domingo, 12 de enero de 2020

WOVENHAND. "Refractory obdurate" (2014)


Desde que me topé con 16 Horsepower, donde David Eugene Edwards repartía mandobles de oscuridad a base de country gótico y electricidad malsana, no me he perdido ninguno de sus proyectos. Como Wovenhand, quizás sea este "Refractory obdurate" el disco más potente y donde el riff toma al asalto las proclamas bíblicas de su líder.

Suena "Corsicana clip" y te deja prendado de un abismo donde la densidad deja paso en "Masonic youth" a una épica y noctámbula epopeya maldita. El disco es un helicóptero de sonidos malsanos, de ralladuras que se inflaman entre pócimas de rock, de post punk sureño ("Good shephered"), y baladas de esas que sirven para volar la cabeza al dolor ("Salome").

Los títulos de los temas, como estais comprobando, casan a la perfección con la vida del Maese Edwards, renglón torcido de Dios, que se empapa de liturgia para establecer conexiones místicas a través de una música que tuerce el gesto al Bien ("King of David").

"Field of hedon" es quizás la más cañera del lote y "Obdurate obscura" se toma en serio el tema de las plegarias que hacen daño, para volver a la distorsión más obtusa y terminar con "El.bow" y su oscuridad malsana palpando el aire y las negaciones.

Wovehand, el instrumento que tiene David Eugene Edwards para desbocarse entre desiertos de incitación y locura. Música con alma, espiritual, carnosa, repletas de espinas, peligrosa.....


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