Con este disco, el grupo de Bristol, recuperó la credibilidad perdida hace ya mucho tiempo con discos insustanciales, nada que ver con la primera y gloriosa época de una de las bandas que dio más vida al trip hop.
Desde que suena "Somebody's sins" (versión de Van Morrison) notas que algo va a ocurrir con este disco. El guiño a Chet Baker que se trabajan en "Valentine" es todo un punto para degustar gota a gota. También tiene cuerda para servirse de los vientos y lograr una pasada de trip hop marca de la casa con "Nothing changed".
Sensualidad al cuadrado con "If only i knew", y ritmos funkies en "Is that your life" que te rompen los huesos y reactivan a una banda que ya dábamos por perdida. La parte más rítmica con "Tribal drums" es caliente y repleta de sugestivos colores vivos.
Mi favorita, al final, la oscura "Armies", con apuntes lo suficientemente veraces para desear subir el volumen y dejarte llevar por la nostalgia de tiempos de bajos graves y luces a contracorriente. Lógicamente nada es como al principio, pero por lo menos construyeron una buena colección de canciones para defenderse de la derrota de tantos discos dispersos en una discografía que fue de mas a menos de una manera brutal. Tras "Juxtapose", en el año 1999, no habían vuelto a grabar nada con unos mínimos de calidad.
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