viernes, 8 de abril de 2011

THE SECRET SOCIETY. "I am becoming what i hate the most" (2008)


Lo primero que se me viene a la cabeza cuando escucho parte de este "I am becoming what i hate the most", es a Bedhead y su prolongación en The New Year. Los silencios, los apretones electricos, y la intensidad que crean, te dejan sin aire, y todo con una patina emocional que deslumbra y aturde.

Este fue el segundo largo de esta joya escondida del indie nacional, que dirige Pepo Martinez (ex-Grande Marlaska), y que desde el inicio brutal de "Lifetime compromise", deja bien claro que la distorsión casa perfectamente con esas historias tan particulares que se balancean en un motin de abrasivas guitarras, entre subidas y bajadas, teclas de por medio y mucha intensidad nada gratuita.

Las canciones, aunque sus titulos sean en ingles, se repartan mitad y mitad con el idioma de Cervantes.He leido que a muchos no les convence la voz de Pepe; bueno, los hay peores, y lo que más resaltaria es el conjunto, el todo instrumental, lo creible que suenan cuando te pones "Lights On Don'T Mean I'm Home", sucios, pero con un aire de melancolia que como decia al principio, me recuerda a los hermanos Kadane.

Pero tambien suene el folk en este disco. Se ralentiza la maquina de los excesos y les sale nanas como "To my mothers". Sonrie, sonrie y sigue a lo tuyo, mientras se preparan con "Live Vest Under Your Seat", con su ritmo lento, comedido, que se va convirtiendo en un festín de hardcore del corazón.

Se levanta la tormenta, y suenan las cuerdas gráciles en "The Beautiful Struggle Of All The Small Things", para con las mismas armas medio acusticas y en español, entonar su particular hit, "Did You Ever Feel Ridiculously Sad?". Bien hecho.

Pocos grupos de aqui suenan como ellos. Porque no se orientan a ser unos constantes fieros, ni tampoco estan a gusto como confesores de almas. Asi que derrochando un buen puñado de cualidades instrumentales, la media hora que dura este "I am becoming..", pasa volando, acicalando los trastes de la guitarras.

"We don´t have idols, yet" camina entre espinas en un reguero de sentimientos dolidos, mares de brumas eléctrica, fogatas a la luz de la pasión, el misterio que seguirá siendo incognita. Luego, viene la acústica, "At home with your daughter" y en "I see monsters" se muestran oscuros, densos, epitafio final para un disco que si te va esto de la tensión al limite, tendrás que hacerlo tuyo. Los seguiremos la pista pues.

4 comentarios:

silvo dijo...

Me encanta este tema, te agrego, saludos

Anónimo dijo...

Este es uno de esos discos imprescindibles que permanecen ocultos dentro del panorama nacional. Sin el marketing tan propio de otras bandas, el disco se hubiera merecido un mayor reconocimiento. Al igual que si el que lo firma hubiera adornado su biografía con estancias prolongadas en alguna ciudad de Estados Unidos durante algún invierno...

Nacho dijo...

yo me quedo con los originales, a los que he visto en directo. paso de mierda española

Carlos dijo...

Yo tambien me quedo con los originales, pero de vez en cuando en nuestros lares salen grupos como este que hace que confiemos que aun nos pueden sorprender por aki.