jueves, 29 de agosto de 2024

THE HOTELIER. "Goodness" (2016)

 


Es curioso el nivel de gilipollez que te encuentras en la redes. Cuando buscas este disco la portada aparece pixelada para que no veamos los cuerpos desnudos de los protagonistas  del que fuera el tercer disco de esta banda de emocore. Todo vale en la red: los mensajes de odio hacia los inmigrantes, hacia las mujeres, hacia el que es distinto, pero la visión de una persona tal como nació parece que es como la llegada del Argamedón. Tiempos grises y oscuros estos que vivimos. 

Hablando de "Goodness", decir que desde que suena la radiante "Goodness pt. 2", te ves sumergido en una espiral de guitarras emocionales, de estribillos candentes, pura adrenalina de emocore bien hecho, tras la estela de grupos como The Promise Ring. No, no inventan nada The Hotelier, incluso hay ocasiones como en "Piano player" que derrapan algo, pero tras la escucha sosegada del álbum, la verdad es que se te queda un buen sabor de boca. 

"Two deliverances" es emocionalmente comprometida para que te llegue muy adentro, y "Settle the Scar" es otro pétalo que se disuelve en una distorsión agradable. "Soft animal" es juguetona y eficaz y "Sun" es otro de los puntos fuertes de un disco que pasa en un santiamén, 

El final, con "End of reel", con su tristeza asumida, pone el epílogo a un trabajo que quizás no deje mucha huella, pero si te hace pasar un buen rato. 


lunes, 26 de agosto de 2024

KING HANNAH. "Big Swimmer" (2024)

 


Disco del verano y uno de los discos del año. Lo que Big Hannah nos ofrece en este "Big Swimmer" es de nota alta, con una frescura, con una mezcolanza de estilos, que hace que desde la primera canción te sientas atropellado por este enorme tren con parada en todo lo mejor que pienses de la música indie de los 90.

Y es que este dúo  de Liverpool se las apaña de tal forma que cuando empiezas a escuchar el inicio con el tema que da titulo al álbum, bien pudiera que estuvieses oyendo una mezcla imposible de Mazzy Star y Neil Young. Es soberbio ese toque guitarrero, esos solos que apabullan. Una maravilla. 

Y que me dices de "New York, let's do nothing" donde rinden un homenaje soberbio a Dry Cleaning, vamos, es que casi parecen ellos. Y esto no ha hecho más que empezar. En "The mattress" te vuelves a quedar loco con ese hipnótico desarrollo guitarrero, como un himno decadente en el alambre de una quietud que espanta  te absorbe a la vez. 

"Milk boy (i love you)", vuelve a tener a Dry Cleaning como espejo, pero siempre con una personalidad propia la que imprimen Hannah Merrick y Craig Whittle, con una temperatura sónica que va creciendo en cada tema, sofocando calmas, esparciendo lagunas de tensión que te abrasa y te facilita el vuelo hacia lugares repletos de aventuras sónicas. "Suddenly, your hand" es leve, vaporosa, triste, retadora ,la más cercana al bello histrionismo de Young,  la mejor manera de abrazar una paz que te deja sin palabras. 

Esto es un no parar, y viene "Somewhere near El Paso", con su feedback demoledor, para apretar clavijas, para convencerte si aun no lo estás, que estas con una obra que consolida a un grupo que se esfuerza por esparcir por el aire una cantidad de suculentos sonidos que te llegan, que te sacuden, y que en directo (en diciembre los tendremos por aquí), debe de ser brutal. 

"Lily pad" y su sonido arrastrado y brutal, con su laberinto de guitarrazos,  deja paso al hit indie rock de un disco que no puedes parar de escuchar, "Daveys says", un himno radiante, una incursión en el túnel del tiempo, un tema radiante, brutal, emotivo, con un video que es todo un lujazo visionarlo. "This wasn't intentional" casi el final, nos ofrece otro dardo que va directo a la diana de tus gustos por lo soberbio. Porque soberbio es de principio este disco, que a cada escucha, encuentras más y más motivos para repetir.


viernes, 23 de agosto de 2024

THE GO-BETWEENS. "Spring hill fair" (1984)

 


Estamos en 1984 y la banda de Grant McLennan lanza esta artefacto repleto de canciones redondas. Porque la verdad poniéndonos en contexto, lo que hicieron con este su tercer disco, es elaborar una ensaladas de melodías de esas adictivas de principio a fin,  de rock sin demasiado ruido ("Bachelor kiss" y "Five words", vaya comienzo). 

Los australianos tendrían en el futuro tiempo de remodelarse, acercarse más a las canciones algo más comerciales, (sin perder nunca su autenticidad). Esto es un torbellino de guitarras y estribillos extraordinarios como vemos en ""You've never lived". 

"Part company" es un dulce en la puerta de la escuela de tu sentir,  "Slow slow music" con ese bajo casi funk, nos deja desde la primera escucha impactados. El grupo estaba comenzando a urdir su destino, y dejó por el camino bellezas del tipo de "Draining the pool for you", adictiva y hermosa. 

"River money" es la más underground del lote, la más arisca, para encontrarnos de repente con la joya del disco, "Unkind & unwise", delicatessen envasado al vacío. Para terminar, "Man o sand to girl o sea". No se porque, pero el inicio seguro que lo escucho Nacho Goberna de La Dama se Esconde, para inspirarse. 

Sin duda todo un bonito reencuentro con los The Go-Betweens. Una maravilla su escucha, un placer volver atrás tanto en el tiempo. 


miércoles, 21 de agosto de 2024

STEREOLAB. "Chemical chords" (2008)


Es imposible aburrirse con Stereolab. Y lo dice uno que ha escuchado una buena cantidad de discos de la banda de Laetitia Sadier. "Chemical chords" empieza con una canción de juguete, como "Neon beabag", para seguir con un french song marca de la casa, "Three woman", así como para no perder tiempo. 

La música de Stereolab viaja contigo a lugares de luces de  festejos, con su kraut rock de mentira, ("One finger synphony"), para llevarnos de la mano de la que titula el disco a una emocional bacanal de sonidos de los años setenta. 

Como "The Ecstatic static" y sus vientos ensoñadores, o "Silver sands" y su andanada de teclados que parecen nacer en un sitio poblado de niños aprendiendo los ardides correspondientes para celebrar la emoción de la música. 

Es un disfrute total meterte de lleno con las trompetas en "Self portrait with electric brain" por el momento parecen una reencarnación marciana de The Style Council. Luego la ración interesante de canción en francés, "Nous vous demandons perdons" para seguir con "Fractal dreams of a thing" para asegurarnos que la cosas están en su sitio. Stereolab, un valor seguro, una fabrica de ideas que nunca se agotan. 


lunes, 19 de agosto de 2024

THE FORMS. "Icarus" (2005)

 


Que poquito dura este disco (a penas 20 minutos), y que disfrutable es todo él. De la mano a los controles de Steve Albini, la banda de New York, en el que fuera su primer disco, deja a las claras su querencia por los sonidos de Sunny Day Real Estate. 

La verdad es que oyendo temas como "Stell I" y "Stell II",  parece que estuviésemos jugando en el campo certero de los Sunny. Lo que pasa que claro, Albini deja su huella como siempre, con un sonido de guitarras siempre al filo de la intensidad más profunda, desarrollando su idea de que a nunca es tarde para pedalear distorsiones. 

"Innizar" es otro furioso confeti de melancolía envasada al vacío, y en "Sunday", vemos como todo el esplendor del grupo se ve abierto en canal por una diáspora de efectos que suben y bajan, de voces que te penetran y te llevan. 

La más marchosilla del disco es "Seagull", para volver a tiempos más de emocore profundo en "Classical" y "Stravinsky". Sacaron dos discos más, que no superan a este fogoso "Icarus" y se esparcieron por el silencio sin hacer mucho ruido. Albini, ya había dejado su semilla.....


sábado, 17 de agosto de 2024

MONO. "Oath" (2024)

 


Quizás el sonido de Mono ya no nos deslumbre como cuando los conocimos, pero siguen siendo una apuesta segura para arrebatarte el alma con su post rock con gotas siempre de clasicismo, y algún arrebato de esos marca de la casa a los que nos tienen tan bien acostumbrados como la que titula el cd. 

El grupo japonés comandado por Goto y Yoda siguen dando razones para que sigamos disfrutando de sus discos por esa capacidad que tienen de expandir siempre su lírica extrema, como "Run on" y esos teclados que se mecen para preparar la tormenta que se avecina, los sonidos de las guitarras que levemente se aúpan en una progresión silenciosa de sonidos. 

Una de mis favoritas, casi pudiera ser un single para una mala temporada de tu corazón, es "Reflection" con el piano piando, con la masa para construir un cuerpo de ensueño en pleno apogeo. "Hear the wind sing" es otra bella estancia en un lugar poblado de lagos y cartas perdidas de amores jamás encontrados y en "Hourglass" roza el ambient confiando siempre en el goce de una sonido que apabulla y te deja en constante estado de paz. 

Así son Mono. Nunca han dado ningún paso en falso, son una propuesta que no caduca, son el banderín de enganche de un género el post rock, que hace tiempo pasó a mejor vida ("Moonlight drawing"). Así que no nos queda otra que ponernos "Holy winter" y "We all shine on" para cerrar el círculo de una trabajo que se disfruta por lo que siempre nos ha dado Mono. Razones para la emoción no faltan cuando te adentras en el misterio de sus canciones. 


jueves, 15 de agosto de 2024

LYDIA LUNCH. "Queen of Siam" (1980)

 


Que grande que fue Lydia Lunch. Una de las caras más reconocibles de eso que se llamó No Wave, ya dio muestras de su irespetuosidad hacia todo lo establecido cuando en el año 77 con sus Teenage Jesus empezó apuñalando el punk. 

Junto a James Chance, DNA,  Mars, Gleen Branca y otros muchos, desde NY, pusieron las bases a una música rupturista, ajeno a lo comercial, como puñetazo a la new wave, que triunfaba en los medios por aquella época. 

"Queen of Siam" es un pedazo de disco, corto en minutaje (apenas media hora), pero que está repleto de música de cabaret para gente oscura, como ese inicio con "Mechanical flattery", donde el saxo de Pat Irwin, como en el resto de disco, arropa la voz perversa de Lydia ("Gloomy sunday" te hiela el corazón). 

Es "Tied and twist" con sus ritmos rotos, y su ritmo amenazante,  sitúa a  Lunch, como una de las puntas de lanzas de un movimiento que duró poco, pero revolvió los oídos y la conciencia a muchos. Y que decir de "Spooky", versioneada por estos lares por ese pequeño gran grupo que fue Mil Dolores Pequeños. Un himno dulce entre tanta ponzoña. 

"Los banditos" es una especie de western crepuscular y "Atomic Bongos" es la más caótica dentro de un lote de canciones que son soberbias todas ellas. "Lady Scarface" me recuerda a lo que más tarde haría Barry Adamson, música para películas ficticias de tiros y venganzas y "A cruise to the moon" es otra barrabasada de esa que provoca espinas en tu piel. 

Ya casi al final, "Knives in the drain" certifica la intemporalidad de un disco de su época que resuena en nuestros oídos como un martillo pilón de rosas. 



lunes, 12 de agosto de 2024

BEEN STELLAR. "Scream from New York" (2024)

 


Vaya discazo para empezar una andadura discográfica el que se ha sacado de la chistera Been Stellar con este pedazo de "Scream from New York", donde desde la inicial "Start again" dejan claro que lo suyo es el indie rock de los 90, con sus guitarras saturadas, y sus melodías militantes. 

"Passing judgment" es un himno que quizás nos remita a los primero Radiohead para después en "Pumpkin" girarse hacia una especie de dream pop de esos que te dejan con los pelos en punta. Funciona su relato, te los crees, saben que no ha inventado nada, pero tampoco les importa. 

La que titula el cd roza casi el britpop pero afilando su contenido guitarrero, para en la envolvente "Sweet" agitar la coctelera de una forma de hacer música que a los que ya pasamos las 50 nos recuerda tantas cosas. 

"Can't look away" es un grito en el cielo desmesurado y veloz y "Shimmer" vive de la nostalgia de ayer para traernos otra postal melancólica con rayos y mil truenos. El disco no tiene bajones reseñables, se mueve ágil entre volutas de añoranza ("Takedown"), para terminar el juego con "I have the answer", la mas aguerrida del lote. 

Un disco como éste, con el listón tan alto, nos pone en alerta sobre una banda que ya ha puesto su nombre en nuestra agenda particular de combos a seguir. Veremos que pasa en el futuro.....


sábado, 10 de agosto de 2024

CYANN & BEN. "Sweet beliefs" (2006)

 


Es una pena que la existencia de Cyann & Ben durase tan solo 3 años. Y lo digo porque después de la escucha de la canción que abre el disco, "Words", merecen todos los elogios, y que cojamos las palas para desenterrar del ayer, tesoros como los de este grupo parisino, con su post rock ensoñador, repleto de lírica, de canciones que son himnos que duelen, que afilan sus garras cuando los escuchas. 

Vaya sonido. "Sunny morning", la segunda de este el que fuera su último disco,  se alarga en un larga sinfonia que roza el dream pop y que da la voz a la que titula el disco, con el piano como eje principal de una sensacional composición de aires casi slowcore, corriente abajo de sentimientos siempre duraderos. Fantásticos. 

"In union with" es triste hasta en los dorsales de sus segundos que acuden a tu ayuda para apaciguar tu pena con ondas de calor extenso. En "Guilty" se escoran  hacia el post rock más ortodoxo, para en "Recurring" seguir el juego del escondite con su tristeza siempre elevada al cuadrado. 

"Let it play" es la mejor forma casi al final de llegar a "Sparks of love", con casi 9 minutos constantes de delicadeza, de psicodelia, de fulgor inmenso. Enorme banda los franceses. A recuperar sí o sí. 


miércoles, 7 de agosto de 2024

THE FEELIES. "Here before" (2011)

 


Vaya disco. Y vaya forma de que no olvidemos como eran The Feelies. Con la misma formación que en 1986, este "Here before" es todo un tratado de lo que se llamó New Rock American, ahora que parece que es un término en desuso. 

Basta la primera canción del disco, "Nobody knows" para ponernos de golpe de pie. La melodía está en el lugar que la dejaron como comprobamos en "Should be go" , y esa forma de tocar la fibra que Glenn Mercer sabe hacer también como vemos en  "Again today" sigue intacta. 

A veces se escabullen por una maravilloso túnel de distorsión que les hace igual de interesantes ("When you know"), para en "Later on" volver por la senda de las canciones grosellas a las pies de tu andar por los jardines rítmicos del buen arte. 

Te pones "Way down" y viajas en el tiempo, a los comienzos de la banda, cuando nos llamó la atención esa forma minimal que están estructuradas sus canciones, o en "Morning comes" con ese aire Velvet que les sienta tan bien. 

Así hasta acabar este viaje con "So far" y ese sonido que se te mete en el cuerpo, que te deja como adormilado, de una banda única en su manera de ver el rock como algo moldeable, cuidable en sus formas, estirilizado en su contenido. Grandes The Feelies. 



lunes, 5 de agosto de 2024

NO-NE. "Daisyland" (2024)

 


Una delicia el grupo No-ne, proyecto afincado en Marsella, de la mano de Hervé Rico, y que desmenuza todo lo mejor de los 80 que nos enamoró. con pinceladas de indie rock de los 90. Todo de manera artesanal, emotivo, respetando las formas de antaño. 

Si "Three cheers for lovers" es un caja de música que recuerda a The Sound, The Cure aparecen en "Your face  in blue", o los Bolshoi se pasean dando algún paso de baile en la efectista canción que titula el cd. 

Para rizar el rizo, "Lust and decadence", suena a New Moder Army. ¿Alguien da más?. El toque indie rock noventero aparece con ese himno para silbar verano que se llama "Only new" con ese inicio pop que se convierte al poco en un entramado de distorsión desbocado. 

Volvemos a la lírica con "The Bee", para dejarnos sin palabras con la tranquila "This is (it)", pura locura de belleza. "A night in your town" es otro torrente de post punk melancólico, para volver de nuevo a los 90 con la efectiva "I cure myself of you". 

En resumen, un grupo y un disco que no debes de pasar de largo. La nostalgia esta servida, el buen rato también. 



jueves, 1 de agosto de 2024

THE POGUES. "If i should fall from grace with god" (1988)

 


Me gustan todos los discos de The Pogues. Pero, en este, el que fuera su tercer disco, es donde encuentro al desaparecido Shane MacGowan  más en forma, y es el trabajo que atesora más hit de esos inolvidables para que la fiesta nunca decaiga. 

Basta el inicio con la canción que titula el cd y "Turkish song of the Damned", para comprobar que el año 1988 fue un año de gracia para The Pogues. Aquí todo suena como un tiro, como el folk punk de "Bootle of Smokey", pero es cuando llega "Fairytale of New York" con Kirsty MacColl, cuando la cosa coge carrera. Es escuchar el tema este y ver su clip, y se te encoge el corazón de golpe. 

"Metropolis" suena para bailar monsergas y en "Thousand are sailing" ya no te queda otra que subir el volumen de golpe, para prepararte para esa gran explosión de ayer, de hoy y de todos los mañanas posibles que es "Fiesta", que debe de sonar en todos los sitios posibles para que la alegría, el alcohol y el jolgorio no paren jamás. 

La cosa se tranquiliza algo con ""Streets of sorrow/Birminghan Six", para que en "Lullaby of London" las gaitas vuelvan a dominarlo todo. Que felicidad volver de nuevo a "The broad majestic Shannon", o a toparte de golpe con "The Battle march medley". 

Estes donde estes Shannon, brindo con una Guiness por tu legado por juntarte con los Dubliners para hacer "Mountain dew", o por que "Sketches of Spain" nos traiga esos aires de aki nuestros, o quizás de México. 

Grandes The Pogues. Larga vida a Shannon, al folk punk, al whisky, a la cerveza, a la música construida para expulsar todos los males