martes, 2 de julio de 2013

FIONA APPLE. "The Idler Wheel Is Wiser Than the Driver of the Screw and Whipping Cords Will Serve You More Than Ropes Will Ever Do" (2012)


Rebuscando la biografía de esta artista yankie, hay un dato que me llama la atención. En 16 años ha publicado 4 discos. A pesar de su éxito y de sus millonarias ventas, a Fiona se la pela eso de producir por producir, sacar rédito a la fama, vendernos con calzador maneras miméticas para una expresión musical que si no está acompañada de magia, se queda en un requiebro para el olvido.

"The idler wheel..."  viene después de la edición en 2005 del también imprescindible "Extraordinay machine". 7 años pues. Y la calidad sigue intacta, y la forma que tiene para marearnos con su voz y su dislate instrumental, sigue siendo para perseguirla por el avance de los años.

Todo el disco es para saborearlo a tu antojo. Desde "Every single night" (tarareada por mi hijo de 5 años como si la hubiera escuchado desde toda su diminuta edad), te ves hechizado por las caricias tumultuosas de su voz y de un piano alocado y bobo, que ejerce de acompañante fiel a esta tipa que va su bola y la va de maravilla.

"Daredevil" es como si escuchase a The Bad Plus alejándose del jazz para brincarnos pop songs nerviosas y aceleradas. Como el inicio suave de "Valentine", todo seda multicolor, fragancias de locomotoras de flores que se quedan quietas ante el murmullo de esta fiebre musical que es puro dulce veneno.

El disco con uno de los títulos más cortos de la historia de la música pop, tiene otras joyas como "Jonathan" donde parece querer hacer migas con PJ Harvey, desde una vertiente íntima y a la vez combativa.En "Left alone" la percursión manda y  en"Warewolf", confía en que estamos ya totalmente emocionados con la escucha del cd, para seguir dibujando amaneceres donde el piano dibuja sueños ajenos a los sueños.

"Periphery" es otra andanada más de cristales rotos en un mar de medicamento basalto. Fiona Apple, la chica que pasaba de hacer discos como churros, la damos desde Discos Pensados una moneda de aplausos, un libro de poemas, y un millón de plumas para que siga confeccionando edredones de magia musical.


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