miércoles, 22 de abril de 2020

THE BLACK HEART PROCESSION. "The spell" (2006)


El grupo ya desaparecido de San Diego, The Black Heart Procession, nos deparó una buena cantidad de razones para sentirnos tristes. Su música es un largo lamento fúnebre que no se acaba, un tono negro que siempre resiste los envite de la luz, un pergamino antiguo donde la tinta derramada solo habla de dolor y pena.

Todos los discos del grupo poseen esa estructura fatal en sus canciones (desde "1" (1998), hasta "Six" (2009)), la música de The Black Heart Procession es una celebración de la tragedia, de los himnos a la luz del pesimismo ("Tangled" o la que titula el lp).

El piano, los vientos, la lenta suavidad que todo lo invade, la linea cortada del tiempo, todo participa de la misma manera de hacer las cosas, tejer cometas al viento donde el eco del pasado puede dejar su huella en alguna nube pasajera ("The letter").

"The Replacement", mira los discos de Nick Cave de última época y "Return to burn" hace del fatalismo su eje principal para envolverte. El cancionero de The Black Heart Procession es un digestivo para los estados interiores desgastados ("GPS").

Tuvieron en su día un mediano reconocimiento como banda de clubs donde ir a quemar tus penas mientras oías tumultos de corazón como "The wailer=5" o gozadas como "The Places" o "The Fix". Escuchar a The Black Heart Procession es un paseo por la serenidad cruda, por los ojos cerrados que se crispan con la emoción.

Más música en la mochila, para continuar con el retiro forzado. Más sonidos que amenizan la retirada, el recogimiento obligado.


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