencia de lo que luego hicieron, aquí no se apegan al neocountry, sino que beben del indie de los 90 de una manera espectacular. 

Los de Portland te hace crujir los sentimientos, saben conjugar la fatalidad con la introversión, la pausa con la hecatombe. Y por eso "Lost son" será siempre mi disco favorito. Willy Flautin, su cantante se sale, así como sus colegas de banda, que seguro que se escucharon toda la discografía de Replacements cuando hicieron este buen lp. 

"Mule" es punk se pongan como se pongan. Te invitan a bailar pogo hasta la extenuación. Suena como una locomotora que no para de condensar fuego y velocidad. Vaya pasada. En mitad del tema, se dejan llevar por el bourbon y las diligencias que nunca pasan, y con mandolina al ristre te dejan tirado al albur de los coyotes. 

Muchos quisieron también emparentarlos con Uncle Tupelo. Quizás en sus trabajos posteriores. Aunque hay canciones como "Contrails" que parece seguir los cánones. Pero recuperan el sentimentalismo de la tristeza en piezas tan redondas como "Fifteen year old kid in Nogales, Mexico", para en "Pinkentor" subir el volumen de las guitarras hasta hacer explotar graneros. 

Buscan la contención atmosférica con ese pasote que es "A girl in a house in felony flats" , para sin perder pausa echar una cerilla a la tranquilidad con la explosiva "Muddy conscience". Las piezas más country como "Hardly seen" hacen bajar el listón de una muy buena selección de tracks. Pero me quedo con lo contado en las anteriores líneas. Buen nervio desde la base del sonido americano rural, cowboys enfurecidos que también sabes dulcificar su ira. 



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