domingo, 15 de abril de 2018

THE JESUS AND THE MARY CHAIN. "Psychocandy" (1985)


Para mí, es el disco favorito de los hermanos Reid. Tan solo volver a escuchar después de tanto tiempo "Just like honey", ya esta todo dicho. El hechizo continua. He vuelto a los 80, a mecerme entre andanadas de noches sin fin, a mirarme en el espejo del baño de esos pubs que transitaba sin nunca cansarme, con mis ropajes negros, mis anillos de calaveras y mirando siempre a la vida como hacían los Jesus, dando la espalda con una sonrisa bien henchida.

Y es que el disco de debút de los escoceses era todo un punto, repleto de distorsiones, de poses, de mucha rabia, de mucho feedback reconcentrado ("The living end"). Por aquí andaba también dándole a los tambores el que luego fuera líder de Primer Scream, Bobbie Gillespie.

En "Taste the floor", es evidente las influencias que en su día dijeron de ellos que eran una banda híbrida entre The Velvet Underground y los Beach Boys. También tenían tiempo para dedicarse a la canción casi pop psicodélica ("The hardest walk" y "Cut dead").

Pero a mi lo que me ponía de verdad es cuando te rallaban el cerebro con voluptuosidades del tipo de "In a hole", donde el shoegazing que empezaba a hacerse un hueco como estilo, ya tenia a los Jesus como uno de sus mejores comparsas.

1985. 2018. Joder el tiempo que ha pasado y lo fresco que suena este conjunto de canciones que te hacen de todo menos aburrir. "Taste of cindy" es irónica y envolvente; "Never understand" es peligrosa y poco acomodaticia y "Inside me", vuelve a coger a la psicodelia por los cuernos para tirarse por un barranco de ruidos infernales.

"My little underground", es rock and rolk con un pie en Cramps y "You trip me up" es una canción de amor a la manera de estos chicos de pelos electrocutados. Todo "Psychocandy" suena vibrante, todo es para uso y disfrute de los que por aquella época flipamos con The Cure, The Sound, Cocteau Twins, The Chameleons y tantos otros compañeros de viaje.

Tras este grandioso disco luego vinieron otros dos enormes documentos atemporales como "Darklands" (1987) y "Automatic" (1989). Luego, poco a poco, fueron perdiendo  la gracia para el que escribe. "Damage and Joy" (2017), fue su vuelta digna a la escena después de su última aparición en 1998 con "Munki".

1985.2018. Pero que viejo que nos estamos haciendo, pero que joven que suena este pedazo de boomerang que viene de los antiguos tiempo para darnos purpurina y elixires efímeros de juventud ya fenicida. Un brindis por ellos!


2 comentarios:

Juanjo Mestre dijo...

Un disco impresionante. Revolucionario. Glorioso. Y The hardest walk mi favoritísima. Abrazos, kamarada.

Carlos dijo...

Asi es amigo Johnny, el disco te pide baile y combate de huesos. Abrazos!