miércoles, 15 de febrero de 2012

FELOCHE. "La vie cajun" (2010)

Ahora que por esta tierras nos ha dado la ventolera nacionalista porque unos  muñecos venidos del otro lado de los Pirineos han hecho humor con unos deportistas que segun parecen son intocables, haciendo que el gobierno de esta deprimente nación que tenemos proteste por la infamia de según dicen ellos "humor negro", despreocupándose de la realidad tan dura que estamos asistiendo en Iberia, con las condiciones laborales y sociales sacrificadas por el bien de unos pocos, repito, ahora me dispongo a realizar mi segundo articulo de la semana de un artista galo. Porque si, porque me da la gana.

Féloche, con este "La vie cajun", nos trae a su manera su visión de la música de Louisina, donde la mandolina, trompetas y otros instrumentos a desuso, hacen que la diversión por la escucha de este disco la tengamos asegurada. La premisa fundacional de "La vie Cajun" fue que no apareciesen guitarras, y Féloche lo consiguió.

El frenesí esta presente en cada surco de este apasionante galimatias que va de la ironia joconda de "Darwin avait raison", hasta la bailona "Et toi", donde la mandolina cruza las piernas para perjudicarnos el ritmo. "Bon appetit Shaman", es hipnótica, casi psicodelica, y "Tout le jours", es pura chanson para alegrarnos los dias, para que lo negro no nos invada.

"Reste avec moi", es suave y penetrante, negra, calurosa, expansiva. Y como olvidarnos de "Jette les gants", extraña, provocativa, ruda, sensual. Total "La vie cajun", para seguir fliplando de las buenas cosas que nos viene del pais vecino.

Y luego te pones "Ocean", y te alegrará las penas con la voz de este musico cuyo nombre Felix, que ha sabido traernos el cajun a nuestros oidos estructurados muchas veces para no dejar pasar dejes musicales alejados de lo predominante. Interesante pues, para que nos quitemos este patriotismo tonto y cerril de gentes que dejandose llevar por la tonteria de unos medios y unos políticos desastrosos, hacen que cada vez busque más en la música lo que la mayoria de mis congéneres no me puede ofrecer: un poco de necesaria paz.

1 comentario:

Juan dijo...

Gracias Carlos, compartimos además de nuestra indignación por las injusticias...algunas músicas