lunes, 26 de agosto de 2024

KING HANNAH. "Big Swimmer" (2024)

 


Disco del verano y uno de los discos del año. Lo que Big Hannah nos ofrece en este "Big Swimmer" es de nota alta, con una frescura, con una mezcolanza de estilos, que hace que desde la primera canción te sientas atropellado por este enorme tren con parada en todo lo mejor que pienses de la música indie de los 90.

Y es que este dúo  de Liverpool se las apaña de tal forma que cuando empiezas a escuchar el inicio con el tema que da titulo al álbum, bien pudiera que estuvieses oyendo una mezcla imposible de Mazzy Star y Neil Young. Es soberbio ese toque guitarrero, esos solos que apabullan. Una maravilla. 

Y que me dices de "New York, let's do nothing" donde rinden un homenaje soberbio a Dry Cleaning, vamos, es que casi parecen ellos. Y esto no ha hecho más que empezar. En "The mattress" te vuelves a quedar loco con ese hipnótico desarrollo guitarrero, como un himno decadente en el alambre de una quietud que espanta  te absorbe a la vez. 

"Milk boy (i love you)", vuelve a tener a Dry Cleaning como espejo, pero siempre con una personalidad propia la que imprimen Hannah Merrick y Craig Whittle, con una temperatura sónica que va creciendo en cada tema, sofocando calmas, esparciendo lagunas de tensión que te abrasa y te facilita el vuelo hacia lugares repletos de aventuras sónicas. "Suddenly, your hand" es leve, vaporosa, triste, retadora ,la más cercana al bello histrionismo de Young,  la mejor manera de abrazar una paz que te deja sin palabras. 

Esto es un no parar, y viene "Somewhere near El Paso", con su feedback demoledor, para apretar clavijas, para convencerte si aun no lo estás, que estas con una obra que consolida a un grupo que se esfuerza por esparcir por el aire una cantidad de suculentos sonidos que te llegan, que te sacuden, y que en directo (en diciembre los tendremos por aquí), debe de ser brutal. 

"Lily pad" y su sonido arrastrado y brutal, con su laberinto de guitarrazos,  deja paso al hit indie rock de un disco que no puedes parar de escuchar, "Daveys says", un himno radiante, una incursión en el túnel del tiempo, un tema radiante, brutal, emotivo, con un video que es todo un lujazo visionarlo. "This wasn't intentional" casi el final, nos ofrece otro dardo que va directo a la diana de tus gustos por lo soberbio. Porque soberbio es de principio este disco, que a cada escucha, encuentras más y más motivos para repetir.


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