Quimi Portet, por todos conocido por ser el otro miembro de El Ultimo de la Fila, poco tiene que ver en su carrera en solitario con la producción musical de Manolo García. Si éste siempre se ha esforzado vanamente en perpetuar el espíritu de El Ultimo de la Fila con el único propósito de llevarse ranking de ventas, Portet ha dejado desde el principio bien a las claras que lo suyo es artesania, canción de autor arriesgada, pop con toques de disolvente.
"Viatge a Montserrat" está dedicado al música catalán Adrià Puntí, y por este barco aereo nos podemos encontrar con gente tan afin a Portet como Albert Pla, notándose en todo el cd la influencia de ese mago de lo irreverente que se hace llamar Sisa.
En este septimo disco del ex-ultimo, nos hallamos con una cocina estilística variada, aliñada con cariño, a punto de cocción perfecto para no llegar a ser glotones y si sibaritas de lo bello. La instrumental western "Música per a cremar autobusos" es el pistoletazo de salida que da paso a "Canço ingravida", pop pulido y bien arregladito que cede a Pla en "Homes i dones del cap dret" un pedazito de vela viajera.
Me gustan como suena la guitarra en temas como "Sabadell", algo asi como una reintepretación local y amateur de Cure, o "Dorm", donde parecen los Durrutti Column del Ampurdán.
Lo dicho pues, nada que ver con el otro compañero de viaje en EL Ultimo de la Fila. Portet destila dedicación y honestidad, raciones de alegria y compromiso con el buen hacer. Recomendable.
1 comentario:
Y yo que creía que del último de la fila sólo sobrevivía Manolo García... Me pondré manos a la obra con este disco. Un abrazo, Carlos.
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