sábado, 2 de marzo de 2013

WOVENHAND. "Ten stones" (2008)


Unos muy buenos amigos, hace ya unos años me regalaron un disco. No conocía al grupo. Se llamaban 16 Horsepower, y el título se llamaba "Folkclore". Lo encontraron en una pequeña tienda de discos regentada por un sueco aficionado al folk, al country menos convencional  y al sello Glittherhouse rico en fragancias de calor y osarios de western.

Aun recuerdo el cd. Negro y sobredimensionada las letras de la banda. Me dijeron que iba a flilpa, que lo suyo era una especia de country oscuro, tenebroso, repleto de aristas y cienas para asustar. No se equivocaron. Caí rendido y más tarde me comprometí a completar la discografía de la banda liderada por un tipo llamado David Eugene Edwards.

Cuando los 16 Horsepower pasaron a mejor vida, el bueno de David, quiso seguir por la senda de las biblias negra sobre bocados de desiertos sin nombre, sin pasado, sin luz. Wovehand es el nombre que elegió para que no le perdarmos de vista, para seguir la antorcha que ilumina los caminos con tenebrosos calices de infierno dulce.

"Ten stones", fue cuarto largo, empieza con "The Beautiful Axe", torturado rock que siente las espinas de Nick Cave, que se te clava en la monserga de tus noches, que deja paso a "Horsetail", letanía que se quita la piel a borbotones. "Not one stone" es un pedazo de caligrafia del infierno, y "Cohawkin road" con su sedosa y tramposa lentitud country, son dos más razones para seguir cabalgado hacia el infinito con Wovehand.

Y la versión de Jobim que se saca del gorro de vaquero en "Quiet nights of quiet stars", bossanova de predicadores del pecado, es puro vendaval de candor y penurias de corazón. Luego te pones el trallazo seudopunk que es "Kicking bird", y no queda más remedio que aplaudir y aplaudir los afilados cuchillos sin domesticar de esta pedazo de banda.

Pecado tras pecado, Wovehand es pues una manera más de vivir en el lado salvaje de la no fe. Música para fieles del infierno, para poetas de la bancarrota. Cielo y infierno,de bodas, como decia el insigne vate ingles Blake.


2 comentarios:

Daniel dijo...

"The Beautiful Axe" es uno de los mejores temas que escuché en mi vida.

Carlos dijo...

No me extraña lo que me dices amigo Daniel. El tema es para estremecer los organos, para levitar asma de candor musical. Saludos