Ellos han sido, son y serán una de mis bandas favoritas. La compra en vinilo cuando la juventud me salpicaba a borbotones del inconmensurable "Seamonsters" (1991) supuso un antes y después en esto de degustador de placeres musicales solitarios y en compañía. Quizás "Seamonsters" halla sido el disco que más veces he escuchado, me sé casi de memoria sus riffs y cuando suena cualquier tema del album la piel se me eriza como si fuera la primera vez. Parece un puto noviazgo esto, no?
David Gedge sigue con sus The Wedding Present, (el único que continua desde el principio) después de tantos años, arañándonos con su peculiar forma de cantar, con ese torbellino guitarrero que te hace salir disparado del sillón convocando a todos tus hados del pasado para votar como resortes entre feedback melódicos y descarga de corazones destronados por doquier.
"Valentina", para todos los que seguimos cada producción de Gedge es otra vuelta más en su cruzada por rompernos el alma con sus abanicos eléctricos, con sus parones que tienen veneno ("You're Dead"). "Valentina" supera con creces a "Take Fountain" (2005) y "El Rey" (2008), y llevo ya casi una docena de escuchas que me hacen confirmar lo que ya sé desde hace años: The Wedding Present nunca defraudarán, siempre se las apañan para ejercer con furia de adalides del pop eskizoide, rompiendo reglas, ejerciendo de unos The Smiths punks.
"You Jane" tiene ese meloso pero a la vez abrasivo deje que tan bien ejecutan. Y "Meet cute" es un aguijón en la garganta que comienza como un tanque, reptando entre galimatias y que queda de maravilla con los coros de Pepe Le Moko, bajista y nueva incorporación que da un puntillo especial a la bronca garganta de David.
"Back a bit... stop" con un poquillo de más velocidad podria salir de "Bizarro", y "Stop Thief!" representa a los que nos sentimos fanaticos seguidores del regalo de boda, un batiburrillo de perlas electrificadas por un pop trágico, por unas guitarras que aullan mientras esperas en la esquina el adios, o el principio de algo inesperado.
The Wedding Present, con sólo escuchar el nombre me pongo alerta. Fueron banda sonora de mi ayer, y mi presente se regocija de que sigan incorregibles, especiales hacedores de ese magma volcánica que me atrapó cuando apenas eran un jovenzuelo truhán. "The Girl from the DDR" pudiera estar ubicada en ese otro proyecto de Gedge que se llamó Cinerama. Igual de envolvente, con sus suculentos caramelos envenedados.
Y que me dices de la rabia de "Deer caught in the headlights" y de la mejor del disco, la última del lote, "Mystery Date", desde ya una segura canción para hornear en tu oido veraniego. The Wedding Present, de nuevo me quito el sombrero, cierro la puerta, cojo la guitarra imaginaria que guardo tras el armario, pongo el volumen a todo trapo e imagino que no tengo 42 tacos, que con los colegas rompemos Madrid a base de risas y buenos abrazos, que añoro un deja vu para escupir ebriedad al cielo, ahora que nos ahogan con esa maldita crisis causada por los hijos de puta de siempre. Siempre quedarán los Wedding, los wedding, los wedding.....
2 comentarios:
Me congratula leer como pese a que Wedding Present escogieron un camino en solitario alejado de los gustos populistas , somos varios los que continuamos viendo en ellos ese romanticismo , bruto y delicado.
Me imagino que nunca han sido el tipo de banda como The Thermals que adornen las portadas de la música de moda. Pero siguen demostrandonos que el pop de guitarras tiene tantas y tantas lecturas diferente... Maravilloso y vigoroso disco y entrada.
Mi grupo favorito desde los 90. Siguen en la brecha, cojonudos, asperos, tiernos, sentimentales, agresivos.... Saludos y a disfrutar pues de este colosal disco
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