viernes, 30 de diciembre de 2011

UNWED SAILOR. "The faithful anchor" (2001)


Se acaba el año. Adios al 2011, adios 365 días, 12 meses, no se cuantas horas y minutos. Adios primavera, verano, otoño e invierno. Adios ciento y pico críticas de discos. Buenos, malos, regulares, aceptables.... De todo ha cabido en ésta pequeña cabaña musical que se llama Discos Pensados (antes Pensando Discos). No voy a decir en este última crítica lo que me ha parecido mejor o peor de los aparecido en 2011.

Aun me lo estoy pensado. De lo que estoy convencido que todo sigue igual. Que los 90 no volverán, y que debemos conformarnos con que los grandes monstruos que todos conocemos nos saquen de la apatia general, o hallar pequeñas gemas de gente nueva que pueda abrirnos los timpanos como merecemos. Pero bueno, tiempo tendremos de hablar de ello en algun articulo futuro donde desmembraremos la situación actual de la música y porque siguen siendo los 90 una generación insuperable en cuanto a calidad y cantidad de bandas interesantes.

Para despedir el año me he parado en una gran banda. Quizás no muy conocida, Unwed Sailor, liderados por el bajista Jonathan Ford, supieron hacer del post rock algo emocional, melódico, sin aspavientos ni comeduras de coco. Lo suyo era juntarse para hacer sonreir las guitarras, para participar en una fiesta de baterias jugetonas, de melosidades desbordantes.

Instrumentales hasta en la mimica de las pestañas, crean islotes donde sacudirte el ruido como "Last Goodbyes", pequeño himno de postrock, donde se lo pasan pipa para porque no, hacernos recordar a Early Day Minners o Ativin. Se hacen los interesantes en "The House of hopes...dreams...and wishes", ejecutando una bella postal de minimos crescendos donde cada instrumento parece divertirse de lo lindo.

La belleza de la canción que titula el disco me emociona como cualquier letanía de Low. Pero Unwed Sailor no se recogen tanto como los mormones. A ellos les gustan la primavera, pintar los arboles con puas, tocar la bateria con tréboles ("Our nights").

"Golden city", es otra maravilla. Los acordes de la guitarra te hacen silbar, las baquetas y el bajo confluyen en una tos de felicidad. La verdad es que he elegido un buen trabajo para decir au revoir al 2011; para desearos a todos lo mejor para el 2012, para que los amigos que he conocido virtualmente en otros blogs amigos me sigan dando sorpresas, para que los que amamos la música continuemos drogados muchos años, para que la puta crisis que nos devora se acabe ya, para que no nos dejemos engañar por tanto gobernante malnacido.

En fin,que disfruteis pues el video-canción,(el único tema con voz del cd) que lo paseis bien,y nos vemos al año que viene. O sea, dentro de unos pocos de dias.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

BABA ZULA & MAD PROFESSOR. "Duble oryantal" (2005)


Estos monstruos turcos llevan desde el 1996 haciendo que eso que se dice de Turquia de puente entre Occidente y Oriente, no sea un mero slogan fabricado por algun productor para vender niebla. Baba Zula, de Estambul, han creado según ellos, el Dub Oriental, mezclando y utilizando intrumentos de lo más variopintos: darbukas, cucharas, saz...

Reseñar tambien que en su larga trayectoria han sido acompañados de gente tan "poco" conocida como Fred Frith, John Zorn o Alexander Hacke (quien aparece en "Duble oryantal") es sólo un detalle de la importancia de Baba Zula, y de que ese documental que casi nadie nos perdimos "Crossing the bridge" (Fatih Akin) nos pusiera sobre la pista de todo un plantel de musicos que en nada envidia a lo que tenemos por aki, en esta Europa tan dada a dejar de lado todo lo que no venga  de sus pauperrimas fronteras mazmoras.

Mad Professor se encarga de los mandos, y Levent Akman y Murat Ertel explosionando la dinamita de ritmos que es este "Duble oryantal", se bastan para que con la audicción de su musica nos entre el gusanillo de escarbar en las bandas que salieron en el interesante documental ya mencionado de Akin.

Y yo me pongo las pilas oyendo "Gerekly seyler", o lo más próximo que se ha confeccionado al sonido de Clash cuando estos estaban drogados por el dub. La leche tio. "Sipa", es electronica con theremines y osciladores para que la danza del vientre sea como una llamada a todas las serpientes venenosas del orbe para que yazcan moribundas por este frenetico baila sin fin.

"Ozgur ruh" es de nuevo dub oriental lisergico y arenisco, que nos da pie en "Zaniye oyun havasi" a un hit casi de discoteca de zíngaros. "Pirasa" es otro cruzar de puentes, cerca y lejos, lejos y cerca, lo autóctono junto a la necesidad de volar libres sin ataduras estructurales.

Baba Zulu en Turquia son todo un clásico. Una formación que auna la musica, con el teatro, la danza, y donde hacen de la perfomance toda una excusa para esta radiación sónica que estoy seguro que servirá como una buena banda sonora para estos ultimos dias de este año ya agrietado, en formol, difunto y en visperas del que se avecina.

Penultima critica pues del año de Discos Pensados, que estoy seguro que hará replantearse a más de uno eso del egocentrismo musical que sufrimos, sentimos, pensamos y padecemos.

lunes, 26 de diciembre de 2011

JOHN HIATT. "Dirty Jeans & Mudslide Hymn" (2011)


Lo reconozco. Nunca me he sentido atraido por la música de éste trovador norteamericano. Siempre mis gustos se han inclinado por el cabaret borracho de Tom Waits, o por el indio salvaje de Young. La música de raices norteamericanas, aun valorando su importancia, no había logrado, por el momento impactarme.

Y digo por el momento, porque todo cambia con la escucha de este último disco de John Hiatt. Sí, lo bueno que tiene esto de escuchar tanta música como un poseso, es que lo que antes se dejaba en un rincón, con el paso de los años, logra que se transmute el gusto. Y la verdad es que "Dirty Jeans.." es toda una delicia.

Ya estaba sobre la pista, por las criticas recibidas en blogs amigos, definiendo este disco como de lo mejor de este año que está a punto de morir. Y es que tras casi 40 años en la brecha, escuchar la calidez de Hiatt, es toda una lección de maestria, de sapiencia, de artesania en lo que sabe hacer. Lo suyo es el rock colindando con la tradicción casi country, los tempos sosegados junto a pequeñas dosis ariscas.

"Dawn this town" es una muesca en su rifle de repetición. Rock americano, arido, frondoso, vegetal. "Til i get my lovin 'back", es una joya delicada, vals en el oeste, cartas tiradas al azar por un tahur que sabe que lo suyo será siempre la derrota.

"I love that girl" es alegre y cortesana del country. Como "All the way under", donde manda la ortodoxia, pero con las gotitas justas de la personalidad de Hiatt, que imprime un algo de vaquero de toda la vida, outsider profesinal dedicado a transitar por el camino menos comercial del asunto rock.

Me mola el ritmillo roquero de "Detroit made", y la pesadumbre que irradia "Hold on for your love". Asi que me toca quitarme el sombrero, desdecirme de mis ideas sobre los autores que hacen de la tradicción digamos americana, un estilo definido, y aplaudir los buenos ratos que me hace pasar la escucha de este lp tan atemporal. 

viernes, 23 de diciembre de 2011

THE PROMISE RING. "Nothing feels good" (1997)


Que bien que suena esto. Estamos en 1997 y el Jawbox J.Robbins se metió con estos chicos en el estudio para ordenar un conjunto de canciones que conformarían el segundo largo de The Promise Ring, uno de esos discos que si te va el emocore, lo tienes que tener junto a toda la discografia de los Sunny Day Real Estate. La verdad es que es una flipada de principio a fin, un goce que se lo debemos a la maestria de Davey VonBohlen y sus socios.

Aquí no hay relleno, ni tomas falsas, estos es rock con sentimiento, guitarras que se casan con el posthardcore pero que tienen los pies en el suelo para no ser demasiadas violentas. "Is this thing on?" es una buena manera de dar el pistoletazo a esta carrera sin fondo. "Perfect lines" es un desgarro emocional, es Buffalo Tom con lagrimas de Fugazi, rock crudo pero con gotas de cariño.

"Red & blue jeans", es la cima suprema. No sé el tiempo que ha pasado desde que no me he topado con un tema como éste. Melódico, guitarrero, explosivo, arterias que se inflaman y muerden, las guitarras que casi explotan, 2,45 minutos de escozores que te llenan de bilis los oidos; fuerza, dureza, el recuerdo de los 90, hoy en el 2011, asi, como un chute de nostalgia. Total. Una de mis canciones preferidas del año.

"Why did ever we meet" es urgente, diabólicamente sencilla, rock fuerte, tensión, lavativas eléctricas para nuestras sedientas almas de buscadores eternos. "Make me a chevy", baja el volumen pero nos endurece con su consecuente programa de emo concentrado y puro.

Las cervezas salen a relucir en "A broken tenor", para que dancemos mientras los chicos se divierten con su orgasmo de kilos de rock con ondas de fiebre y sentido. Si, el emocore debe mucho a The Promise Ring. Diria yo que este "Nothing feels good", es una fábrica perfecta para poder encuadrar el concepto del estilo: emocore. La rabia, lo impertinente del dolor, las lagunas en el querer junto a la devastación eléctrica, crudeza matizada, bestias pero con traje de fin de semana.

"Nothing feels good" es otra buena manera de despedir el artículo. Lentamente te cogen, te llaman, hacen una especie de country-core, Lemonheads buenos, bocinas en la garganta, sedicción y peligro, lo que deberia haber sido el rock que ahora escuchamos si se hubieran propuestos las nuevas huestes a perpetuar el clima de la tormenta y a no rendirse en la apatia de la sordidez.

Ya no se hacen discos como este, y por eso le aupo en lo alto de lo escuchado en este 2011, que ya va dando sus ultimos coletazos.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

ASH. "Meltdown" (2004)


Hubo un tiempo donde Ash me gustaban. Donde ese punk-pop que jubaba siempre a dos bandas; acercarse a los mass media por una parte y por otra elaborar potentes pildorazos de punk melódico independiente que me hacia posicionarlos junto a Megacity Four, los primeros Ned's Atomic Dustin, Adorable y otras bandas que hacían de la ternura una excusa para rompernos con sus guitarras.

Eran los tiempos donde estos irlandeses parieron trabajos como "1977" (95) o el incendiario "Nu-clear sounds" (98), verdaderos hits que escuchando este irregular "Meltdown" hace que mis dedos recuperan con ganas los viejos discos de la banda que tan estupendamente casaban la fiereza con la épica desbordada.

En "Meltdown" aun encontramos rastros de lo que fueron un dia. Estoy escuchando ahora mismo "Evil eye", y los pies se desbarran, y el pop se pone cresta, y lo intimo se viste de seda con las cuerdas electricas que galvánicas te dejan llevar. Lástima que pierdan crédito en cosas como "Clones", que suena casi a metal pasado de rosca.

"Starcrossed" suena a britpop de tres a cuartos, piano incluido, hits para las radios, tedio asegurado. Música para teenagers sin demasiadas exigencias. "Out of the blue", levanta alga el vuelo, pero la que le sigue, "Renegade cavalcade", persiste en la intención de sonido domesticado, nada agresivo, terruño para el vacio, caliz comercial y dubitativo.

Si, reconozco que siempre han sido mimados por los medios anglosajones, que el NME les regalaba sopa de adjetivos, pero eso ya pasó. Este disco es la letania descafeinada de unos chavales que en su tiempo dorado jugaban con las guitarras para convertirlas en pequeños venenos de caramelo. Pasaron las estridencias y ahora queda un conjunto de canciones que tras bastantes escuchas no pasan ni el aprobado.

Seguiré pues desenterrando sus viejos lps. Este, una mala secuencia de acordes sin ton ni son que nada dicen.

lunes, 19 de diciembre de 2011

ESBEN AND THE WITCH. "Violet cries" (2011)


Joder vaya deja vu ha sido la escucha de Esben & The Witch, Por un momento creía que estaba a mediados de los 80, cuando el sello 4ad era una factoria de supergrupos que esperabamos con ansia sus nuevas producciones (Dead Can Dance, This Mortal Coil, etc.etc.).

Porque Esben and the Witch son una manada de ingleses que les gusta además de los citados combos, a Siouxie y a Cocteau Twins, exprimiendo sus referencias para envenenarnos con sonidos sucios, aridos, dificiles de domesticar.

"Marching song", es una muestra de lo que digo. Lamentos de ultratumbas, electricidad bajo minimos, voz desgarrada. Góticos hasta la górgola que los parió. Pero no, no os mosqueis. Esben no son oscurillos de tres a cuartos. Lo suyo son la creación de unos pasajes enigmáticos, rodearlos de flores electricas, de catacumbas sónicas para dejar paso a todos los putos espiritus del infierno ("Marine fields glow").

Me creo a la vocalista Rachel Davis, alma oscura de este trio de Brighton, porque huye de la parafernalia, porque concreta su aridez en lo tenebroso para esparcir rugosidades contaminadas con halos de misterio para todos los publicos exigentes. En "Hexagons IV", meten tonos electrónicos que para nada dejan de sustraernos del boicot negro de todo "Violet cries".

"Chorea", es como dibujar en la arena el recuerdo de todo el after punk de los 80 rama ojos pintados de la Banshees. "Warpath", es un himno que refleja todo lo que nos han querido explicar con su portada. Y en "Eumenides", se congregan en un laberinto de misas sin oradores ni público para con una escasa instrumentación meternos el miedo en el cuerpo.

Asi que venga, seguidor de todos los diablos de antaño, ponte a Esben y piensan en la perversidad de las hadas, cuando sus alas se mueven en los vaivenes de tu sueños para provocarte lindas pesadillas.

viernes, 16 de diciembre de 2011

AMADOU & MARIAM. "Dimanche à Bamako" (2005)


Amadou & Mariam son de Mali. Son invidentes, estan casados, y tienen la enorme capacidad de explorar mediante su musica, ritmos como el pop, la musica africana, el jazz, blues... Manu Chao se fijó en ellos, y tiró para delante con este "Dimanche à Bamako", donde desde la primera canción, "M'bife", comprobamos la sensualidad de estos dos artistas, la alegria que despide cada nota alojada al azar en el estadio envolvente del cariño que se profesan.

Desde el inicio, no hay tregua. Me gustan las guitarras serpentinas en "Coulibaly" que en "La réalité"  convierte la tradición africana en innovación tecnologica. Manu Chao aparece en "Sénegal fast-food", aportando su granito de arena a este desierto de besos dulces.

Se sale Mariam en "Artistiya", ritmo dislocado, voz terrosa, agitada y moderna, antigua y racial. "La fête au village" es tranquila, morosa en agitación, pero bella en cada estrofa. Las gallinas y los coches que se escuchan en el inicio de "Camions sauvages", nos hace imaginar un lugar perdido de Mali, con sus carreteras sin hacer, con los chavales bailando, con la sonrisa que vence las putadas de las vida. 

Y la fiesta de "Beaux dimanches", donde celebran el dia de una boda africana, te pone la piel de gallina, aplaudiendo a rabiar el estribillo, silbando mientras tiras a los novios arroz de cariño. "La Paix", es otra muestra más del maridaje entre las gestas antigua de estas tierras y la apertura instrumental de un pop sin verguenza.

De nuevo pues Discos Pensados se para en Africa para continuar con el trajín, para traernos otras formas de desarrollar este arte que tanto nos embriaga que se llama Musica. Amadou & Mariam, lo bordan, te emocionarán, y si no, el video habla más que este puñado de lineas.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

ANGEL. "Kalmukia" (2008)


Pregunta a los mas avezados lectores de Discos Pensados. ¿Qué podemos esperar de un artefacto compuesto por Ilpo Vaisanasen (Pan Sonic) acompañados de dos tipos que han figurado en Schneider TM y Lost in Hildurness? Bueno, pues a los que seguis el drone y sus variantes compositivas,  y si os poneis el primero de los 4 temas, "Bones in the sand" (doce minutos, el más corto), disfrutareis de sonidos chirriantes, sinuosos, minimales, recordando a un Ry Cooder estrangulado por el peyote, o poseido por un anima de mil demonios.

"Kalmukia, the discovery, wiring, invasion", la segunda del lote, con casi sus veinte minutos de disgresión no ruidosa, afianza a un más a este proyecto como una vanguardista forma de traernos a la memoria a La Monte Young. Tensa, con las cuerdas amenazantes, con un torbellino de sonoro que es un espectro imaginario, catedral de repetición que no deja titere con cabeza.

"Effect of discovery, test, alarm, catastrophy", es la más angustiosa y dificil del ya por si hermetico disco, elaborando en sus 13 minutos todo un soliloquio penetrante de instrumentos perversos que se destruyen para construirse en un viaje hacia el final de las neuronas.

"Aftermath, the mutation", es el epilogo de esta gangrena sonora, poco atractiva para los que la paciencia auditiva la tengan muy afilada. Reconozco la dificultad de su propuesta, pero tras largas escuchas, aplaudo que desde las experiencias más experimentales surjan amotinadores del ruido que hagan de la especulación otra manera digna de llevarnos a territorios de mal sueño. 

Dada la imposibilidad de hallar videos de este cd, pongo un link con la pagina de myspace de Angel.

lunes, 12 de diciembre de 2011

CHAIN & THE GANG. "Music's not for everyone" (2011)


Ian Svenonius, conocido por su pasado gospel punk, de esa banda tan underground y querida por lo que amamos los sonidos garajeros, retros, antiguos, llamados Make up, es un tipo que tiene las cosas muy claras. Lo suyo desde siempre ha sido desempolvar todo los kilates de sonidos añejos, para recuperar a su manera parte de la historia del soul, del rock más primitivo, con aires cincuenteros, amateur hasta en la portada del cd, disidente del indie porque lo suyo es beber bourbon con estricnina.

Este es su segundo largo como Chain y su banda The Gang, y aunque para muchos es bastante irregular, yo lo he disfrutado de cabo a rabo. No se porque pero ahora que todo dios es moderno y se apunta a lo más in, mola que haya artistas que se fundan en blanco y negro para vomitar sobre los colores que con bastante apatía dominan todo el escenario de nuestras orejas tan sufridas.

Grabado en K Records, (label de Calvin Johnson), no cabe duda que no es casualidad que eligiera la casa del ex-componente de Beat Happening, para regarnos los timpanos de buen rock en sus distintas vertientes dulcemente obsoletas. "Why not?", maracas incluidas, es todo un tiento de rock con alfileres de cueva, que da paso a ese medio himno que se llama "Not good enough", donde las palmas y piano que se esparcen alrededor del predicador, nos deja una idea del mundillo de Ian.

Por ese camino va tambien "Livin' rough", y si te pones "Detroit music", te recordara a Jon Spencer cuando éste deja de ser burro, y se convierte en un cantor enfebrecido por los gritos de los suburbios peligrosos. La que titula el disco es religión gospel, y "Can't get away" es una inocente boutade repleta de guiños a otros tiempos que para Ian seguro que eran mejores que los actuales.

Buena colección pues de canciones disecadas en el museo de los horrores del rock sin matizar, primigenio, a veces torpe, pero siempre legal. Rock and rolk pues para escrutadores abiertos a modismos de otras épocas. 

viernes, 9 de diciembre de 2011

BEXAR BEXAR. "Tropism" (2007)


Otro disco de esos que debemos apuntar en la lista de lo mejor escuchado en este año. Si, y con esta portada que te topas a la primera de cambio, ya me dirás que no sientes curiosidad para abrir en canal al enorme pez para degustar las tripas de este "Tropism", obra del tejano Bexar Bexar, que decidió un buen dia que con la ayuda únicamente de una guitarra y un portatil podria pescar en nosotros sentimientos de asentimiento a este pequeña obra delicada, íntima, especial.

Viajando viajando, hizo cosas tan perfectas como "Listening to your party", donde la guitarra acústica se mueve en el mar de un leve sónido electrónico que en "Tearing apart the house she makes", se convierte simplemente en una excusa para una composición ambiental declaradamente emocional, sin excusas para el aplauso de los sentidos.

"Cotton in the grossness"  es un portazo de una puerta de pétalos, florecillas en la madera del mastin, teclas del ordenador convertidas en rocio, cartas sin escribir, en blanco, esperando la saliva del picotazo de la abeja. Hermosa. "The messy message", reparte brillos por la habitación, desparpajo de soledad, lofi amateur de entrañas, pececillos a la mar.

Aquí no se levanta nadie. No hay un ruido de más, ni aparece feedback alguno. Esto es para asistir publicamente a un concierto de ostras, armadas con seis cuerdas, que en "Sweet devil" suenan a maestria, a yogueres en la puerta del colegio.

Llevo ya casi una docena de escuchas de Bexar Bexar, y me sigue impactando como la primera vez que lo oí. Pulidos sonidos desde la aventura del viajante, para poder descansar mientras fuera, como siempre, las máquinas del vivir siguen aprisionando siseos.

Dado la imposibilidad de hallar un clip de este cd, bajo uno de su otro indispensable disco "Haralambos"

miércoles, 7 de diciembre de 2011

THE AFGHAN WINGS. "Up in it" (1990)


La verdad es que me he llevado una grata sorpresa tras las escucha de "Up in it". Acostumbrados en sus trabajos posteriores a escuchar la vertiente mas soul del grupo de Dulli, este "Up in it", es todo un pelotazo rock, un disparo certero, ágil y rudo, hijo de la época donde nació el grunge, donde todos nos educamos alegremente con la cantidad de grupos que nos colapsaron los nervios.

Y es que este "Up in it", poco tiene que ver con "1964" o "Congregation". Bueno, si, la vena soul está en todos los largos, pero en el disco que comentamos, predomina los tempos agitados, la mala leche, la iracunda gestión del dolor por medio de una voz rota.

"Retarded" y "Hated" son muestras de este expansivo sonido que va al grano, que no palidece, que es un enjambre de electricidad contaminada. Quizás la presencia en los controles de producción de Jack Endino, tuvo mucho que ver en la rudeza de "Up in it". Eran los tiempos donde Mudhoney y toda la guerrilla del label Sub Pop, estaban pergeñando su maestra sedicción roquera, y los Afghan Wings se apuntaron al carro.

"Southpaw" es una rifle de repetición con la bateria puliéndonos los sesos. Y "Son of the south", es una buena ración de blues sudoroso que se da la mano con "You  my flower" donde la esencia soulera de Dully te pone la piel de gallina.

Una buena dosis pues de buen rock noventero para este año que ya se apaga poco a poco. A disfrutar pues.

lunes, 5 de diciembre de 2011

CHRIS WATSON. "Weather report" (2003)


Deberíamos ampliar nuestro concepto de la palabra Música. Acostumbrados a la ecuación, instrumento+artista=Música, nos dejamos en el camino la otra Música. Esa que nace en la naturaleza, esa que está en cada rincón del planeta esperando ser recopilada por la mano de algún amanuense de los sónidos de la belleza extrema.

Y ese papel, últimamente, lo tiene Chris Watson (ex-Cabaret Voltaire), quien ya en sus trabajos anteriores se encargaba de repartir entradas para el cinemascope grandioso de lo que se escucha, palpa, en la madre Gaia,(si podeis, haceros con un disco titulado "Storm", mano a mano con Bj Nilsen).

"Weather report" son tres piezas, cada una de 18 minutos, donde nos podemos encontrar en "Vatnajökull", el sonido del glaciar más grande de Europa junto a un maremoto de aves, vientos, arrecifes cercenados por los céfiros... Si amigos, pocos hay que superen en grabacciones de campo a este mago que se ha dispuesto a hacer de la Naturaleza una cantautora fuera de todo márgenes  y etiquetas.

En "Ol-olool-o", le toca el turno a la tribu Massai y a los leones que en la sabána rugen acurrucados y cansados, donde las hienas rien cachondas y los monos se quitan de encima a los invasores bichitos que pican y pican. Si cierras los ojos podrás ver todo. Bajas las persianas, pones tu cadena hifi en marcha, alejas los ruidos de la calle, y si te fijas, verás como el amigo Rinoceronte se rie mientras los pajarillos se afilan sus picos en su unicornamenta.

Y para terminar "Laipach", donde aparecen las Highlands escocesas en todo su esplendor. Las tormentas otoñales y la vida que acontece durante los meses de septiembre a diciembre en las tierras donde la hierba crece inmensidad. Magnifico, apabullante, maestria, música sin necesidad de músicos. Rios que sestean, mirlos romanceros, truenos que rompen el cielo.....

Asi es "Weather report", todo un canto a la vida, al dia a dia en lugares donde la mano del hombre todavía no ha podido romper el hechizo, el encantamiento de una postal colorista, celeste, ensimismadora, glaciar, espectacular.