martes, 30 de julio de 2024

THE DRONES. "I see seawed" (2013)

 


Adoro a The Drones. Al dramatismo que impregnan sus canciones la voz de Gareth Liddiard,  y ese enjambre de espanto y tensión que se mece siempre entre calmas que dan miedo, que son barruntos de dramas seguros ( el inicio del lp con la canción homónima ejemplifica bien como son The Drones). 

Ya desaparecidos, transformados en Tropical Fuck Strom, no me perdí ninguno de sus trabajos, y quizás sea este casi al final de la carrera de la banda, el que más me llena, por ser el resumen de todos sus anteriores producciones. 

Aquí no hay momento para la paz. Te encuentras un piano en el comienzo de "How to see through fog", y ya puedes gritar a todos los cielos del mundo, que seguro que estas perdido, hechizado por estos forajidos australianos, que dejan al ya aburrido Nick Cave, en una segunda o tercera división. 

El sonido de las guitarras que parecen que se retuercen en blues del espanto ("They'll kill you"), la pegada brutal que tienen cuando se ponen en plan marrulleros como ese motín sónico que es "A moat you can stand in", o esas amenazas de miedo que se percibe en temas como "Nine eyes", no dejan de hacer que te los tomes siempre muy en serio. 

Y como si de una barraca de fiesta abandonada por sus visitantes por el terror a la llegada de la noche que nada bueno trae, así suena "The grey lader" y su insolencia sonora que te deja sin palabras. Como sin palabras te dejan cuando aparece la que para mi es la mejor canción de la historia de The Drones, "Why write a letter that you'll never send", y su dramatismo perturbador, su tristeza infinita. Cuando la pones una vez, es imposible que no la escuches veinte veces más. Grandes The Drones. Grandes y altamente emocionales. Garantía segura su escucha. 


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