domingo, 20 de enero de 2019

LONG FIN KILLIE. "Houdini" (1995)


Banda a recuperar. Asi, de primeras. Con solo tres discos, los escoceces Long Fin Killie merecen la sustracción del imperio de la desmemoria. Capitaneados por Luke Sutherland (más tarde en una banda llamada Bows), el cuarteto comenzó con este "Houdini" una breve carrera músical que acabo en 1998, y donde el post rock, los crescendendos guitarreros y la lírica están ensamblados en un rutilante sonido.

Y es que desde el principio consiguen embriagarte. Compañeros de generación y de sello (Too Pure) de Moonshake, Pram o Laika, escuchas la envolvente "(A) Man Ray", con sus trompetas cadenciosas y su aire atmosférico, y no te queda otra cosa que empezar a volar. En "How i blew it with houdini", con la voz brumosa de Sutherland en medio de un telescopio musical , desarrollan una amalgama de post rock con aire arty, chulo, espacial.

Cuando más me gustan es cuando aparece la electricidad en forma de alto voltaje ("Homo erectus"), elaborando vaho venenoso siempre en medio de un decorado estelar que cruje y atrapa .En "The heads of dead surfers"  cuentan con el apoyo del desaparecido cantante de The Fall, Mark E. Smith, como pinceladas ácidas de bendita locura y caos.

"Love smothers allergy" es un puntazo de instrumentación. una ralladura donde al unísono el grupo concreta su fascinación por las punzadas eléctricas en un mar de constantes divagaciones. En "Houdini", cabe todo y más.  Sutherland puede confeccionar una perfomance de versos encantandos en "Hollywood gem", y a continuación en "The Lamberton lamplighter", la mejor del lote, lo más parecido a un hit, donde por momentos me recuerdan a The Wedding Present. Pelotazo.

Pero la filiación de Long Fin Killie por sonidos más experimentales es donde se sienten más agusto. Temas como "Corngold" y "Idiot hormone", donde especulan entre mandolinas, pianos, susurros para soñar. Dejan para el final, los trece minutos de "Unconscious gangs of men", una muestra más del poderío sónico que atesoraban.

Después de "Houdini" vino "Valentino" (1996) y "Amelia" (1997), y el grupo de disolvió pacificamente entre brumas y eones. No hay nada como recuperar los archivos sonoros de otras épocas para comprobar la intensidad y calidad de bandas que surgieron y desaparecieron en un santiamén en una polvareda de tiempo que se agota.


2 comentarios:

Netto dijo...

Me cabe mucho como esta escrito esto, alto disco ademas.

Carlos dijo...

Gracias Netto. Un grupazo, si señor. Y bienvenido a esta tu casa Discos Pensados