martes, 20 de noviembre de 2018

DEAF WISH. "Lithium zion (2018)


Ahora que Sonic Youth reposa en un eterno barbecho, expectantes cuando cualquiera de sus miembros nos ofrece un disco en solitario para quitarnos el mono de tanto noise, es un buen momento para enchufarte a los australianos Deaf Wish que de la mano del sello Sub Pop recuperan la distorsión, el caos, y también, porque no, una vena melódica con bastante acierto.

Así empieza este recomendable "Lithium zone", con "Easy" y esa pretensión de recuperar a la juventud sónica ofreciendo el mismo material inflamable que Gordon y compañía. Acierto total que en "FFS" se convierte en una furiosa diatriba con Sarah Hardiman ejerciendo de Kim y acompañada por el resto de una banda que sabe de lo que se habla cuando el feedback es la corriente que nos lleva.

"Metal carnage" es otro apunte noventero hacia cielos ámbar y en "The rat is back" es Jensen Tjhung quien lleva la batuta vocal en un entramado de ruido ágilmente estructurado. No, en nada sorprende Deaf Wish. Pero lo que hacen, lo hacen bien. Y si encima a los añorantes de los 90 nos ponen azucarillos envenenados como "Ox", ya nos tienen convencidos.

Luego viene "Hitachi Jackhammer" más cercana a parámetros post punk para continuar con la que titula el cd, otro pepinazo rebosante de inquina, saturación y fiebre. "Deep blue cheated" es otra gema rimbombante, otra elixir de crudeza y fuerza, con la misma estructura musical que Sonic Youth, empeñados en que la copia suene original. Lo consiguen.

El disco acaba con la más larga del lote, "Afraid", seis minutos de oscuridad veltetiana, seda que araña, tensión atribulada. Deaf Wish o como revivir de nuevo los 90 en un disco de esos que reconforta y te mece.


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