domingo, 29 de enero de 2012

SIOUXSIE & THE BANSHEES. "Throught the looking glass" (1987)


Musa de góticos, de punks que dejaron de serlo para transmutarse en cuervos de mal aguero, la gatuna Siouxsie lanzo en el año 1987, este "Throught looking glass", donde reune una serie de covers que más o menos afortunados representan los gustos de esta muchacha de ojos grandes y penetrantes.

Aquí tenemos para todos los gustos. "This town ain't big", de Sparks, es oscurilla, algo miedosa, pero tampoco para asustar. "Hall of mirros" de Kraftwerk, se escapa de la matemática industrial de los alemanes, para convertirse en una loa gotica tierna y levemente mecánica.

"Strange fruit", de Billie Holliday, es suave y lluviosa, paraguas de amor en una noche de neones difusos por el difuminado celo de las ausencias. Bonita. Si, recuperar a Siouxsie es volver a The Cure, a los 80, a unos modos ya vencidos de sumergirnos en la catarsis de la buena música.

Quizás este disco no este entre mis favoritos de la vampiresa, pero es todo un gozo el como se emplea la de los Banshees en la versión de Doors, "You're lost little girl"; imprimiendo barroquismo y psicodelia, o como se contonea con la potente "The Passengers" de Iggy Pop.

Tambien para no olvidar "Gun" de John Cale, y "Little Johnny jewel" de Televisión. Asi, que sí, que debemos obligarnos cada poco a mirar atras, a dejar un poco todo el torrente de novedades que nos acucia, para disolvernos pacificamente en los olores añejos que como el de esta artista, te pondrá como mínimo un leve sonrisa de melancolia en el rostro.

jueves, 26 de enero de 2012

DAVID SYLVIAN, "Sleepwalkers" (2010)


Hablar de David Sylvian no es solo rememorar su etapa junto a los indispensables Japan. Sylvian ha sido, es, uno de esos geniecillos con prestaciones para todo. Un caballero edificador de grandes propuestas musicales, rodeado siempre de super músicos, de inquietos personajes que siempre han aportado un granito de arena en su interesante carrera discográfica.

"Sleepwalkers", es un compendio de las colaboraciones que el músico ingles ha desarrolado a traves de estos años. Y menudo resultado le ha salido al colega. 15 piezas que no tienen desperdicio, que bucean en lo experimental para zambullirse en lo etéreo, que viven con su voz pero comparten con el acompañamiento de toda una élite de estrellas de esas poco conocidas para el publico poco exigente con los tratados auditivos de buenas obras musicales.

La que titula el cd está colocada en la primera posición de escucha, para provocarte, para que te adentres sin remisión en el orbe estelar de Sylvian. Minimal, a rato cercana a la última época de Talk Talk, sugerente y enigmática a partes iguales. "Money for all", es cálida, pop sin edad. molécula viva que se mueve y nos agita.

"Ballad of a deadman" cuenta con la cantante de Joan as Police Woman aportando su voz para seguir jugando al escondite en este laberinto de pop especial que tan bien sabe regalarnos Sylvan. Y cuando se pone tierno, de la mano de Sakamoto, te deja desolado, atribulado por un confin de preguntas sobre el ser y el sentir("World citizen  (I won't be dissapointed")). "Five lines" es neoclasicismo desde una terraza construida de suspiros y alguna promesa rota. Espeluznante.

El piano también es protagonista de "Playground Martyrs", delicada, suave, pura adrenalina en coma de gozo. A reseñar tambien "Wonderful world", con la cantante Stina Nordenstam acicalando con su terciopelo el personal mundo de David. Y no debemos olvidar a su inseparable hermano, Steve Jansen, bateria, que tambien participó en Nine Horses, y que aqui se hace notar desde la afortunada sombra del ex-Japan.

En conclusión todo un torrente de luz cegadora que conmociona y nos empapa de elegantes sonidos, de mapas oníricos, de tranquilidad embaucadora. Todo ello excusa para viajar junto a Sylvian en su nave tan ecléctica.

martes, 24 de enero de 2012

THE JOY FORMIDABLE. "The big Roar" (2011)


Vuelven los 90. O dejemoslo en casi vuelven los 90. Escuchar a estos galeses cuyo nombre es The Joy Formidable, me ha producido una extraña sensación de deja vú. Y eso que ganarían si cambiasen la voz de Ritzy Brian. Pero, la verdad, es que la escucha concienzuda, en conjunto, es un autentico petardo de indie rock cargado de himnos, de mucha electricidad, contundencia a raudales y escozores en las guitarras.

El final apoteosico de "The everchanging spectrum of a lie", es todo un as en la manga de este trio que se toma en serio eso de subir el volumen hasta ensodecernos el alma. "The magnifying glass" me recuerda algo a los olvidados Adorable, pero cambiando la épica de ellos por un montón de guitarras alborotadas.

El pero que les puedo poner a The Joy Formidable, es que se les ve rápido que lo suyo es entrar a toda la leche en la liga de los grupos de estadio. Algo me huele que venderán su alma por ser los nuevos Arcade Fire. Canciones, las verdad es que las tienen para auparse en lo alto del campeonato. "Austere" es pop esdrújulo estrangulado con gotas de espasmos.

"A heavy abacus", es ponzoña cargada de pesticida. Lástima que de nuevo a Rizty se le vaya la mano de la voz, con su deje Bjork que perjudica más que beneficia al invento. "Whiring" es toda una tromba de excesos comedidos, y "Buoy" con su blancos y negros les queda bien como seguidores de otros grandes olvidados: Daisy Chainsaw.

Al final, me desdigo de mis palabras. No,no son los 90. Podian ser pero no. He disfrutado de The Joy Formidable, pero no he llegado al culmen emocional, al brinco de los pelos del brazo, a abrir un agujero en el suelo con las suelas de mi deseo de volver a atras. En marzo, anuncian nuevo disco The Wedding Present. Velaremos armas pues. The Joy Formidable, bien, pero quiero más, mucho más. 

domingo, 22 de enero de 2012

VORTEX. "Eksaïphnès" (2002)


Vortex son un grupo oscuro. No sólo por su propuesta, también por el hermetismo de una banda de la que me ha costado la leche buscar información en internet, donde según dicen podemos encontrar de todo. Lo poco que sé de ellos es que son franceses y que lo suyo es el dark ambient, tenebroso, oscuro, electrónico, casi shoegazing a veces.

Tienen un huevo de discos, y este, el primero que me cae en mis manos, es la verdad la ostia.  Me he puesto de primeras los siete minutos de "Sun of  a 1000 centuries", y he flipado con su cortante discurso, con la gravedad de su oscuridad, con lo tenebrosos de sus argumentos. Feedback cortantes, rugidos de teclados, after-after punk de ese que da miedo.

En "Ode terminale", se acercan a My Bloody Valentine, con un mantra sonoro cargado de lluvia ácida, rúbrica en el mar del desasosiego.Vortex me ha dejado boquiabierto porque su propuesta recupera el peligro y la inquietud. Sus proclamas son afrentas de sedicción. "Inferno", es un combate que empieza lento y se transforma en una especie de sombra chinesca donde Swans se toman un té ácido en la trastienda de la música industrial.

"Esto", es una hermosa pieza de neoclasicismo gótico que da pie en "Blue ruine" a un brinco orate de salmos demoniacos, guitarras arropando voces, sónidos saturados, hechizo conseguido a la primera. "Lost place" es otro bocado de electrónica pagana, y en "Turn", de nuevo, se atisba el peligro, la senda de la posesión diabólica, con un arsenal de teclados sucios, voces de ultratumba en un maremagnum de crudeza para nada impostada.

Esta bien que nos topemos de buenas a primera con engendros como los de estos Vortex. Me hace confiar en que aun podemos rallando la pizarra dura de lo evidente, hallar metáforas de disidentes del caos, añoradores de penumbras de hielo, locos sacerdotes de ambientes malsanos para joder a tanto cielo tedioso y salvífico.El tema del clip no es de "Eksaïpnès" (me ha sido imposible encontrar algo de el) sino del disco "Rockdrill".


jueves, 19 de enero de 2012

CLAUSTROFOBIA. "Repulsión" (1987)


Con ustedes señores, uno de esos combos que en los años 80-90, desde Barcelona, insufló vida, desde una orientación muy particular, a la música de esa época. Claustrofobia, liderado por Pedro Berruezo, (no perderse su carrera en solitario), fue todo una amalgama de sonido que iban desde el flamenco, al rock oscuro, al pop ochentero, por citar sólo alguno de los estilos que dominaban a su antojo desde la Ciudad Condal.

"Repulsión", a mi modo de ver, su obra cumbre, es todo un compendio de lo que se hacia en los 80, pero con dejes de vanguardia, descolocando al  oyente constantemente por sus pasos en falsos que no lo son, por hacer de la levedad todo un compromiso que hace que oyendo "Repulsión", después de tantos años uno sonrisa de nostalgia nos nazca en la frente de nuestro oidos.

La que titula el cd, es una buena manera de tentarte. Ritmos sintéticos, voces flamencas, que en "Carlove", da paso a una de esas historias decadentes que tanto les gustaba amasar.¿Y sabes quien canta en "Tu traición"? Pues ni más ni menos que Robert Wyatt, que en castellano se deja llevar por estos corsarios del pop-flamenco-oscuridad.

"La sombra sabe" va de rumba, y "¡Algo en el amor tiene algo salvaje!" es un pedazo de elegía pop con los coros de Maria Jose Peña, fiel acompañante que se deja la piel también el "Los Milicianos", canto afortunado a los que perdieron el combate contra el fascismo asesino.

"Velvet nights", es barroca y triste, y si quieres flipar ponte la versión que hacen del "Sex Machine" de James Brown, funk dislocado, puñetazo de rabia desde el firmamento de una banda atípica, extraña, que dejo huella  a los degustadores de rarezas.

Lo dicho, con todos ustedes unos bichos estrambóticos, tocadores de muchos palos, ninguno de ciego, que con cariño, hoy, en el 2012, es todo un bien su escucha.

martes, 17 de enero de 2012

STEPHIN MERRIT. "Obscurities" (2011)


A la espera de nuevas noticias de The Magnetic Fields, no está mal quitarnos el mono de la banda de Merrit, con esta colección divertida de rarezas que comprenden temas compuestos desde el año 1994 al 1999.

Por que es una delicia abrir un disco con "Forever and a Day", preciosa gema que se balancea ente eter de piano y las sugestiva voz de Merrit. "Rats and the garbage of the western world" es una tecnificada boutade tan caracteristica del señor que hizo no se cuantas canciones de amor sin perder fuelle ni aire. Como la pasada de escuchar la casi tecno "I don´t believe in you", toda una delicia tecnologica y sensual.

"Plant white roses", suena a folk de los 60, y "The sun and the sea and the sky", es una balada para llorar hormigón. El vacile de "Yet another girl" parece un vomito bastardo de Pet Shop Boys. Vacile que da paso a esa vena de crooner de Merrit que lo borda en la espacial "The song from Venus".

¿Qué mas se puede pedir pues? Bueno, pues ya que estamos, a los que seguimos de cerca todas las andanzas de este truhán, no estaría mal nuevas composiciones que acompañar a "Distorsion" (2008) y "Realism"(2010). Estamos esperando que Esteban nos electrocute con su pop tan disonante y barroco, tan suyo y espectacular.

domingo, 15 de enero de 2012

MARK LANEGAN. "Scraps at midnight" (1998)


Mark Lanegan (ex-Screaming Trees), ha sabido granjearse la fama de cantor indie, dolorido, contaminado por lor ardores y la huella de Neil Young, acorralando al silencio desde su atalaya donde cabe el folk, el blues, el pequeño rock con atisbos de derrota sin luchar.

"Scraps at midnight" es tradicional, lirico, ampuloso, con la maravillosa inclusión del saxo en temas como "Wheels", donde me recuerda al universo tan personal de Mark Eitzel. "Hospital roll call" es la primera estridencia, el pistoletazo de salida que da paso a "Hotel" a un country noir apesadumbrado y funesto.

"Stay" es una balada a en toda regla para dormir burbujas, o para gritarte que te quiero. Como "Last one in the world"  queja doliente que serpentea candidez y calor. En "Waiting on a train" aparece la parte más arenisca de Lanegan, la más cercana al folk de lo cactus.

Siempre me quedare con Cohen, con Waits o Cave antes de Lanegan. A mi modo de ver la falta punto de desgarro. Pero eso no quita para que se deguste este plato con alevosía y dulzura. "Because of this", es el perfecto epilogo, con su rudeza necesaria, con el espiritu de los Trees, sobrevolando la nave de los sentidos.

Buen viaje pues con este buen cd repleto de fumigaciones para escozernos los oidos de un diletante músico con cuerda para rato.

jueves, 12 de enero de 2012

CANCER MOON. "Moor room" (1994)


Con gusto afronta Discos Pensados la recuperación de uno de los mejores discos de rock que se ha construido por estos lares, de una banda, Cancer Moon, que siempre transtitó márgenes de rudeza, psicodelia, a su bola, desde la ínsula de Euskadi.

Anitua y Zamarripa (voz y guitarras), instigadores de este artefacto dolorido, de canciones potentes, armazonadas en un garaje, suculentes bombas levemente inflamadas para gusto de los que nos gustan la electricidad sin excusas.

El tour musical lo comenzamos con "I'm head down", pausada, equilibrada, contenida pero tambien peligrosa. Eran los tiempos en los que el sello Munsters campaba a lo ancho del Estado (aunque este disco lo editaron con Radiation), y grupos como La Secta y otros murcielagos de los sonidos añosos usaron el termino indie para expandir miriadas de estrellas de rock.

"Daniel Boone" es extraña, minimal, arrecife de oscuridad que da paso en "Girls hanging'round" a un pedazo de cóctel que me recuerda a todo ese batallón de bandas australianas que camparon a sus anchas con toneladas de garaje para dar y tomar.

Cancer Moon cantaban en ingles pero la verdad es que es un detalle cuando escuchas "Moor room". Las bandas indies de aki estaban comenzando a balbucear en otra lengua y los bueno de Cancer Moon es lo integrado que está la instrumentación y los textos. Me molan cuando dejan de ser psicodélicos por un rato y trotan con elegancia con temas como "Caster".

"Wolf of cool" es rock con fragacias de arenisca, y lo mejor se esconde en "Stone of head". No sé las veces que grabé esta canción cuando la conocí. Fue lo primero que me topé de ellos y pensaba que lo suyo iba por el rollo de este tema: Paisajisticos, lentos, siderales, lsd en dosis de petunia, cargamento de flores disueltas por el arpegio de un latido.

Pero no, "Risin'" es toda una especulación metafísica donde las voces y los sonidos nos llevan a alguna población extraviada de Arizona. Y si te enganchas con "Lie", verás los ecos de Lou Reed. Asi que no, Cancer Moon no fueron un grupo tranquilo.

Para el recuerdo pues unas formas antiguas de componer, crear, confabular el rock desde posiciones dificiles, combativas. Cancer Moon, una luna para siempre enferma, para la eternidad en la retina de nuestros oidos tahures.

martes, 10 de enero de 2012

R.E.M. "Collapse into now" (2011)


Cuando escucho cualquier disco de R.E.M. tengo una cosa segura. Hagan lo que hagan, recorran los caminos que recorran, seguro estoy que la decepción no es la palabra cuando acabo la escucha del cd, cuando me dispongo a pensar en la importancia de esta banda para entender la progresión del rock desde los 80 hasta la fecha.

Stipe siempre ha sido un tipo listo que ha sabido cuadrar a la perfección eso de donar por amor al arte hits para que las jauria se quede a gusto, y no perder la fe en su laberinto artistico, donde llevan producciendo joyas desde que los sentidos tienen la facultad de no olvidar.

Y "Collapse into now" es otro síntoma más de que la radioactividad roquera junto a parkings individuales de gemas pop es una cosa que a Stipe y a cía no se les ha borrado de su particular mapa genético de buenos artistas. "Discoverer" es una pieza de rock para calentar el estómago, que con "All the best" nos hace segura una buena digestión a base de pelotazos de rock americano contaminado y veraz.

"Überlin" es de esos medios tiempos que llevas la leche de tiempo queriendo poner en tus auriculares para cuando en soledad paseas al perro o vas en busca de tu chica, pensando en que la soledad tiene la grandeza de ensimismarnos para ser grandes entre los que queremos. "Oh my heart" es folk de camara melancólica y "It happened today" (con Eddie Vedder) es para juntarlo a todos los superhits que a lo largo de estos años han tenido la gracia de producir para nuestro gusto.

Luego te pones "Every day in yours to win" con su ironía tan infantil, y te dan ganas de correr por el parque en busca de esa cometa que lleva extraviada en lo alto de un enorme platano desde que el tiempo es tiempo. Y escucharles roncanrolear en "Mine smell like honey" da el mismo gusto que saborear la tragedia en tempos tan sosegados como "Walk it back".

Asi que tenemos otro disco de R.E.M. Otra buena ración de patatas bravas de rock, de flema contenida, de algún airete de distorsión, de pasiones bajas pasadas por la turmix de la garganta de Michael. Sí, seguiremos pues pensando en el viejos dinosaurios para salvar la escena de rock actual, tan prepotente e ilusa, tan llena de polvo que el viento lleva lejos para que nos deje ver como siempre, los grandes monumentos del ayer.

domingo, 8 de enero de 2012

THE GO-BETWEENS. "The friends of Rachel Worth" (2000)


Nunca fue un seguidor excesivo de esta banda australiana liderada por Robert Fosters y Grant MacLennan. Me compre en su dia un vinilo, "16 lovers lane", que contenia algun buen tema de pop, pero que nunca llegaran a tocarme la fiebre.

Bueno, pues ahora, Discos Pensados, recupera un antigua producción de la banda, donde contaron con la colaboración de miembros de Sleater Kinney y la verdad es que no sé si será por eso, pero es que este "The friends of Rachel Worth" es toda una bomba de pop que a veces se enfurece y otras regala caramelos a la puerta del colegio.

Si, no hay nada para volver a antiguos discos para ver como han pasado la prueba del hombre del polvo, de como nuestros gustos y actitudes se van transmutando a la vez que nuestra edad sigue marcando mascas en el arbol de la vida, algo astillado ya, pero generoso con los jardineros que riegan con agua limpia de melodias cristalinas.

Y The Go-Betweens siempre supieron tratar como orfebres la melodia, y en el caso del disco que criticamos, acompañar ese cuidado con verdaderos brotes de histeria roquera, que la verdad parece que estemos hablando de sus tocayos The Saint o de alguna oscura banda de Melbourne.

La cosa empieza con calma con "Magic in here", porcelana en la voz, suaves y cadenciosos, cadencia que continua en "Spirit", acústica, bodegón de flores secas para regalarlas al mistral de la vida. Bonita, joder, bonita.

Pero es el comienzo de "The clock", lo que me ha convencido de cambiar el estilo a pie de articulo de este "The friends of Rachel Worth". Porque aqui hay guitarras que se expanden en medio de un juego vocal enorme,  y que da paso en "German Farmhouse", a una brutota secuencias de apasionados desgarros guitarreros que ya quisieran muchos indies de hoy en dia. Si, las Sleater Skinney pueden tener esta bendita culpa de este pelotazo tan radiante.

En "He lives my life" aparecen los violines y siguen sonando igual de geniales, construyendo un abanico de sensaciones coloristas, ágiles, maravillosas. "Heart and home" es un trotar y trotar por la senda de un rock mendicante, fabricado al por menor para los que nos gusta las cosas bien hechas.

Y las olas de mar de "Surfing magazines" nos llevan hacia amaneceres sinuosos que se ven cortados cuando el bajo de "Orpheus beach" nos regala otra buena ración de sonidos adultos, de musicos artesanos. El bueno de Mac Lennan, fallecido en 2006, estoy seguro que disfrutó en la elaboración de estos 10 caprichos envolventes y venenonos.

Asi pues, bienvenidos The Go-Betweens tras largos años en barbecho. Y es que no hay nada mejor que hacerse viejo para volver a beber los añejos vinos desechados por otros catadores de mejungues menos vitaminados.

jueves, 5 de enero de 2012

BILL CALLAHAN. "Rough travel for a rare thing" (2010)


La voz de Bill Callahan siempre ha tenido la facultad de estremecerme. Desde que le conocí con su antiguo grupo Smog en "Wild love", hasta toda la producción musical en solitario, la forma que tiene de llegar al paroxismo, despuntando emociones profundas en el oyente, le hace como uno de los más grandes cantauindies en la actualidad.

Este directo de 2010 viene a poner en vivo todas las armas de Callahan. Y la verdad es que es una gozada. Los siete minutos de "Our anniversary" son profundos, repletos de luz, capitulos de un serial de tristezas sin fin. "Diamond dancer" es una pasada que al escuchar me hace emparentarle con Lou Reed (en sus viejos momentos eh) o con el camaleón de Bowie. Si bien es otro estilo, pero les une las grandeza, el ejecutar desde unos particulares parámetros un vuelo libre.

"Bowery", es lenta, cariñosa, emocional. Y el cuasi country de "Help" electricificado y furioso hace que en este directo se muestre toda las facetas de este polifacetico artista. Cuando suenan las leves cuerdas en "Say valley maker" para de repente golpearnos con ese torrente de voz, no queda otra que quitarnos el sayo, el sombrero, o lo que sea, e invitar una copa a este tahur que desde su rincón nos hipnotiza tan gloriosamente.

Y el ritmillo vacilón de "Cold-blooded of times" es como para olvidar todas las desgracias y abrazar al que tengas más cercano y decirle que sí, que ya todo se ha acabado. Las palmas, el estribillo, el club lleno de moscas melancólicas.

Marcha que se frena al oir, "Rock bottom riser", nana despilfarradora de agonia que ahora en mi casa, sólo, a todo trapo, me sobrecoge y me hierve. Un cafe húmedo en los labios del viento, una pócima de musica en los oidos del que ama la música. Porque oir a Callahan es acertar seguro, no perder en la apuesta. Será porque su corazón, tan grande, sabe explicar mediante solfeo las aristas de la vida. 

lunes, 2 de enero de 2012

MANOS DE TOPO. "Escapar con el anticiclón" (2011)


Aquí estamos de nuevo amigos. Desde la isla donde se piensa los discos, con alguna décima de fiebre pasajera que he vencido con un buen vino blanco francés (Riesling). Si, ya estoy preparado para afrontar el reto de comenzar el año, este gris años lleno de recortes, de crisis, de buitres que van a intentar no dejarnos vivir, secuestrar nuestro aire, putear nuestras vidas hasta hacernos esclavos. Bueno, eso lo intentarán, seguro que no lo conseguirán.

Este nuevo año para Discos Pensados, y si la actualidad sigue tirándonos cócteles a nuestra modesta exitencia, Discos Pensados cogerá el baston de lucha, y disparará palabras de denuncia, de lucha, de hasta aki hemos llegado. De momento. empezamos con un buen disco, de un grupo de Barcelona que despues de un irregular "El primero era mejor", nos ha soltado a lo lobos con tragedias cotidianas,de la mano de esa voz rota de Miguel Angel Blanca que se encarga en medio de violines y distorsión de poetizar sobre la poesía, de patrañear lirica desmedida, versos sueltos que se agarran a nuestros silbidos como himnos de inviernos ahora que los reyes me traerán cubo de de carbón para echarlo a quemar.

"Escapar con el anticilón" es soberbio desde su inicio. "Mentirosa"  es fulgurante, dosis de amor destronado, garganta con lija que en "Animal de compañia"  se convierten desde una vertiente dolorosa, en una cerilla de tristeza con violines y alfareria de metaforas.

"Haz tu magia", es espectacular por su sensiibilidad, por parecer a Sr. Chinarro, sin acercarse al mundo de Luque. Sólo les basta con una historia más de desangeladas relaciones, que en "Tragedia en el servicio de señoras" se convierte en una surrelista boutade confeccionada para que nazcan risas de las flores del invierno que nos posee.

Y si te pones "Maquillarse un antifaz", con sus sombras de voces, con sus pulsiones declamatorias de un tahur que expande sus palabras en medio de rayo negro y viejo, te dejarás caer en el imperio de una banda personaíisima que ha dado el pistolezo este año al camino Discos Pensados. Disfrutar pues amigos.